El escritor madrileño explicó en la presentación a los medios de comunicación que “Todos los miedos” está compuesta de dos historias enfrentadas. Por un lado, una mujer que debe superar un violento secuestro que marcará a toda su familia y, por otro, un enfermo en fase terminal que tendrá que asumir su situación sin tiempo para terminar sus proyectos. “Son dos casos parecidos, pero en uno, se tendrá que asimilar el dolor y en el otro, si se puede o no superarlo”, dijo.
El libro está escrito en base a recuerdos cortos, donde se va hablando del presente y del pasado de forma fragmentaria hasta completar la biografía de ambos protagonistas. “La primera parte de la novela está contada en primera persona por el hijo, un niño, de la protagonista, en la segunda, también en primera persona, es el propio protagonista, enfermo terminal, quien narra sus recuerdos y sus miedos”, nos adelanta Miguel Ángel González.
"Quería hablar del mismo miedo que se puede sentir ante dos situaciones tan distintas, hablar del presente pero también del pasado. En realidad, el límite con la locura consiste en volver a la rutina después de un suceso traumático, ver si podemos superarlo", comenta en la presentación que ha tenido lugar en el Café Gijón.
El estilo de su escritura es muy anglosajón y sus referencias a autores, también. En la novela hay influencias de Sam Shepard y sus “Crónicas de motel”, pero también de Richard Ford y su “Cánada”, sin olvidar a Leonard Cohen o a Raymond Carver, con el que abre el libro. Hasta ha recuperado a Rocky Balboa en una conversación con su hijo cuando le dice: no importa lo fuerte que puedas golpear, sino lo fuerte que puedas ser golpeado. “Sé que en un premio literario se esperaría otra cita, pero es que a mí me gusta y creo que muestra lo que es el libro”, apunta.
Miguel Ángel González (Madrid, 1982) con su primera obra editada, Nunca dejes que te cojan (2006), recibió el Premio Letras de novela corta. En 2008 se alzó con el Premio de Novela de Humor José Luis Coll por su obra El trabajo os hará libres. En 2015 publicó La luna de Armstrong y Kubrick, una colección de relatos que exploran la delgada línea que separa la realidad de la ficción. Cultiva distintos géneros, tales como la prosa, el verso, el guión teatral o el cinematográfico, habiendo obtenido más de un centenar de premios nacionales e internacionales. Varios de estos textos están escogidos en las colecciones de cuentos La máquina de escribir de 1.000 pesetas (2013) y Pares sueltos (2014). Sus obras de teatro se han representado en diferentes salas de España, Perú, Venezuela, México y Estados Unidos.
El escritor y crítico literario, José María Guelbenzu, se explayó en detalles sobre la novela y el premio. “Siempre hemos querido potenciar a escritores no muy conocidos. Miguel Ángel González, cumple este requisito, que en otras ocasiones no ha sido así”, reconoce. La novela cuenta dos historias de forma paralela sobre la asimilación del dolor y lo hace de formas contrarias”, ha señalado y añadió que “el lector encontrará fotografías en el texto. Su escritura está realizada por medio de escenas cortas que destilan una gran agilidad”.
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