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David Lagercrantz junto a Javier Sierra
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David Lagercrantz junto a Javier Sierra (Foto: Javier Oliaga)

David Lagercrantz: "Tuve un miedo atroz al comenzar a escribirlo, fue como una pesadilla, y sentía que todo el mundo pensaría que era un desastre"

Entrevista al autor de "Lo que no te mata te hace más fuerte"

Por Javier Velasco Oliaga
viernes 28 de agosto de 2015, 14:39h
David Lagercrantz ha cogido el testigo de Stieg Larsson por expreso deseo de la familia del autor de la saga Millennium para continuar con la historia de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist. El resultado es esta nueva novela que lleva por título “Lo que no te mata te hace más fuerte”, el cuarto volumen de la serie y que tiene pinta de que no va a ser el último si continúa atrayendo a los lectores, como ya lo hicieran los tres primeros volúmenes, que cuentan con más de 80 millones de lectores en el mundo entero.

  • David Lagercrantz

Con ocasión de la edición española, que sale con 250.000 ejemplares, tuvimos la posibilidad, un grupo de periodistas, de entrevistar al escritor sueco por Skype. Pese a los problemas de transmisión, gracias a la editorial, pudimos obtener sus respuestas. El resultado es lo que tienen ante sus ojos.

¿Por qué se decidió a aceptar la propuesta de escribir la cuarta entrega de Millennium?
Porque no pude resistirme. Cuando entendí que la cosa iba en serio y de que realmente querían que yo escribiera el libro, me dio una especie de ataque, me desperté en medio de la noche. Me acuerdo volviendo a casa, con la cabeza dándome vueltas. Creo que me obsesioné con ello, me obsesioné lógicamente por Lisbeth Salander y, de alguna manera, entendí que era el tipo de personaje sobre el que he estado escribiendo toda mi vida: un genio mal tratado; de hecho, acepté pues por pura pasión.

¿Cómo es escribir “en el nombre de” o introducirse en un universo creado por otro autor? ¿Cómo se siente?
Es difícil, por supuesto. En primer lugar, tuve que aprender a hacerlo. Los lectores tenían que sentirse como en casa en el universo de Stieg Larsson, así que debía tenerlo en mi sistema sanguíneo. Tuve que aprender a construir los personajes, aprender el código para escribir sobre él, pero no podía ser simplemente un imitador, tenía que poner algo de mí mismo en él y no podía tenerle miedo. Cuando aprendí el universo, el código y el personaje, tuve que tener el valor de ser un poco libre y ponerme a mí mismo dentro. Al principio fue difícil y extraño pero después de un tiempo, sentí que aquellos eran mis personajes. Los extraordinarios personajes de Stieg Larsson empezaron a cobrar vida en mí, y ha sido una fantástica y maravillosa experiencia.

Tras esta cuarta entrega, ¿tiene en mente más libros?
No lo sé, me encuentro ahora mismo en una situación privilegiada, que tengo muchas y fantásticas ideas para otros libros, pero la verdad es que no lo sé, pero por favor pregúntamelo en un tiempo y te contestaré seguro… le doy vueltas día y noche a qué haría, pero ahora mismo estoy ocupado con esto, así que no puedo decirte. ¡Veremos!

Ha mencionado a Lisbeth Salander. ¿Ha sido fácil meterse en su piel?
Ha sido muy difícil. Pensé que conocía a Lisbeth Salander porque releí los libros una y otra vez, pero entonces vi que era difícil encontrar la manera de describirla. Al principio, puse demasiada emoción en ella, pero a Lisbeth Salander no le va mucho el tema de las emociones ni del melodrama. Tienes que sentir sus sentimientos, como la rabia, su dolor, sus ansias de venganza entre líneas, así que muy pronto entendí que debía encontrar la manera adecuada de describirla en las escenas, las escenas en las que lucha, por ejemplo. Después de un tiempo, Lisbeth empezó a vivir en mí y entonces yo sólo estaba esperando escribir sobre ella. Creo que es una figura icónica. Ella es uno de esos personajes de los que nace uno cada siglo, creo que la necesitamos y debemos volver a ella una y otra vez, como El hombre araña (Spiderman), ese icónico complejo y brillante personaje.

¿Ha crecido, la familia Millennium? ¿Hay nuevos personajes?
Sí, claro, es parte del show; debe haber nuevos personajes, nuevos villanos, nuevos chicos malos, chicos buenos, pero por supuesto también los antiguos, Lisbeth, Mikael, Erika Berger, la Hacker Republic, los agentes de policía Jan Bublanski, están todos, pero también he añadido nuevos personajes en el libro. Como sabrás, me apasionan los genios, así que también he puesto a un personaje que es un genio, un joven artístico que tiene el síndrome savant, parecido al protagonista de Rain Man, personajes que creo sirven de contrapunto a Lisbeth. Seguí lo que me dictaba el corazón y mi pasión.

¿Hubo algo que quiso hacerle a un personaje, algún riesgo que quería correr? ¿Ha tomado todos los riesgos?
Bueno, decir que sí ya fue un gran riesgo. Tuve un miedo atroz, fue como una pesadilla, y sentía que todo el mundo pensaría que era un desastre, pero de vez en cuando está bien sentirse aterrorizado porque cuando estás en peligro, cuando estás así es cuando más te concentras, trabajas más duro, así que pienso que mi ansiedad me ha hecho ser mejor escritor, he asumido muchos riesgos y he tenido muchísimo miedo, pero ha logrado que sea mejor escritor.

Sodelman es el barrio de los "personajes buenos" de Millennium. ¿Qué nuevos escenarios vamos a encontrar en el libro?
Sí, una parte del libro se desarrolla en Estados Unidos, en la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad, y aparecen también otros emplazamientos de Estocolmo, pero lo bonito de Millennium es que yo vivo en esta zona, así que cuando me daba pereza, no tenía que viajar lejos para hacer mis investigaciones. Desde aquí veo Lundagatan, donde nació Lisbeth y su maléfico padre maltrataba a su madre; si vas hacia abajo tienes el café en el que Mikael Blomkvist desayuna; un poco más abajo los locales de Millennium. La mayor parte de la historia se desarrolla en mi barrio, en mi propio barrio.

Debe ser muy emocionante mezclar el lugar en el que vives en la propia historia.
Ha sido totalmente genial trabajar aquí e imaginarme a Lisbeth Salander caminando por donde yo también camino. Creo que lo curioso de escribir es que a menudo escribes mejor cuando no escribes, cuando caminas y tu subconsciente está dándole vueltas a la trama. Yo caminaba por aquí, Mikael y Lisbeth también… ha sido fantástico mezclar realidad con ficción.

¿Qué ha sido lo más difícil y lo más divertido de este proyecto?
Lo más difícil creo que ha sido dar con una trama de intriga compleja, como las que hacía Stieg Larsson, y es que ofrecer una historia repleta de misterio, y no una novela negra convencional en la que hay un cuerpo y un policía alcohólico que resuelve el asesinato, pero nunca era así con Stieg Larsson, que hacía una historias que iban y volvían y volvían a venir, así que encontrar una historia compleja a la altura de las que hacía Stieg Larsson ha sido difícil. Mi mujer estaba como loca porque era como que yo soñaba con ello todo el día, estaba obsesionado… pero a la vez, ésta ha sido la parte más difícil y también la más divertida, después, como es lógico, dar con la clave para escribir un libro adictivo, como los de Stieg Larsson, de calidad, poder abrir el libro y seguir leyendo, como los grandes libros suecos, los malos, los buenos, y que haya intriga en cada capítulo, encontrar mi propia perspectiva, crear ese dibujo que sea duro y terriblemente divertido.

¿Existe para usted un antes y un después de Millennium 4?
Sí. Cuando decidimos hacer esto no sabíamos cómo reaccionaría la gente, no sabíamos nada, pero todo el mundo está muy emocionado y me han pasado peticiones de entrevista desde todos los países del mundo, ¡es una locura total! Nunca he visto una cosa así antes en el mercado del libro. Si ves mi agenda, tengo que ir a todas partes y dar entrevistas en todo el mundo.

Por supuesto que hay un antes y un después. Podría decirse que formo parte de este circo increíble que es Millennium, te das perfecta cuenta de cómo era Stieg Larsson y cómo era amado como escritor. Veo lo importante que fue, y es un privilegio y también es una gran responsabilidad, por lo que tienes que darlo todo, por lo que he hecho todo lo posible, he hecho todo lo que he podido, he trabajado muy duro y ahora estoy muy contento. Ahora me siento aliviado porque al menos puedo hablar sobre ello… ha habido tanto secretismo en todo el proceso, tanto, que tuve que escribir en un ordenador sin conexión a Internet. Utilizábamos palabras en clave, no usábamos el mail, vivía en una especie de spyware, y ahora por fin puedo hablar, y las cámaras y la luz pública me aterrorizan, pero al menos ya puedo hablar de ello, de lo que ha sido lo más emocionante de mi vida.


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David Lagercrantz
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