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"Viaje al optimismo", a bordo de un avión de papel, es la nueva obra de Eduardo Punset

jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h

Eduardo Punset ha presentado hoy en Madrid su nuevo libro Viaje al optimismo, un trabajo donde sigue desmitificando la educación que hemos padecido en estos últimos cincuenta años porque, para él, en los tiempos actuales "es tan importante aprender como desaprender" y el optimismo es el motor de la vida plena. El libro ha sido publicado por la editorial Destino.

"Me cuesta mucho participar del pesimismo generalizado que inunda nuestra sociedad", afirmó categórico el divulgador español más leído de la actualidad que hasta la fecha lleva vendidos más de un millón de libros en nuestro país. Su anterior título Excusas para no pensar ha superado la cifra de los 100.000 ejemplares en seis meses. Además es el autor español que cuenta con más apoyo en las redes sociales con más de 650.000 seguidores en Facebook y 100.000 en Twitter.

Fiel a su máxima de "hay vida antes de la muerte" este optimista impenitente desgrana su mensaje para la alegría. "En la actualidad la esperanza de vida aumenta dos años y medio cada década, la prueba la veis conmigo. Las últimas investigaciones nos dicen que la violencia disminuye y que el altruismo aumenta", señala contento este escritor español que tiene la rara habilidad de sorprendernos cada día más con sus libros.

Por eso escribe en obra: "sólo cuando se contempla el pasado y el futuro en perspectiva, se comprende que cualquier tiempo pasado fue peor y cualquier periodo del futuro será mejor. El optimismo que ha permitido a la especie sobrevivir depende precisamente de esta revelación". Y eso es lo que hace en el libro: revelarnos conceptos básicos que teníamos muy interiorizados y al leerlo nos damos cuenta de nuestro error.

Como error es decir que la crisis económica que vivimos en estos momentos tiene dimensiones mundiales. Para Punset no todos los gobiernos se comportan de la misma manera, "es mentira decir que las crisis tiene proporciones planetarias. La crisis es de cinco o seis países que se han sobre endeudado. Estamos ante una crisis específica de unos países específicos", explica sin atisbo de dudas el divulgador catalán. Y ahora nos explicamos el por qué economistas y políticos nos cuentan esas milongas, no quieren hacerse responsables de algo que ellos mismos han provocado.

Pero una vez llegados a ese punto nos ofrece sus soluciones o, más bien, cómo podemos solucionar esta crisis porque para él "es el momento ideal para buscar soluciones, cuando ya se saben las causas". Y deberíamos saber quiénes han de liderar ese proceso: son los jóvenes. "En la antigüedad, cuando había una crisis la gente recurría a los jóvenes. En estos momentos todavía no están incorporados a las asociaciones y fundaciones de pensamiento y hay que incorporarlos", dice riéndose de estos estamentos que para él están llenos de vejestorios y chimpancés que ya no comprenden la realidad en la que viven, haciendo clara referencia al movimiento 15-M que al fin de al cabo ha sido un invento tan hispano como la guerrilla. Es el momento de los jóvenes y no nos pueden defraudar.

Punset, cuando habla, deja con la boca abierta al auditorio al que se dirige y cuenta las verdades que la sociedad parece no querer ver, salvo sus seguidores, claro está. Cuando se leen, sus razonamientos dan que pensar y su pensamiento rompedor y moderno sorprende por su análisis y lo arriesgado de sus postulados. Para él, "el siglo XX ha sido el siglo de la redistribución mal hecha de la riqueza y el siglo XXI tendrá que ser el de la redistribución bien hecha del trabajo", señala el escritor y pregunta a sus oyentes: "¿qué vais a hacer cuando os diga que la jornada laboral se os va a reducir a la mitad? y con seguridad la nueva sociedad tiene que empezar a retrasar la edad de jubilación. Habrá que cambiar todos los conceptos que tenemos".
 

Pero nuestro país para Punset tiene que experimentar una evolución, digamos mental. "España es un país muy dogmático. Tendremos que renunciar al debate de la realidad entre los conceptos de derecha e izquierda. Dividir a los ciudadanos en esta clasificación no sirve para analizar la realidad en la que vivimos", afirma. Debemos pues, dar un paso de autocrítica y comenzar a ver el mundo en que vivimos con otros principios más humanos y emocionales. Debemos gestionar las emociones que, por desgracia, no nos ha explicado en los colegios.

Esta forma de ser tan española no difiere mucho, en su opinión, de la alemana, "los alemanes rehúyen todo lo que huele a nazismo y Segunda Guerra Mundial y en España cualquier propuesta que huela a regresar a la guerra civil está condenada al fracaso", señala el divulgador. Quizá esta cuestión haya estado en la raíz del fracaso de cierto partido que ha mirado más hacia el pasado que hacia el futuro, además, para el escritor catalán, nos cuesta mucho cambiar de opinión. Curiosamente los primates cambian de opinión más fácilmente que los humanos porque estos tienen que construir un sistema defensivo para sacarles de su convicción. Cambiar de opinión es una traición a una verdad heredada, incluso, su mejor alumno le confesó que el peor desastre para él es cambiar de opinión. Por eso nos mantenemos fieles a nuestro equipo de fútbol aunque juegue mal, eso por no hablar de las opciones políticas.

Entonces, ¿cuál es su receta para la felicidad y el optimismo?, se hace esperar la respuesta, antes hay que analizar cómo somos, "estamos programados para ser únicos y eso gracias a nuestra experiencia individual, esa experiencia es lo más importante para el aprendizaje de las personas tanto a nivel genético como cerebral", explica haciéndose de rogar.

"A los niños se les debe enseñar teniendo en cuenta las emociones, han de descubrir la intuición porque nunca tendremos toda la información sobre determinadas cosas ni tendremos el tiempo necesario para analizar esa información", declara Punset. Ninguna reforma educativa nos ha enseñado a gestionar nuestras emociones, ni a gestionar la ira, ni a empatizar con el sufrimiento de los demás, de ahí que propugne el desaprender mucho de lo que nos han enseñado. Al igual que en la actualidad hay que enseñar a moverse por las redes sociales, "se equivocan los padres que no dejan jugar a sus hijos con las maquinitas, la educación digital es tan importante como la educación emocional", añade.

"Hay que explicarles a los niños estos conceptos e inundarles de afecto, mucho afecto, para que sientan la curiosidad intelectual necesaria para aprender", continúa diciendo y sugiere vehementemente que "la capacidad de trabajar en equipo es fundamental para el desarrollo de las personas, acostumbradas a la competitividad que conduce a la insatisfacción".

Para que una persona se encuentre realmente satisfecha tiene que tener unas buenas relaciones personales, "es mejor un amigo que un fármaco", dice. Y otro de nuestros quebraderos de cabeza seculares es la belleza. "Sabemos que la belleza es ausencia de dolor, o sea, la que refleja un rostro con un nivel de fluctuaciones asimétricas inferior al normal", escribe en su manifiesto del optimismo. Así que ya lo saben, la belleza de nuestro interior se refleja en el exterior y las relaciones personales son fundamentales para estar más bellos y felices. Huyan de la soledad y relaciónense con sus amigos y, por supuesto, lean el libro si quieren ser más optimistas. Sus arrugas se lo agradecerán.

Pensamiento

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