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La Luna
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LA CARA DE LA LUNA

Por María Pilar Parente y Roberto Carlos Miras
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rmirasmirasyahooes/11/11/17
domingo 28 de junio de 2020, 18:00h
Un 16 de Junio de 1969 Armstrong, Collins y Aldrin llegaron a la Luna en el Apolo 11 pero ya en 1870 Julio Verne sorprendía a su público narrando las aventuras de Michael Ardan y sus dos compañeros a la Luna y lo que allí se encontraron. Ha sido la famosa cara oculta de la Luna uno de los fenómenos astronómicos que ha suscitado mayor curiosidad hasta nuestros días.
Neil Amstrong
Neil Amstrong

Julio Verne en varios pasajes de sus obras insiste en ello. Aún no se había desarrollado la bombilla y la radio tardaría un par de épocas en descubrirse y el automóvil no era ese medio de locomoción que es actualmente. Y viajar en ferrocarril aseguraban en ese momento los médicos europeos a más de cuarenta kilómetros por hora suponía todo un riesgo. Pero al trasladarse el equipo de Wernher Von Braun (1912-1997) a Peemünde moría en el Sur de Moscú el Padre de la Astronáutica y los viajes espaciales les hablamos del ruso Konstantin Tsiolkvski. Fue en el año 1983 cuando ya se comenzó a plantear como serían los viajes espaciales.

Algo que el propio Verne había ya adelantado en sus novelas. Sólo que él indicó como había que hacerlo técnicamente. Dos años antes de su muerte el escritor publicó su Exploración del Espacio Interplanetario mediante aparatos a reacción lo cual sentaría las bases para el vuelo de cohetes. Aún nadie había pensado en esa posibilidad en donde se describía una nave espacial en forma de gota de agua con una cabina de pasajeros en el morro y en la parte trasera contaba con un depósito de combustible compuesto por oxígeno e hidrógeno líquidos. Llegó el año 1965 cuando el escritor Arthur C. Clarke (1917-2008) que en su momento fue el primero en describir con varias décadas de anticipación como ya sabemos la llegada del hombre a la Luna así como la construcción de estaciones espaciales e incluso la existencia de un artilugio que hoy en dia se nos ha hecho imprescindible, el móvil, pero con el cineasta Stanley Kubrick (1928-1999) creó lo que dió lugar a Una Odisea Espacial. En la misma abordaban el descubrimiento de un extraño monolito extraterrestre en un cráter de la Luna. Esa misma piedra curiosamente está relacionada con otra similar, eso sí, en un lugar lejano del Sistema Solar, en una Luna de Júpiter. Para Kubrick fue un lugar, un tema especial igual que un siglo antes lo había sido para Verne. Ahora para Clarke el monolito no se encuentra en Júpiter sino en una enigmática Luna de Saturno, Japeto. De las treinta y tres Lunas de Saturno, Japeto es la número diecisiete y la tercera más grande. Fue descubierta en 1971 por Jean Dominique Cassini con su pequeño telescopio refractor. Japeto desaparecía cada cuarenta días y en ocasiones se envolvía en la nada. Representa precisamente al hijo de Prometeo y Atlas: los Padres de la Humanidad según los diversos estudios de la mitología griega y los ancestros progenitores del Homo Sapiens descritos en su libro por el escritor norteamericano que años más tarde serían llevados a la gran pantalla. Pero la Tierra chocó con un cuerpo del tamaño de Marte y de esta colisión surgió la Luna. Lo que fue una suerte pues la Tierra sería un Planeta diferente si no tuviéramos la Luna. Así lo descubrió el científico austríaco Willian Hartmann en 1984. Las particulas gigantescas de nubes se amontonaban hasta convertirse en verdaderos cuerpos celestes. Ahora bien el primer viaje fantástico a la Luna se piensa que se encuentra en la obra del astrólogo sirio Luciano de Samosata en el segundo Siglo D. C. Pero los comentarios que más resuenan hoy en día se encuentran en la Obra del ya mencionado Julio Verne De La Tierra a La Luna (1865) y en los Primeros Hombres en la Luna (1901) de H.G. Wells. Los victorianos en ese momento poseían una cierta inclinación hacia las fantasías lunares y desde entonces comenzó a desarrollarse una dialéctica intrigante que llega hasta el Apollo. Entre el espacio que mediaba entre la Tierra y Marte solo había un Planeta: Orfeo. Según Hartmann la órbita pasaba demasiado cerca de la Tierra y se produjo el cataclismo. Venus giraba al revés que los demás planetas como resultado de un fuerte impacto y Urano giraba de costado debido al choque con un cuerpo del tamaño de la Tierra. La Luna tiene un tamaño determinado y se encuentra a una distancia de la Tierra. No se mueve como una peonza; sin nuestro satélite las estaciones y el clima enloquecerían y someterían a la vida terrestre a unas condiciones inaceptables para la vida. Los días se sucederían muy rápido, habría tormentas de arena y ningún ser humano podría evolucionar. Tenemos vida en la Tierra gracias a que la Luna figura como regulador de su movimiento. Su alejamiento es inevitable y se calcula que en unos cuantos millones de años su influencia será casi nula. Nos preguntamos: ¿ y si la Luna tuviera un brillo mucho más profundo que el Sol?

En las crónicas japonesas Nihongi se dice que La Luz que da la luna se asemeja a la del Sol en intensidad. El investigador ruso, inmanuel Velikosvky declaró La Luna llena estuvo más cerca de la Tierra que en la actualidad, y ello quedó recogido por muchos pueblos o bien tuvo una pequeña atmósfera que podia reflejar toda esa luminosidad. Astrónomos antiguos en Babilonia daban al Sol un tamaño visible menor: tan solo dos terceras partes de las que la Luna tenía en esa época. Hablamos de uno de los calendarios más antiguos del mundo. La conocida Puerta del Sol de Tiahuanaco parece apoyar algunas de estas teorías y para el investigador Horbiger nuestro mundo tenía varias, nada menos que cuatro. En distintas épocas geológicas habían sido captadas por la Tierra siendo la cuarta la nuestra.

¿ENTRE AMBAS ERAS UNA TRANSICIÓN?

En el Antiguo Testamento ya se les asignaba una vida media de unos doscientos años y si llegamos a las antiguas crónicas del Hinduismo vemos el nacimiento de civilizaciones iniciándose así todo el pasado humano. Dinosaurios como los doplodocus y los iguanodontes: animales que han formado y forman parte de todo un colectivo así como de un folclore a lo largo de nuestra ya larga historia encontrándose de los mismos múltiples referencias. En su ya clásico Retorno de los Brujos Louis Pauwells y Jacques Bergier descubrieron como era esa transición entre ambas eras. Pasando desde Grecia a la Polinesia o desde Egipto a México y a Escandinavia; en donde todas las grandes tradiciones nos hablan de Hombres que fueron iniciados por Gigantes. Si nos situamos en la edad de Oro del Terciario que dura varios millones de años en el curso del cual nos hallamos ante una civilización moral y espiritual y tal vez en un momento en donde la técnica alcanza su apogeo en el Globo. Las fantásticas y delirantes hipótesis de Horbiger acerca de las cuatro Lunas o las de Posnansky sobre el calendario lunar de las ruinas de Tiahuanaco y las de Velilosvsky acerca de los tiempos en que no existía la Luna quizá estén equivocadas pero llaman la atención aquellos inicios señalados por las antiguas civilizaciones. En el actual México los toltecas describieron varias Lunas en el firmamento, los indígenas malekutas en Nueva Guinea erigieron bloques esculpidos gigantescos de más de diez metros de altura representado a su dios instructor. Un dios que atribuía a la Luna la creación del ser humano. Una era en que los hombres actuales convivieron con los gigantes, reyes divinizados que les enseñaron las técnicas básicas de la agricultura, la astronomía y la construcción. La Luna comenzó a precipitarse sobre la Tierra y las aguas de los océanos subieron de una manera brusca provocando inundaciones y obligando a esos antiguos reyes a emigrar hacia las altas cumbres de la Tierra. Así dicen que nació Tiahuanaco, la Ciudad de la Luz Agonizante. Fue el secretismo de tal envergadura que ni siquiera el Presidente Truman y sus sucesores estuvieron al corriente de hasta que punto los nazis y Oficiales de las Schutzstaffe ocuparon puestos claves del Gobierno dando lugar a presupuestos millonarios. Fue en el año 1931 cuando las teorías del austríaco Horbiger fueron aceptadas por mucha gente. Unas teorías que fueron comprobadas por la Sociedad de Vuelos Espaciales de Berlin. ¿Existe la Tierra Hueca? Una hipótesis según la cual la superficie de la Tierra se encuentra en el perímetro interior de una esfera hueca en donde el Sol se encuentra situado en el centro de la cavidad y la Tierra se extiende por debajo de nuestros pies en todas direcciones. Fue elegida la ciudad de Magdeburgo para realizar la experiencia lanzando cohetes para que alguno de ellos ascendiera verticalmente. El primero se elevó por encima del cobertor de hierro, se detuvo y cayó al suelo, la segunda se elevó con mayor brío hasta que se dieron cuenta de que caía en un lugar cercano.

EL INICIO DE LA ERA ESPACIAL

Fue a los once años cuando un joven Hermann Julius Oberth nacido un veinticinco de Julio de 1894 en Transilvania comenzó a interesarse por los viajes espaciales. Leyó De la Tierra a la Luna de Verne y publicó El Cohete hasta el Espacio Interplanetario una obra que se convertiría en todo un éxito de ventas. Ahora lo que realmente hizo famoso a Oberth fue ser el padrino de un jovencísimo Wernher Von Braun (1912-1977) quien daría forma a las ideas de Oberth que desde muy pequeño con un conocimiento enciclopédico quería conquistar la Luna y ya por aquel entonces soñaba con viajar a ella y que le acompañaran. En las afueras de Berlín el Ejército alemán les había cedido un campo de pruebas y fue en el año 1930 cuando el joven investigador llamó la atención de los nazis que comenzaron a invertir dinero en sus experimentos. Llegó el año 1976 cuando George Bush que más tarde sería Presidente de los Estados Unidos engrosó como director de la CIA a muchos refugiados de guerra. Hubo una relación entre la familia Bush y Adolf Hitler a través de muchas multinacionales que apoyan a los nazis en Europa como fue el caso Stysandar Oil o la Ford. Partes del Imperio Prescott- Bush, fundado por el abuelo de Bush cuando trabajaron para la Alemanía de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. George Bush como director de la CIA borró todo lo que entre su familía y el Tercer Reich. Y cuando Adolf Hitler le preguntó a Von Braun: ¿cuanto tiempo tardarán en tenerlo? Braun respondió: Bueno de cinco a diez años. Demasiado tiempo repuso Hitler. Mostrándose prudente para mantenerse en su puesto relevante dentro de la administración nazi en donde tendría que hacer concesiones o ingresar como miembro del partido nazi como fue el caso. Con un padre contrario a Hitler y a sus métodos no estaba bien visto que un funcionario público no estuviese afiliado a un partido único. Los técnicos no supieron aconsejar a su jefe... Y Wernher debería de aceptar el nombramiento de lo contrario no solo sería una muestra de deslealtad al régimen sino una bofetada a la cara del topoderoso Himmler y en el año 1937 se afilió al Partido Socialista Alemán. Un puesto que Heinrich Himmler llevaba consigo al solicitar una entrevista con él. Junto al Presidente Kennedy y al Vicepresidente Lyndon B. Johnson Von Braun fue la pieza clave para llegar a la Luna. En 1945 el Ejército Rojo capturó a un buen número de cientifícos nazis y para Stalin fue todo un disgusto que no pudieran capturar a Von Braun. Los soviéticos siguieron una política muy diferente a la que aplicaron los norteamericanos con los cientificos nazis y enviaron de vuelta a la República Alemana a la mayor parte de todos los cientificos nazis que retenían en Moscú. Nunca llegaron a conocerse entre sí. Trabajaban en las mismas competencias pero separados. Tijonranov, uno de los principales diseñadores de cohetes soviéticos señaló que la tecnología de su país no solamente estaba a la par con Estados Unidos sino que podía ser capaz de situar un satélite artificial en órbita alrededor de la Tierra. Entraron en la Guerra Fría. Y un cuatro de Octubre en forma de bola esférica de aluminio de medio metro de diámetro y unos ochenta kilos de peso el Sputnik comenzó a dar vueltas alrededor de nuestro Planeta. Los soviéticos dieron la noticia de su lanzamiento justo cuando sobrevolaba el cielo de Estados Unidos. En ese momento el Secretario de Defensa, Neil McElroy y el jefe del Ejército estadounidense se encontraban en la base militar en donde trabajaban Werner Von Braun y su equipo. Y dando ya el salto en el tiempo el cuatro de febrero de 1961 varias estaciones de radio astronómicas recogieron las señales de un satélite soviético. Comenzaron a transmitir los latidos de un corazón. Se detuvieron las pulsaciones y se habló de dos cosmonautas a la deriva y perdidos Kachur y Grachev. Tres meses más tarde varias estaciones de seguimiento recibieron llamadas de socorro y al rastrear el origen descubrieron que procedían de una nave en órbita con dos cosmonautas a bordo. Radioaficionados italianos aseguraron en noviembre de 1962 haber dectetado una misión espacial en peligro. Existen evidendencias de que Belokonev murió en esa misión. Unos cinco meses después de colocar a la primera mujer en órbita, Valentina Thereshkova, se perdió el control de una nave en que se intentaba enviar a la segunda cosmonauta al espacio. Era un 19 de Noviembre de 1963. Se abre una puerta y se cierra otra.

UN VISIONARIO

Nacido en la ciudad francesa de Nantes un ocho de febrero de 1828 han sido muchos los autores que se han acercado a Julio Verne. Ahora bien, ¿lo han entendido o mejor dicho ha sido entendida su amplia obra y en que lugar se encuentra la misma?

Nos preguntamos ¿era Julio Verne masón? La mayoría de sus amistades y de su colegas lo eran. Se manejaba en esos círculos cierta información que no podía divulgarse libremente por la autoridades de la época y muchas de sus amistades masónicas pertenecían a la Sociedad Angélica fundada por el impresor lionés Sebastián Greif en el siglo XVI. A la misma se han vinculado artistas como Georg Sand, Alejandro Dumas -amigo intimo de Verne-. Leonardo Da Vinci y Francois Rabelais. Conocida también con el nombre de Niebla, procedente de otra sociedad secreta griega llamada Nephes, y un libro básico, El sueño de Poliphile, cuya autoria se atribuye a Francisco Colonna, un monje dominico. Libro codificado y el mismo lleno de jeroglíficos. Para su lectura se precisaban conocimientos de Griego, Latín y Francés. El vinculo de la unión de esta sociedad secreta a finales del siglo XIX era el editor Jules Hetzel. En 1898, un año después del atentado y siete años antes de su muerte, Julio Verne decidió quemar todas las claves e interpretaciones de sus novelas. Comenzó a trabajar en el proyecto de su tumba en colaboración con el escultor y amigo de Verne y aficionado a la esotérico, Albert Roze. El enigma de su epitafio es Hacia la inmortalidad y la eterna juventud.

HOMBRES QUE CAMBIARON SUS MENTES

La Comunidad mormona de Utah en el año 1976 decidió financiar una de las expediciones más importantes de la Historia. Influidos por el ingeniero escocés Stanley Hall los mormones quedaron sorprendidos al leer el libro de Erich Von Daniken, El Oro de los Dioses y ver en la cueva de los tallos cierta relación con su doctrina religiosa. En palabras de su profeta Joseph Smith existe un libro de oro guardado en antiguas cavernas en la cordillera de los Andes. Sería el original del Libro del Mormón, actual libro. Fue anunciado a Smith por un ángel luminoso llamado Moroni y la comunidad mormona creyó ver una señal en su descubrimiento del Libro de Oro en Ecuador. Los mormones tomaron a Neil Armtrong como el elegido que debía de descubrir la preciada reliquia. A lo largo de treinta y cinco días, la expedición británico -ecuatoriana descendió al abismo para desarrollar sus investigaciones. No encontró el mítico libro, pero tras estar tres días en la cueva de los tayos aseguró que su visita al mundo subterráneo había superado su vivencia en la Luna y que al igual que había sido el primer hombre en estar allí arriba quiso ser el primero en estar allí abajo.

James Irving había regresado de su periplo lunar sufriendo una gran transformación en su personalidad llevándole a abandonar la NASA y a fundar una agrupación evangélica en el Estado de Colorado. Se llama Vuelo Alto y se dedica a promover y difundir un mensaje de unidad. Pero además tiene el cometido de subvencionar expediciones -hasta seis- al monte Ararat en busca del Arca de Noé en Turquía. El director y protagonista era él mismo. Achacó siempre su mucha fuerza a la fe y a sus profundas creencias religiosas. El haber subido al Monte Ararat hizo que el novelista Julían Barnes usara su experiencia como esqueleto para uno de los relatos de su libro, Una Historia del Mundo en Diez Capítulos y Medio. Organizó una y otra vez más expediciones. Creía que había dado con el lugar exacto en donde se encontraba el Arca de Noé. Casi muere tras una mala caída en una de las lomas del Ararat en 1982 pero murió el ocho de Agosto de 1991 de un ataque al corazón mientras hacia preparativos para otra expedición. En su fundación siguen divulgando una idea muy arraigada en Irving desde su regreso en su aventura lunar Dios caminando por la tierra es más importante que el hombre caminando sobre la Luna. El 31 de Enero de 1971 Edgar Mitchell (fallecido recientemente) como integrante de la Misión Apollo 14 se convirtió en el sexto hombre en visitar el suelo Lunar. Mitchell había realizado un experimento de percepción extrasensorial. Lo había preparado de una manera privada. A su regreso se dió de baja de la Marina y de la NASA y fundó el Instituto de Ciencias Noeticas para intentar entender el Universo a través del pensamiento y de la mentey desentrañar el fenómeno de la conciencia asociado al Cosmos. Como resultado escribió Exploración psíquica demostrando el vínculo entre Ciencia y Espiritualidad. En el año 1972, Mitchell concertó una reunión entre el psíquico Uri Geller y Werner Von Braun. ¿Casualidad?

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