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“La casa de los titanes y otros poemas”: Ediciones Lupercalia recupera una de las obras capitales de George William Russell.

Por José Antonio Olmedo López-Amor
lunes 06 de junio de 2016, 19:47h
La casa de los titanes y otros poemas
La casa de los titanes y otros poemas

"La casa de los titanes y otros poemas", un libro escrito un año antes de la muerte de su autor, es ofrecido en esta edición de Lupercalia de forma bilingüe, en inglés y español. Es de celebrar que esta sea la primera traducción en nuestro país de una obra culmen en la bibliografía de un autor que injustamente vive en el olvido.

Alejandra Adrover y Francisco Sempere son los traductores de la obra además de firmar una introducción muy interesante en la que reivindican la importancia que en su momento tuvo la obra y figura de George Russell. Una importancia que excede los términos literarios y se amplía a ámbitos socio-político-económicos, ya que fue uno de los grandes promotores de la independencia de Irlanda, además de economista, experto en agricultura, periodista y visionario.

Para aquellos que no conozcan la vida y obra de George William Russell, comenzaré diciendo que fue un escritor y ensayista irlandés, de comprometida ideología nacionalista, además de editor, crítico, reformador y pintor. Nació en Lurgan, (Irlanda del Norte), en 1867 y falleció en 1935. Dublín fue la ciudad donde se formó académicamente. Un rasgo característico en su obra literaria fue su seudónimo, Æ, contracción de la palabra latina «æon», cuyo significado es “período de tiempo indefinidamente largo o época”. Dicha grafía comenzó a utilizarla como rúbrica y más tarde la utilizó como seudónimo. Russell fue uno de los fundadores del histórico Abbey Theatre, pero abandonó su tarea en 1904 después de una fuerte discrepancia con su compañero y cofundador William Butler Yeats, el reconocido poeta y dramaturgo irlandés.

George William Russell fue la mayor figura en el renacimiento de la literatura irlandesa de finales del siglo XIX y comienzos del XX, movimiento que intentó reivindicar el antiguo folklore irlandés, sus leyendas y tradiciones mediante la creación de nuevas obras literarias. Se distinguió como editor de los periódicos “The Irish Homestead” y “The Irish Stateman”. Los poemas, historias cortas y ensayos de Russell sobre la cuestión de la independencia irlandesa fueron su mayor contribución al movimiento cultural, conocido también con el nombre de "Renacimiento Celta".

Algunas de sus obras más importantes fueron: Homeward: Songs by the Way (1894), Colección de poemas (1913), El candil de la visión (1918) y La casa de los titanes y otros poemas (1934), el libro que nos ocupa. Los poemas de Russell reflejan su continua preocupación por la teosofía además de su profunda creencia en la naturaleza como la conexión entre Dios y el ser humano. Este libro incluye el poema La casa de los titanes de forma íntegra y una selección de Colección de poemas, a lo que hay que añadir una selecta muestra de su obra pictórica.

Juan Ramón Jiménez llegó a la literatura de Russell a través de Yeats. En 1927 tradujo al castellano su poema “Holgorio” que publicó en 1932 en la sexta entrega de Sucesión y reeditó en 1949 en el número 7 del Boletín Español de Londres. En Guerra en España (1985: 91-92) se recogen otras tres traducciones a este autor fechadas en 1938: “Reconciliación”, “Inmortalidad” y “El gran hálito: El soplo de belleza”. Y no sólo en nuestro premio Nobel influyó la poesía de Russell, Valle-Inclán también fue seducido por el misticismo de este poeta inglés y su huella puede verse en obras como La lámpara maravillosa: ejercicios espirituales.

La casa de los titanes es un largo poema épico de reminiscencias celtas, lleno de imágenes sobrecogedoras y una belleza sobrenatural, Nuada, Angus, Lir, Balor, son algunos de sus protagonistas, reyes, príncipes, divinidades, el universo de Russell está plagado de connotaciones místicas y protagonistas de leyendas druidas y el gaélico antiguo.

Por su parte, la selección pictórica aquí recogida comprende desde retratos a Elizabeth Young y Lia Clarke, hasta paisajes en los que la figura humana es protagonista: Good bye, A visión in the glade, Two waters devas o Morning visión dan buena cuenta, no sólo de la importancia del cuerpo humano en sus pinturas, sino también de su creencia en algo trascendente plasmado en las numerosas visiones de sus protagonistas. George W. Russell tuvo visiones desde niño y a lo largo de toda su vida, apariciones místicas, se dijo de él que sufría estados de trance en los que era capaz de ver el pasado y el futuro.

También en su selección de poemas vemos reflejado ese interés de su autor por lo sobrenatural y teosófico. Poemas como: “El don”, “Inmortalidad”, “Dualidad” o “La visión divina” se encargan de reflejar ese aspecto esotérico de su vida trasladado a su poesía.

Se dice de William Russell que probablemente no era un genio, quizá no debió dedicarse a tantas y diferentes disciplinas, se dice que injustamente, tras su muerte, su obra cayó en el olvido, muchos de sus colegas contemporáneos alcanzarían mayor fama y rédito, pero también se dice que ninguno de sus compatriotas podría rivalizar con su versatilidad y mucho menos con su calidad espiritual.

A continuación, y ya para finalizar, unos versos de su poema titulado “Invierno”:


«Nunca visible a los sentidos o el pensamiento
la belleza no nace sino retrayéndose o huyendo;
y aunque la conozcamos
siempre acaba por abandonarnos».

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