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ISSA NOBUNAGA de Carlos Almira Picazo

jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h

ISSA NOBUNAGA de Carlos Almira Picazo: un viaje al Japón de la Edad Moderna

Por Felipe Velasco

Los amantes del Japón clásico tienen un libro de ficción histórica que les hará revivir algunos de los momentos más importantes de la formación de Japón a partir del cúmulo de señoríos feudales preexistentes: Issa Nobunaga de Carlos Almira Picazo.


Japón: termina el siglo XVI; el país se deshace en guerras interminables entre los poderosos señores feudales; el poder del Emperador ha decaído hasta volverse meramente simbólico; los daimios provinciales ya no obedecen a ningún gobierno ni a la Corte Imperial; los primeros viajeros portugueses introducen el país entre sus mercancías, las armas de fuego y el cristianismo.

Uno de estos daimios, el señor Nobunaga, tiene dos hijos: Issa y Oda. Issa Nobunaga, el primogénito, carece de ambiciones y de aptitudes para heredar el señorío, enzarzado en guerras con sus vecinos, y se inclina por la poesía y la vida vagabunda; por el contrario su hermano, Oda Nobunaga, posee un excepcional talento político y militar, pero su nobleza le impide conspirar contra Issa para suplantarlo ante su padre; no tendrá que hacerlo porque, antes de la muerte de éste último, Issa Nobunaga desaparece dejándole toda la herencia.

Desde ese momento toda la actividad de Oda Nobunaga se dirige a encontrar a su hermano perdido, y a someter a los feudos, vecinos y lejanos, y unificar el país bajo la autoridad del Emperador (que vive en una cabaña en los arrabales de Kioto). Para ello no dudará en aprovechar las armas de fuego y las técnicas militares introducidas por los portugueses. Sin saberlo, irá poniendo uno a uno, los peldaños de su trágico final.

Almira ha conseguido en esta obra un estilo sólido y atrayente. Las distintas oraciones y palabras que son empleadas a lo largo de la novela nos trasladan al país nipón sin preguntarnos por el origen del autor como él mismo ha pretendido. Pero para la comprensión de algunas escenas, el autor utiliza un vocabulario distinto para el lector occidental (no creo que el término del órdago se utilizase en el Japón, pero se le consiente para que comprendamos sin excesiva dificultad la obra).

La construcción de la novela en la que abundan los saltos temporales y de personajes principales obliga al lector a hacer un esfuerzo para captar todos los detalles interesantes sin perder el hilo. Pero en el fondo esto nos va a permitir imaginar las diferentes vidas de aquel tiempo sin envolvernos en una sola trama de muchísimas páginas.

La obra ha sido fruto de un gran trabajo de documentación que no tiene como motivo impresionarnos, sino que el autor desea transmitirnos el amor por esta época.

En definitiva, una buena novela que relata el cambio drástico del desarrollo de la nueva era moderna en Japón: un fino cuchillo que separa de raíz los viejos tiempos de lo que tiene que llegar.

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