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"La Suerte de los Logan": Dos paletos con suerte

Por Laura Ayet

lunes 16 de octubre de 2017, 10:41h
La suerte de los Logan
La suerte de los Logan

El director Soderbergh realiza unos relatos mucho más sinceros cuando se aleja de la trilogía Ocean’s para tratar las condiciones de la clase popular americana, como en Erin Brockovich o Traffic (ambas del 2000). Con este film consigue lo mejor de ambos estilos, combinando perfectamente los elementos del mejor humor con ese toque indie de conciencia de clase.

Comedia | 118 min. | USA 2017
Título: La Suerte de los Logan.
Título original: Logan Lucky
Director: Steven Soderbergh.
Guión: Rebecca Blunt.
Actores: Channing Tatum, Adam Driver, Daniel Craig, Katie Holmes.
Estreno en España: 12/10/2017
Productora: Trans-Radial Pictures, Free Association.
Distribuidora: DeaPlaneta

Sinopsis
Dos hermanos (Channing Tatum y Adam Driver) con menos suerte que astucia, deciden montar el robo del siglo en el circuito de carreras Charlotte Motor Speedway. Para asegurarse el éxito, necesitarán la ayuda del mejor ladrón del país, el excéntrico experto en demoliciones Joe Bang (Daniel Craig).

Crítica
La suerte nunca ha sonreído a los Logan. Clyde Logan perdió un brazo sirviendo en la guerra de Iraq, y su hermano mayor Jimmy tuvo que renunciar a su prometedora carrera deportiva cuando se quedó cojo, y ahora trabaja, como puede, en el sector de la construcción. Mientras, a la menor de los hermanos le va mejor. Mellie “triunfa” trabajando en un salón de belleza, cardando el pelo y acicalando a señoras mayores.

¿Cómo van a dar el golpe del siglo un manco y un cojo? Estos Robin Hood están muy lejos del glamour de las ciudades americanas más emblemáticas. Nuestros protagonistas son residentes orgullosos de West Virginia y muestran la cara amable de los redneck. Las películas americanas narran con un encanto especial la importancia del factor de la suerte, como una especie de antídoto. En una tierra de ganadores y perdedores, donde se reconoce que la vida es injusta y el pensamiento positivo es todopoderoso, la suerte puede ser el consuelo perfecto para cualquier estructura social.

El director Soderbergh realiza unos relatos mucho más sinceros cuando se aleja de la trilogía Ocean’s para tratar las condiciones de la clase popular americana, como en Erin Brockovich o Traffic (ambas del 2000). Con este film consigue lo mejor de ambos estilos, combinando perfectamente los elementos del mejor humor con ese toque indie de conciencia de clase. Con una perspectiva tan divertida de la América profunda, el film parece un cocktail perfecto entre los golpes del estafador Danny Ocean y el sarcasmo de los hermanos Coen. No solo por el tipo de parodia, sino porque además destaca un montaje sin transición entre escenas. Aún así, el estilo del director no se pierde en la narrativa, con flashbacks explicativos al estilo de la trilogía Ocean’s.

Con un guión tan agudo, el acto más lógico sería lucir al ingenioso guionista. Aquí, en cambio, sigue siendo un misterio sin resolver quién está detrás del nombre de Rebecca Blunt. No sería la primera vez que Soderbergh usa un seudónimo, con el ejemplo más reciente en Magic Mike XXL (2015), donde lo utilizó para su trabajo como director de fotografía y editor. Pero el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA) tiene unas restricciones muy concretas con el uso de seudónimos, así que una posible apuesta sería que es una debutante.

El reparto de la película es una de las características que la hace tan brillante. Con el tiempo Channing Tatum ha demostrado ser singularmente carismático, pero con films como Foxcather (2014) quedó claro que también es un gran actor. Aquí, lejos de sus primeros papales, consigue ese mismo magnetismo con un toque de modestia en el personaje. Todos los actores del reparto muestran una increíble naturalidad hablando como paletos, pero toda interpretación queda eclipsada por las escenas con Daniel Craig. El actor da vida a un ladrón especializado en cajas fuertes, y lo hace de una manera tan asombrosa que todo el mundo, incluso Su Majestad The Queen, olvidará que es el mismo que hay detrás del traje de James Bond.

No es que la idea principal de la trama sea algo terriblemente original. La combinación de ingenio, el planteamiento del golpe, la reacción y solución de problemas son las claves para destacar y que este tipo de historias consigan una dimensión interesante para el espectador. Estamos acostumbrados a un tipo determinado de película que relata un robo, pero ésta es absolutamente distinta. Las diferentes personalidades retratadas y las circunstancias en las que se encuentran los personajes hacen que esta historia sea diferente y brillante. Con momentos hilarantes, como el motín de la cárcel o la clase de química en medio del robo, es imposible no soltar una descarada carcajada.

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