Karmelo C. Iribarren presenta en la Sala El Sol su antología “El amor ese viejo neón”

En la sala “El Sol” he asistido a innumerables conciertos pop-rock, sobre todo cuando Madrid era una ciudad divertida, allá por los años ochenta y primeros de los noventa. Ahora “El Sol” no refulge como antaño y en la presentación ocurrió lo mismo. ¡Nunca había visto la sala tan vacía como ese día! Una pena porque el acto se hubiese merecido una mayor afluencia de público. Los ingleses entienden de bien eso del pop pero hay que reconocer que son muy malos en las relaciones públicas.

La poesía es el género literario que menos vende… hasta ahora. Algo ha pasado en la poesía que gracias a las redes sociales ha tenido una nueva eclosión, ya que se han acercado al género muchos nuevos lectores y el sello Verso & Cuento de la errática Aguilar ha tenido bastante culpa. En el escenario de la presentación se concentraron muchos de estos nuevos vates, aunque hubo alguna ausencia importante. Problemas de agenda, supongo.

Karmelo C. Iribarren parecía un abuelo rodeado de sus nietos ante tanto poeta joven. Se la notaba encantado porque veía que sigue habiendo sabia nueva en la poesía y en el micro relato. Su libro es una delicia pop. Concisa y contundente como una buena canción de rock. Las sinfonías se las dejamos para los más viejos. Y sus aforismos son de lo mejor que se ha escrito en esta piel de toro en las últimas décadas. Pasarán los años pero el que tuvo, retuvo y el es un ejemplo a la hora de retener. Además, la edición del libro es soberbia, con un diseño muy moderno, mejor que la que han hecho a alguno de los que le acompañaron en el escenario.

Karmelo C. Iribarren es un poeta de culto de toda una generación de escritores y artistas nacidos de la música y las redes, y principal influencia de la nueva poesía. Comenzó a tener popularidad entre los jóvenes lectores cuando es recomendado en las redes por poetas y músicos que lo admiran y veneran. Su peculiar realismo no se ajusta del todo a lo bukowskiano ni a la poesía de la experiencia, creando un estilo basado en un lenguaje austero con el que finalmente en el poema solo permanece lo esencial.

El amor, ese viejo neón recopila una poesía teñida de calle y de bar, de amor y soledad, pero sobre todo de noche. Sus versos crecieron detrás de una barra, en sus horas de trabajo como camarero, y la experiencia impregnó todas sus letras de aroma de ginebra de garrafa y de madrugada triste. Su poética traspasa la experiencia para adentrarse en la poesía de lo anodino, de lo descarnado e incluso de la «desexperiencia»: de lo que no fue, no se vivió o no se amó.

El libro contiene un prólogo coral titulado «La poesía sin banda sonora» en el que algunos de estos artistas y escritores jóvenes que se declaran lectores de Karmelo cuentan brevemente por qué se enamoraron de su poesía. En él están presentes Irene G punto, Luis Ramiro, María Rozalén, Marwan, Miguel Gane y Patricia Benito. Casi todos ellos estuvieron en el acto. Rompió el fuego la editora Mónica Adán, empeñada en decir que estaba muy nerviosa, pese a eso estuvo más que bien y muy atinada en sus comentarios. Posteriormente, fueron pasando por la silla todos los escritores presentes, rompió el fuego una simpatiquísima Abbey C y continuaron todos los demás recitando uno de sus poemas de sus respectivos libros.

Karmelo C. Iribarren nació en San Sebastián en 1959 y desde que en 1993 el Ateneo Obrero de Gijón publicara su Bares y noches no ha dejado de escribir y publicar. Es autor de los siguientes libros: La condición urbana (Renacimiento, 1995), Serie B (Renacimiento, 1998), Desde el fondo de la barra (Línea de fuego, 1999), La frontera y otros poemas (Renacimiento, 1995), Ola de frío (Renacimiento 2007 y 2009), Atravesando la noche (Huacanamo, 2009), Versos que el viento arrastra (El Jinete Azul, 2010), Otra ciudad, otra vida (Huacanamo, 2011), Las luces interiores (Renacimiento 2013 y 2016), La piel de la vida (Baile del Sol, 2013), Haciendo planes (Renacimiento, 2016) y el libro de prosa poética Diario de K (Renacimiento 2014 y 2016). Su obra ha sido objeto de distintas antologías: Gainontzekoa, kontuak dira (Erein, 2000), La ciudad (Renacimiento 2008, 2011 y 2014), El tamaño de los sueños (Anaya 2006), Un leve guiño de luz hacia la sombra (Ediciones 4 de Agosto, Planeta Clandestino, 2011),
No hay más (Zindo & Gafuri, Buenos Aires, 2014) y Pequeños incidentes (Visor, 2017). Seguro que esta historia te suena es el título elegido por el autor para recopilar su obra completa (Renacimiento 2005, 2012 y 2015).

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