www.todoliteratura.es

"El viaje del elefante" de José Saramago

jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h

EL VIAJE DEL ELEFANTE de José Saramago: siempre acabamos llegando donde nos esperan

Por Felipe Velasco

El viaje del elefante
, de José Saramago, no es un libro histórico, es una combinación de hechos reales e inventados que nos hace sentir la realidad y la ficción como una unidad indisoluble, como algo propio de la gran literatura: Una reflexión sobre la humanidad en la que el humor y la ironía, marcas de la implacable lucidez del autor, se unen a la compasión con la que José Saramago observa las flaquezas humanas.


A mediados del siglo XVI el rey Juan III de Portugal decidió regalarle su elefante al archiduque Maximiliano de Austria aprovechando su estancia en Valladolid. El elefante, de nombre Salomón y más tarde Solimán, atravesó Portugal y Castilla, el Mediterráneo, Italia, los Alpes y finalmente el Danubio hasta Viena. A mitad de camino hubo un milagro y al final otro. Esa es la historia.

La historia no se trata simplemente del itinerario del elefante, sino también de cómo se organiza el mundo alrededor de él. Como habrán podido suponer, un elefante recorriendo Europa no es algo normal en la actualidad… pues imagínense en pleno siglo XVI. Fue un espectáculo digno de verse, entretenido para todo el mundo independientemente de su clase social: tanto los nobles como el pueblo quedaron impactados. Vamos, que la psicología de las personas de los ambientes por los que pasa la comitiva del paquidermo se ve influenciada por el mismo.

Saramago escribió esta obra siendo fiel a su estilo de siempre: el Nobel portugués no renuncia a sus caprichos sintácticos, a escribir los renglones seguidos, no marcar los diálogos con sus correspondientes signos de puntuación o no usar mayúsculas para los nombres propios, sólo al comienzo de cada oración; pero a estas alturas los domina con suficiente soltura como para que se acepten con naturalidad: a Saramago podemos concederle este antojo.

También podemos apreciar un menor número de digresiones que en otras obras, pero el autor también incluyó sus valoraciones en determinados temas: por ejemplo, el hecho de que las localidades alpinas tengan nombre alemán pese a estar en Italia le dieron pie a protestar por la actual anglificación del Algarve.

El elefante Salomón se convirtió, según el título, en el protagonista de la obra, pero es un personaje pasivo que realiza lo que los hombres quieren sin imponer su voluntad: se limita a seguirlos y sirvió de base a Saramago para introducir numerosas críticas de los clérigos que se empeñan en milagrear con él, los militares que fantasean con que sea su billete a la gloria o a los reyes portugueses, que despilfarran en el elefante ingentes cantidades de dinero pese a que sólo es un capricho.

A su vez, en el libro hay un personaje que destacan sobre los demás. Se trata del cornaca indio de Salomón, que durante la mayor parte del libro se llama Subhro, pero por orden del Archiduque de Austria pasa a llamares Fritz: los privilegiados tenían el poder de cambiar el nombre a las personas por no esforzarse. En este mundo que gira entorno al elefante es normal que la persona más cercana a él sea la más importante, ya que es el intermediario entre los demás y el elefante, el único que le entiende aunque no sepa cómo.

En definitiva, El viaje del elefante es una lectura que aúna ternura, con una mirada incisiva sobre la naturaleza humana y un agudísimo sentido del humor malvado, tan típico del gran Saramago.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios