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“Centurio” de Massimiliano Colombo

Por Javier Velasco Oliaga
lunes 29 de agosto de 2016, 13:22h
Centurio
Centurio

Centurio” es la cuarta novela del escritor italiano Massimiliano Colombo. La novela se desarrolla en los años 80 a. C. cuando el joven Cayo Emilio Rufo tiene diecisiete años y se enrola como legionario siguiendo los pasos de su padre, muerto en batalla. El destino le lleva hasta Hispania donde tendrá que tomar partido entre las tropas leales a Roma o las del rebelde Quinto Sertorio, conocido como el nuevo Aníbal.

La novela es la precuela de “La legión de los inmortales”, la primera novela que publicó Colombo. Era tal la garra de su protagonista que no pudo resistir la tentación de contar los inicios del centurión Cayo Emilio Rufo y su tortuosa y vibrante vida. Ahora que estamos acostumbrados a tantas precuelas, secuelas y demás, el autor de Bergamo consigue, no sólo mantener la calidad de su primera obra, sino superarla ya que el escritor se hace al escribir y Colombo según va publicando novela se está convirtiendo un escritor cada vez más eficaz y profundo.

Massimiliano Colombo no es un escritor a tiempo completo, divide su tiempo entre su trabajo en un banco de Suiza, su familia y la escritura. Escribe en los descansos del trabajo, en el tren que le lleva hasta su casa en el lago Como y los fines de semana, robándole tiempo al sueño y al descanso. Sin embargo, nadie diría que no es un escritor auténticamente profesional y que se toma en serio su oficio.

El haber sido militar del ejército italiano, le hace conocer a la perfección todo tipo de estrategias y estratagemas militares. El libro está lleno de las estrategias militares de los legionarios, que conoce y plasma en el libro a la perfección. Las batallas que describe, las luchas que narra están llenas de detalles insólitos y nunca se hace pesado lo que escribe, más bien, todo lo contrario. Las batallas que refiere, sobre todo las de Sertorio, son un portento de rigurosidad y amenidad.

Pero la amenidad no está sólo en esas descripciones. Su narración tiene muchos más elementos. Nos cuenta una bonita y desgarradora historia de amor adolescente y la historia de superación personal y de crecimiento del protagonista, donde la justicia es el norte que guía al joven Cayo Emilio Rufo. La precisión con que cuenta su adiestramiento, su relación con sus amigos y con su enemigos, está lleno de pasajes que turban al lector y hacen que tome partido por este joven legionario que tiene que soportar las burlas y humillaciones de su centurión, algo que a las postre le hará más fuerte.

Para contar la historia, Massimiliano Colombo, utiliza a un narrador omnisciente que sigue en todo momento a Emilio. También utiliza la primera persona en las cartas que su centurión Lucilo Ursiano manda a su madre y que desde un determinado momento serán sustituidas por los pensamientos de Lavinia, la amada de Emilio. Estas cartas nos dan una dimensión diferente de la historia, un contrapunto a los hechos que se narran de manera omnisciente, que busca en una dimensión personal los motivos de los actos de los protagonistas.

Massimiliano Colombo es un gran conocedor de la historia de Roma y de sus tácticas militares, algo que se refleja en toda la novela, pero también de la condición humana, influido por el pensamiento griego, el autor muestra la parte humana de lo más inhumano que hay en el mundo: la crueldad de la guerra.

Estamos, pues, ante una novela que atrapa desde las primeras páginas. Profundamente humana, a la vez que despiadada y cruel con los acontecimientos que narra, donde no se salva ni el propio protagonista. Colombo ha seguido con rigurosidad los hechos históricos pero adorna su historia con numerosos personajes de ficción que tienen como objetivo hacer disfrutar al lector de una novela apasionante, rigurosa y conmovedora. Otro éxito más de éste gran conocedor de la historia militar de Roma.

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