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“Diccionario de los políticos”, de Juan Rico y Amat

Por Javier Velasco Oliaga
jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h
“Diccionario de los políticos”, de Juan Rico y Amat
Recientemente acaba de reeditar la editorial Homolegens una obra que, a pesar de sus 150 años, sigue estando de rabiosa actualidad, el libro de Juan Rico y Amat "Diccionario de los políticos" en una cuidada edición del catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá, Javier Paredes que enriquece el texto con más de 250 notas que buscan explicar los términos que utiliza el autor y modernizarlos, manteniendo, eso sí, la esencia del original.
Si nadie me hubiese avisado que este libro se había escrito hace más de 150 años no hubiese caído en la cuenta de ello. Es tan actual que podría haberlo escrito el más sagaz de los pocos cronistas parlamentarios que quedan en la actualidad, además el humor planea en toda la obra. Podríamos decir que es un libro didáctico y tan es así que enseña deleitando porque sus definiciones son un puro gozo para el lector.

El autor, el periodista Rico y Amat fue un genio que supo transcender las apariencias para retratar el alma de los políticos. Por esta razón muchas de las voces que contiene el Diccionario de los políticos, escrito como hemos dicho antes hace más 150 años, siguen estando vigentes, como se puede comprobar en la siguiente selección.

Cartera: La breva más sabrosa de la higuera de la situación; por lo mismo que su sabor es tan exquisito que tiene tantos golosos. Los que la prueban una vez ya no comen de ninguna otra fruta; todas las demás son sosas y desabridas.

Conciencia pública: Espada muy brillante pero que no corta. Como los políticos lo saben, no le tienen miedo y juegan con ella sin peligro de cortarse, como los niños con un sable de madera.

Corrupción: Epidemia contagiosa que hace estragos horrorosos en el país de la empleomanía. Los periódicos en su parte sanitario anuncian con frecuencia la marcha al extranjero, con objeto de cambiar de aires.

Padre de la patria: Otro contrasentido político y de los más notables. ¿No es una verdadera anomalía que se llame padre de la patria un diputado, que se mantiene del sueldo que ella le da? ¿Por qué no se llama hijo suyo, cuando es ella quien lo mantiene?

Periodistas: Los campaneros de las iglesias políticas. Los que tañen las campanas de la catedral suelen ser al mismo tiempo, diputados, oficiales de secretaría o cosa por el estilo. Los que tocan en otras ermitas no son más que simples campaneros y atrasados casi siempre en sus pagas. Para muchos es un oficio como otro cualquiera, que si bien no produce dinero, da en cambio popularidad, que en algunas épocas sirve para adquirir aquel.

Políticos: Zánganos de colmena que se alimentan únicamente de la miel de la patria. Su oficio es andar de acá para allá zumbando y picando, cuando no encuentran comida. Las laboriosas y cándidas abejas, vulgo contribuyentes, los aborrecen con justicia, porque les roban sus dulces y costosas cosechas, introduciendo la discordia en sus colmenas y destruyendo sus enjambres.

No me digan que no es genial, no me digan que no es actual. Parece escrito ayer mismo y, sin embargo, el Diccionario de Rico y Amat es una de las publicaciones más citadas por los estudiosos del reinado de Isabel II. La actual edición ha sido puesta al día y anotada por una de los historiadores especializados en el siglo XIX como es Javier Paredes, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá.
A la agudeza y la fina ironía con las que Rico y Amat describe la vida política de nuestra siglo XIX, Javier Paredes ha añadido más de 250 notas a lo largo del libro, en las que ampliando lo que dicen las voces de Rico y Amat o corrigiéndolas, se ofrece al lector una visión más completa de nuestra Historia del siglo XIX y muy particularmente del reinado de Isabel II.

A buen seguro que el lector, en más de ocasión, caerá en la cuenta de que lo que escribió Rico y Amat hace ya más de ciento cincuenta años sigue estando tan actual y vigente como entonces. No se trata de ningún don profético del genial autor del Diccionario de los políticos… La vigencia y la actualidad de buena parte de las páginas del Diccionario de Rico y Amat es la mejor prueba de que lo sucedido en el siglo XIX podemos considerarlo con toda propiedad, como parte de nuestra Historia Contemporánea de España.

Juan Rico y Amat (1821-1870) fue una figura polifacética: historiador, político, periodista, dramaturgo, jurista, poeta… Cursó estudios de Filosofía y Derecho en la Universidad de Madrid. Dirigió el periódico madrileño La Esmeralda y colaboró en La Ilustración Española. Consejero provincial de Alicante en 1845, fue corregidor y jefe político del distrito de Alcoy desde 1847 a 1850. En 1848, Isabel II le nombró secretario honorario y en 1849 le concedió el título de Comendador de la Real Orden de Isabel la Católica. Fue Secretario del Gobierno Civil de en 1849 y en 1854 del de Barcelona. Tras abandonar este cargo redactó el Diccionario de los políticos. Entre las numerosas publicaciones de Juan Rico y Amat, además de su popularísimo Diccionario de los políticos, hay que destacar los tres volúmenes de su Historia política y parlamentaria de España.

El editor Javier Paredes es catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá. Renovador del género biográfico en los ámbitos universitarios, ha publicado varias biografías de destacados políticos y hombres de empresa de los siglos XIX y XX, como Pascual Madoz, Serafín Olave o Félix Huarte. Especialista del siglo XIX, cabe destacar entre sus publicaciones su libro La organización de la justicia en la España liberal (los orígenes de la carrera judicial (1834-1870). Es director de la Historia Contemporánea de España y de la Historia Contemporánea Universal utilizada como manuales en la Universidades españolas desde hace más de veinte años.

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