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Christian Gálvez
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Christian Gálvez (Foto: Javier Oliaga)

Christian Gálvez publica su estudio "Leonardo da Vinci —cara a cara—", sobre la gran figura del Renacimiento

En el libro participan reconocidos expertos en la figura de Leonardo da Vinci

miércoles 22 de marzo de 2017, 13:04h

Giorgio Vasari, uno de los primeros historiadores de arte y autor de las biografías de muchos artistas del Renacimiento, aseguraba en sus textos que existe un retrato de Leonardo da Vinci que Francesco Melzi, alumno, secretario y albacea del genio florentino, guardó al morir el maestro.

Christian Gálvez
Christian Gálvez (Foto: Javier Oliaga)

Pero ¿a qué imagen se refería Vasari? ¿Al supuesto Autorretrato que custodia la Biblioteca Real de Turín y que mundialmente se reconoce como tal o, por el contrario, al retrato que realizó Francesco Melzi mientras su maestro seguía con vida? ¿Son compatibles ambas efigies? ¿Coinciden esos rostros con el resto del imaginario de Leonardo da Vinci, tales como el del Hombre de Vitruvio de Venecia o los de La última cena de Milán? ¿Quién es el hombre representado en la Tavola Lucana?

A través de estas páginas, prologadas por el prestigioso historiador Ross King, analizaremos todas las teorías que eruditos, historiadores y expertos en arte han elaborado en torno a la imagen del genio florentino con un único objetivo: encontrar el verdadero rostro del polímata más conocido de la historia de la humanidad: Leonardo da Vinci.

"Leonardo da Vinci —cara a cara—" es un fascinante análisis, profusamente ilustrado, de las teorías existentes acerca del verdadero rostro del artista toscano. Apoyándose en las opiniones de reconocidos expertos, Christian Gálvez nos va guiando en una búsqueda que demuestra que muy poco acerca de la apariencia física de Leonardo es indiscutible.

Si bien la mayoría de nosotros tenemos en mente una imagen aproximada del genio renacentista —pelo largo, coronilla calva, barba ondulada, cejas gruesas y mirada penetrante—, esa idea se basa en gran medida en el dibujo custodiado en la Biblioteca Real de Turín, un presunto autorretrato que, sin embargo, muchos especialistas ponen en duda.

Por este motivo, el autor ha decidido analizar en profundidad dicha obra, así como el retrato atribuido a su discípulo Francesco Melzi y la llamada Tavola Lucana, principalmente,
además de otras imágenes de las que se ha venido argumentando que podrían considerarse retratos o autorretratos de Leonardo.

Siguiendo el método del propio florentino, Christian Gálvez aplica la observación visual y la investigación científica a fin de despejar algunas de las muchas incógnitas existentes a este respecto.

Con la intención de explicar los motivos por los que el presunto autorretrato turinés cuenta con tanta aceptación popular, el libro recrea el contexto histórico del siglo XIX, concretamente la época del Romanticismo, momento en el que dicha imagen cobró fuerza como icono leonardiano. El autor nos explica que fue entonces cuando surgieron los mitos visuales, debido a la necesidad del individuo romántico de reflejarse en el espejo del otro, convirtiendo al ser humano en un icono construido a imagen y semejanza de una nueva sensibilidad. Sin embargo, desde un punto de vista más científico y riguroso, muchos especialistas se resisten a otorgarle credibilidad a esta obra, de la que apenas se conoce siquiera la procedencia.

Con la ayuda de las autorizadas intervenciones de numerosos expertos en diversas materias, el autor comienza entonces un análisis detallado de las principales obras que somete a juicio: el ya mencionado presunto autorretrato turinés, el retrato atribuido al discípulo Francesco Melzi y el David de Verrocchio, para el que pudo haber servido de modelo un joven Leonardo. De todas ellas se realiza un completo estudio que abarca cuestiones cronológicas y de datación de las obras, así como la justificación histórica de las mismas en textos de épocas cercanas; aspectos de técnica pictórica y artística; argumentos de fisonomía y fisiognomía; una amplia comparación que corrobora la compatibilidad entre unas y otras obras; su relación con los planteamientos filosóficos y anteriores efigies de pensadores griegos; o su influencia en representaciones posteriores.

Siguiendo este mismo esquema, Christian Gálvez analiza a continuación una serie de obras que en ocasiones se han considerado eventuales retratos o autorretratos de Leonardo, pero que él descarta como tales. Entre ellas se encuentran imágenes tan conocidas como la Sábana Santa, el Hombre de Vitruvio, La última cena, La Escuela de Atenas o La Gioconda, y el autor las somete a un estudio multidisciplinar en el que toca temas tan dispares como la influencia en ellas de la ausencia de la figura paterna de Leonardo, sus creencias religiosas, su relación con la naturaleza, sus conocimientos de óptica, geometría y perspectiva o incluso sus tendencias sexuales.

Finalmente, el autor examina en profundidad la llamada Tavola Lucana, último de los posibles retratos de Leonardo en haber salido a la luz, y quizá aquel destinado a modificar las convicciones existentes hasta la fecha.

En la parte destinada a valoraciones y conclusiones, se nos ofrecen dos amplios estudios, uno morfopsicológico y otro maxilofacial, de los rostros que se han barajado como posibles imágenes de Leonardo. La conclusión de Christian Gálvez es que existen similitudes y diferencias entre el David y el Santo Tomás de Verrocchio, el retrato atribuido a Melzi y la Tavola Lucana, si bien no puede descartarse que representen a la misma persona. Lo que sí tiene claro el autor es que la morfología de los anteriores no es compatible con la del presunto autorretrato turinés.

Posteriormente, la obra se ocupa de relatar cómo se llevó a cabo en el siglo xix la búsqueda y exhumación del presunto cadáver de Leonardo da Vinci, un proceso a todas luces poco riguroso y que hace pensar que los restos que actualmente se encuentran en el castillo de Amboise pueden no corresponderse con los del genio florentino.

A modo de reflexión final, y una vez expuestas todas las pruebas, Christian Gálvez insta al lector a que se deje guiar por su propia percepción y mantenga una opinión propia sobre el tema. A fin de cuentas, cada uno desea encontrar la imagen que a él le suponga una respuesta y, en el fondo, tal vez lo importante no sea el rostro en sí, sino la curiosidad, observación, perseverancia, sacrificio y pasión que le hayan llevado a buscarlo.

Como todo estudio científico que se precie, la obra se cierra con unos completos apéndices que incluyen apuntes de distintas biografías históricas de Leonardo, la reproducción de su testamento, una serie de páginas autógrafas y apócrifas del maestro florentino, un esbozo de la situación política en el Renacimiento de Leonardo, una tabla cronológica en la que se emparejan la vida y obras del maestro toscano con los sucesos históricos del momento, cientos de notas explicativas y una extensa bibliografía en cuatro idiomas.

Christian Gálvez (Madrid, 1980) compagina su trabajo en televisión —donde conduce con éxito el concurso cultural Pasapalabra desde hace diez años— con la investigación de las grandes figuras del Renacimiento —como Leonardo, que es el tema estrella de sus conferencias—, motivo por el que vive a caballo entre Madrid y la Toscana. De su curiosidad y afán investigadores, surgió Matar a Leonardo da Vinci, su debut literario, que obtuvo gran éxito de venta y crítica. La novela, primer volumen de sus Crónicas del Renacimiento, alcanzó las cinco ediciones y lleva más de 50.000 ejemplares vendidos. Rezar por Miguel Ángel fue la segunda entrega de una trilogía que aúna thriller histórico con literatura de aventuras y los extensos conocimientos del autor sobre el mundo artístico de la Italia de la época. Leonardo da Vinci —cara a cara— es su cuarto libro de no ficción.

Para dar forma a este estudio, y sobre todo para la ardua tarea de buscar fuentes, datos, imágenes y contactos, el autor se ha querido rodear de un equipo cualificado en el que figuran algunos de los mejores especialistas del mundo en torno al universo de Leonardo.

Así, esta obra cuenta con las valiosas aportaciones de expertos de diversos ámbitos.

En el ámbito «vinciano» han colaborado: Ross King, novelista canadiense y escritor de numerosos ensayos bestseller sobre arte; Giovanni Saccani, director de la Biblioteca
Real de Turín, en cuya colección se encuentra el dibujo conocido como Autorretrato de Leonardo da Vinci; Alessandro Vezzosi, crítico de arte, erudito en Leonardo da Vinci y director del Museo Ideale Leonardo da Vinci; Martin Kemp, profesor emérito de Historia del Arte en la Universidad de Oxford y autoridad de prestigio mundial en Leonardo da Vinci; Nicola Barbatelli, director científico del Museo delle Antiche Genti di Lucania, descubridor de la Tavola Lucana y autor de diversas obras sobre Leonardo; Mario Taddei, académico italiano y director técnico e investigador jefe del centro de estudios italiano Leonardo3 en Milán, y Carlo Vecce, profesor de Literatura Italiana en la Universidad de Nápoles y miembro y secretario de la Comisión Vinciana desde 1994.

En el ámbito científico han intervenido: Juan Manuel García López, sinergólogo y técnico en morfopsicología en la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil; José Diego de Alba González, técnico en morfopsicología, guardia civil de la Unidad Central Operativa (UCO); Francisco Etxeberria, doctor en Medicina y profesor de Medicina Legal y Forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco; José Antonio Lorente Acosta, catedrático de Medicina Legal y Forense y director del Laboratorio de Identificación Genética en la Universidad de Granada, que colabora en el Proyecto Leonardo; Manel Gorina Faz, cirujano oral, maxilofacial y médico estético en Gerona, y Vicente Calatayud Maldonado, catedrático emérito de Neurocirugía en la Universidad de Zaragoza y académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina, sillón n.º 45, Neurocirugía.

En el ámbito histórico ha participado José Enrique Ruiz-Domènec, catedrático de Historia Medieval de la Universidad Autónoma de Barcelona y especialista en la Edad Media, la cultura europea y la herencia mediterránea.

En el ámbito literario han intervenido: José Manuel Querol, doctor en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en teoría de la literatura y literatura comparada; David Zurdo, director de la revista Qué Leer, autor de más de cuarenta libros y miembro de la Junta Directiva del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO); Julio Marvizón Preney, periodista, meteorólogo y miembro asociado al Centro Internacional de Sindonología de Turín y al Centro Español de Sindonología de Valencia, y Clara Tahoces, diplomada en Grafopsicología y Especialidades, y autora de doce obras ensayísticas sobre el tema.

Además de estos expertos, la obra cuenta con las brillantes ilustraciones de María Emegé —ilustradora, diseñadora y fotógrafa licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid— que sirven de artístico hilo conductor durante toda la exposición. Al margen de estas, como en todo estudio histórico y científico serio, el lector encontrará asimismo las imágenes originales de las obras artísticas para no cargar de subjetividad todo dibujo o pintura analizados.

Christian Gálvez, el autor de este libro, ha sido invitado a participar en el próximo congreso internacional del Proyecto Leonardo, que tendrá lugar en Florencia el próximo mes
de mayo.

Puedes comprar el libro en:

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