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Xavi Barroso
Xavi Barroso (Foto: David F. Rivas)

Entrevista a Xavi Barroso: “La mayoría de las mujeres de principios de siglo XX que sobresalían tenían que ir en contra de las normas sociales”

Autor de “La avenida de las ilusiones”
Por Javier Velasco Oliaga
viernes 03 de julio de 2020, 14:08h

La avenida de las ilusiones” es la primera novela del guionista televisivo y gestor de marketing online Xavi Barroso. La novela se desarrolla en el primer tercio del siglo XX en la Barcelona del anarquismo y de la ebullición teatral que se centraba en torno al Paralelo. Hasta Barcelona llegan las hermanas Francisca y María Romero, para servir en una casa de la alta burguesía catalana.

  • Xavi Barroso en pleno Paralelo barcelonés

    Xavi Barroso en pleno Paralelo barcelonés

La avenida de las ilusiones
La avenida de las ilusiones

Francisca se convertirá con el tiempo en la actriz María Green y rendirá a sus pies todo el Paralelo barcelonés. Durante ese proceso ocurrirán diversos acontecimientos políticos y sociales que harán de ella un icono del incipiente feminismo y de los teatros de la Ciudad Condal. La novela está perfectamente ambientada y ha sabido dar Xavi Barroso un sólido barniz de verosimilitud a su protagonista de la que podríamos llegar a afirmar que fue todo un personaje real.

¿Por qué se decidió a escribir una novela de tiente presentamente biográfico sobre la vedette María Green?

Cuando descubrí el pasado glorioso de la avenida del Paralelo de Barcelona y la biografía de dos grandes actrices salidas de sus escenarios, Raquel Meller y Elena Jordi, supe que había encontrado una historia interesante que contar. A partir de ellas, construí la biografía de María Green, pues consideré que los hitos de Raquel y Elena ayudaban a explicar las luces y las sombras de la avenida en cuestión a principios del siglo XX.

¿Por qué escogió ese nombre artístico para su protagonista?

La verdad es que Francisca, nombre real de la protagonista, escoge el nombre artístico de “María” porque su hermana se llama así y el apellido “Green” porque suena exótico. Muchas de las artistas del momento hacían lo mismo. No pudo contar más para desvelar parte de la trama.

¿Fue complicado documentarse sobre la época? ¿Tuvo que bucear mucho en las hemerotecas?

Hubo un poco de todo. La verdad es que los hechos más importantes se encuentran en muchas fuentes diferentes. Ahora bien, detalles como a partir de qué año se establecieron las paradas de tranvía fijas, el vestuario, los hábitos del momento o cómo funcionaban las tramoyas de los teatros suponen indagar mucho más en los recursos que vas encontrando.

¿Por qué quiso dar un tinte feminista a su protagonista de comienzos del siglo XX?

Porque la mayoría de las mujeres de principios de siglo XX que sobresalían tenían que ir en contra de las normas sociales, de los dictámenes de su familia y, en muchas ocasiones, de las propias leyes para conseguir sus objetivos. Quisieran o no, eran feministas en tanto que luchaban por conquistar parcelas sociales, legales y políticas a las que estaban vetadas. También es un momento importante para el sufragismo a nivel mundial, aunque en España sea un movimiento más débil que en otros países. La mujeres toman consciencia de la importancia de la educación y del voto para su emancipación y creía interesante mostrar esa realidad en la novela.

¿Cuáles serían las características principales de esa modesta Francisca Romero para convertirse en una primera actriz del Paralelo barcelonés?

Es una mujer de convicciones fuerte, rebelde, valiente, vehemente y testaruda. Y, por supuesto, una gran artista.

Para crear su personaje, ¿en qué vedettes españolas se fijó?

Sobre todo, como comentaba, en Raquel Meller y Elena Jordi. La primera era cupletista y actriz de teatro lírico y la segunda actriz de vodevil, los géneros que más triunfaron durante la década de los diez en el Paralelo de Barcelona. Figuras claves para describir un momento cultural tan potente.

Las dos primeras décadas fueron muy convulsas en Barcelona. Semana Trágica, anarquismo, Primera Guerra Mundial. ¿Todos estos acontecimientos hicieron de Barcelona el centro de anarquismo mundial?

No sé si diría tanto, pero sí que fue la ideología que caló más fuerte en los movimientos obreros de la ciudad. Mientras que en Madrid se expandió con más fuerza el socialismo, en la Ciudad Condal tuvimos sindicatos como la CNT, de carácter eminentemente anarquista, que consiguieron hitos como las ocho horas laborales para todo el Estado Español tras una virulenta huelga llamada “La Canadiense”.

¿Y de ahí que no pudiese faltar la vía de escape y ocio del music hall incipiente?

Por supuesto, sin radio, ni televisión, y con cerca del 50% de la población iletrada, la población necesitaba entretenimientos, y la avenida del Paralelo se los ofrecía. Tras jornadas de entre diez y catorce horas, una cerveza en uno de sus cafés o unos cuplés en uno de sus teatros deberían saber a gloria.

¿Por eso no tampoco podía faltar una historia de amor con Joan, militante de la CNT?

¡Claro! Francisca vivirá varios amores, y uno de ellos será Joan, un anarquista con el que tendrá una relación tormentos. Esa historia era la mejor manera de que la protagonista tuviera vínculos con el movimiento obrero, un puente para conectar la ambición de Francisca/María Green y las ambiciones del proletariado.

“Muchas de las mujeres no tenían consciencia de la necesidad de luchar por sus derechos”

También “La avenida de las ilusiones” es una historia de amistad entre mujeres. ¿Había mucha confraternización con todas esas mujeres con las que va cruzándose por su camino?

Seguro que hubo de todo, como en todas las épocas, pero es cierto que muchas de las mujeres no tenían consciencia de la necesidad de luchar por sus derechos e incluso, muchas de ellas, se oponían a las ideas feministas –como sigue pasando en la actualidad–. Eso en el plano social, en el mundo del espectáculo, tal y como sucedía con los hombres, había mucha competencia y eso causaba más de un resquemor.

Empresarios sin escrúpulos, burguesía corrupta, tugurios de baja estofa… ¿Fue tan sórdida aquella época?

Lo fue, y más si eras mujer y querías ser artista. Una vez me preguntaron si viviría en aquella época, y respondí con un rotundo no. Debería ser duro, no podías quejarte sin represalias. Si eras obrero trabajabas un sinfín de horas. Estabas gobernado por un gobierno corrupto que, como se ha demostrado, amañó todas las elecciones del sistema de turnos hasta que Primo de Rivera dio el golpe de estado.

La novela está escrita en primera persona. ¿Fue difícil meterse en la mente de la protagonista?

La verdad es que fue un reto cuando me lo planteé, pero la escritura de esa voz fue mucho más sencilla de lo que me esperaba. La protagonista me hablaba directamente a mí, por decirlo de alguna manera.

Después de conocerla tan bien, ¿cómo la definiría su personaje?

Creo que es una mujer con muchos claroscuros y dilemas que vive en una época convulsa. Se equivoca, rectifica y aprende tal y como hacemos la mayoría de las personas. Es una luchadora tozuda, una heroína que debe interpretar el papel de villana en alguna ocasión, un artista con alma libre que renuncia a lo que no está escrito para vivir la vida que desea llevar.

¿Podríamos adelantar por qué decide escribir su propia historia la artista en 1937?

Eso sería un spoiler, mejor dejemos que los lectores y lectoras lo descubran cuando lo lean.

El Paralelo fue un lugar muy conocido internacionalmente, una avenida que compitió con Montmartre por la hegemonía del cabaret en Europa

Ahora el Paralelo vive sus horas más bajas. ¿A qué cree que es debido?

El panorama teatral ha cambiado respecto a su relevancia dentro de la sociedad. Ahora, los teatros no solo compiten los unos con los otros, si no que tienen que ofrecer obras más atractivas que los contenidos de Netflix, el cine comercial, los videojuegos, la televisión tradicional, los libros…

¿Qué significó el Paralelo en aquel primer tercio del siglo XX?

Significó una explosión de cultura y arte. Para que te hagas una idea de cómo era la avenida a principios del siglo XX, imagina una calle de teatro, cabaret, vedetes, salas de juego, salas de cine, vendedores ambulantes, cocaína, cafés, bares, salas de baile, bohemios, artistas, músicos, circos... El Paralelo era cultura, ocio y golfeo, un lugar donde se representaba desde a Shakespeare hasta zarzuela o el vodevil más malo.

De hecho, fue un lugar muy conocido internacionalmente, una avenida que compitió con Montmartre por la hegemonía del cabaret en Europa. Se hizo famosa durante la Primera Guerra Mundial, momento en que España es neutral y muchos artistas e intelectuales del continente se exilian a Barcelona.

La avenida está situada en una ciudad que se halla en plena guerra entre dos clases sociales: la burguesía y los obreros. De hecho es el momento del pistolerismo, en el que anarquistas y la patronal se matan a tiros. Por todo ello, el Paralelo se convierte en el gran espacio del ocio obrero por donde corren las ideas anarquistas, socialistas o leurroxistas como por su casa. En los cafés se hablaba de teatro pero también de revolución.

¿Los medios audiovisuales están matando al teatro a la antigua usanza?

El teatro sigue ofreciendo la magia del arte en vivo, de la proximidad, de los olores y las lágrimas en directo. El silencio de una platea acongojada por los giros de un buen drama no tiene comparación. Sigue siendo una experiencia artística diferente al resto de propuesta culturales. Como crítica, diría que quizá no sabe acercarse a los jóvenes: ni en temáticas ni en precios. De alguna manera, debería haber una renovación generacional que asegure la continuidad de un teatro digno para sus trabajadores, profundo en sus propuestas y adecuado para los bolsillos de todos y todas.

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Xavi Barroso
Xavi Barroso (Foto: David F. Rivas)
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