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Porfirio Mamani Macedo
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Porfirio Mamani Macedo

Porfirio Mamani Macedo desde París with poetry

Por Willy del Pozo

sábado 22 de octubre de 2016, 10:42h

Porfirio Mamani Macedo nació en Arequipa. Es doctor en Letras en la Universidad de la Sorbona. Se ha graduado también de abogado en la Universidad Católica de Santa María, y ha hecho estudios de Literatura en la Universidad de San Agustín (Arequipa). Ha publicado poemas y cuentos en varias revistas en Europa, Estados Unidos y Canada. Ha enseñado en varias universidades francesas como en la Sorbonne Nouvelle-Paris III, y en la Universidad de Picadie Jules Verne.

“Ecos de la memoria”, tu primer libro, data de 1988, ahora, con la madurez, ¿cómo sientes la poesía?
La poesía es un mundo amplio e infinito, y la siento como desde el primer día que me acerqué a ella. Desde entonces me he ido llenando de experiencias vividas, unas dolorosas, otras menos, pero en todas ellas la poesía siempre ha estado a mi lado, como si fuera parte inherente a mi ser. Cada que me invade la terrible soledad, es ahí, en el momento más crítico, cuando siento mejor su palpitar y hablo con ella, y su presencia es irremplazable.

Juan Gelman, Mario Benedetti, entre otros, han calificado a la poesía como la Cenicienta de la literatura, ¿qué opinas?
Precisamente por ser lo que es la poesía, única, singular, propia en su género, es vista de tal manera. Pero surge esa dualidad de que es marginal, y también es algo precioso, donde en algún momento casi todos los hombres habrán buscado refugio, sea por la amistad, el amor o el odio. La poesía es uno de los medio que mejor transmite los sentimiento profundos del ser humano.

Tres poetas franceses del siglo XXI a los que no debemos perderles la pista.
La poesía francesa contemporánea esta nutrida por varios poetas relevantes, quienes de algún modo han logrado heredarnos una obra importante, a pesar de las dificultades con relación al mundo editorial. Entre ellos hay que mencionar a Yves Bonnefoy (fallecido recientemente), a Philippe JACCOTTET y Jacques Ancet

La vida es más que un viaje, ¿qué te llevó a afincarte por largos años en París?
Fue tal vez un sueño, pero me fui quedando y los años iban pasando no en vano. Estuve antes en Madrid, de donde salí huyendo por la reacción violenta y humillante de la sociedad española, y precisamente en los años cuando se festejaba el “encuentro” de dos mundos. París fue mi refugio, aunque fue muy duro instalarse, y aún lo es, París se ha convertido en mi segunda Patria que me ha visto caminar, empezar a andar tanto en su cultura y sobre todo en la lengua francesa. Volví a nacer aquí.

Tu novela “El viaje de María Hortensia” ¿es una forma de travesía interna a través de los recuerdos?
Es más la rememoración de una época importante de la historia política, económica y cultural del Perú, puesto que trata el tema de la Reforma Agraria, que yo la viví de cuando la aplicaron, y observé las consecuencias en la sociedad; y más tarde, estudié este tema en mi formación jurídica. En este sentido es una travesía en la evolución de la problemática de la realidad peruana, que ya el mismo José Carlos Mariátegui, reflexionó en sus ensayos.

En “El viaje de MH” se tocan temas como la venganza, las desapariciones, la época terrible de los ochenta, ¿cómo curar estas heridas históricas?
Son heridas profundas que han mellado el curso de la historia Peruana. Y quizás no se pueda curar, sino más bien, comprender mejor aquel momento histórico. Para ello, el mejor medio es la cultura, la lectura, la instrucción de las nuevas generaciones para que no vuelvan a ocurrir casos como esos. Los gobiernos de turno, y la sociedad en general, tiene esa tarea mayor, por el bien de la Nación y por el porvenir de nuestro querido Perú.

La dictadura en el Perú ha sido una constante, ¿cómo ves nuestra incipiente democracia desde la distancia?
Siempre he pensado que la democracia en América latina es como un niño que empieza a caminar, aún le falta mucho por crecer, madurar, fortalecerse, reforzar sus estructuras, y combatir por ejemplo, la corrupción, la ignorancia; y avanzar mejor en la educación.

Arequipa está presente en cada uno de tus latidos, ¿qué opinas de Vargas Llosa y Oswaldo Reynoso?
Son dos voces importante que han emergido desde el Misti, y cada quien ha aportado, quizá lo mejor de ellos, dejando siempre esa marca, esa huela propia de todo arequipeño. Arequipa es nuestra Madre y nuestra Patria.

¿Por qué tu “palabra es un grito irreversible en la nada”?
Todo grito que damos es siempre una expresión profunda, porque es la fuerza interior que no volverá atrás, como las aguas de los ríos que no vuelven al punto de partida.

Resumen: (colocar números con algo relevante en tu vida)
1988 Ecos de la Memoria.
Diciembre 1991 Mi entrada a París
1999 Nacimiento de mi hija.

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