"No hubo engaño, ni ocultación, sólo un error de cálculo ocasionado por mi afán de mantener la confianza de los mercados y en ese momento todavía estábamos en la senda del crecimiento económico", afirmó el ex presidente de gobierno en el acto de presentación del libro publicado por la editorial Planeta en la que se mostró muy prudente y modesto, sin ganas de pisar ningún callo.
Según nos decía últimamente el escritor Manuel Vicent: "Zapatero es probablemente el presidente de gobierno más democrático". El genial cronista tiene razón en su apreciación y la verdad es que ha dado una lección de solidaridad con sus ministros y colaboradores, después de la puñalada trapera asestada por su ministro de Economía, Pedro Solbes, cuando ha señalado que "ni se me ocurrió, ni se me ocurre y ni se me ocurrirá trasladar la responsabilidad de mis decisiones a nadie"; es más, agradeció el trabajo realizado por todos y cada uno de ellos.
Así, con el valor del torero que se enfrenta a pecho descubierto con un morlaco de 600 kilos, como 600 días, dio una lección de integridad personal que no han dado otros. Pero como también nos apuntó el embajador Chencho Arias en otra entrevista: "Zapatero es el presidente peor preparado de todos". También tiene razón, dicen que la ignorancia es valiente y muchas decisiones suyas no se entienden a la luz del conocimiento económico que le quiso inocular el ministro Jordi Sevilla en dos tardes y que, claramente, no llevó a efecto.
Sin embargo, en su favor debemos reconocer que algunas decisiones fueron difíciles de tomar. "Tuve que tomar decisiones importantísimas en cuestión de horas", recuerda. En la cumbre de Cannes tuvo que rechazar por tres veces la ayuda de Merkel que cuantificó en 50.000 millones de euros para España y 85.000 millones de euros para Italia. "Como me dijo Mario Monti, conozco mejores métodos de suicidio antes que aceptar esa ayuda", apunta y abunda más en ello al decir que "sin la ayuda de la Unión Europea la crisis durará años; con su ayuda durará lustros".
El dilema es un testimonio y una explicación sobre la crisis económica que sufrimos desde el 2009, sobre su gestión y sus vivencias en las que, como señalábamos antes, ha incorporado su auto crítica, siempre desde un punto de vista subjetivo y esto es lo que "he querido trasladar a la opinión pública. El por qué tomé ciertas decisiones. Lo he entendido como un deber", dice sonriendo a la concurrencia. Sólo que ese deber le va a reportar sus buenas ganancias, ya que suponemos que no ha escrito el libro. Si lo ha hecho él, gratis, y sus buenos cuartos le habrán costado a la editorial Planeta, ahora que sufre una profunda crisis y no para de editar libros de políticos de unos y otro signo. Además, no hemos podido averiguar en cuanto han cerrado el acuerdo de publicación. Zapatero es mucho más discreto que el histriónico José Bono, al que no importaba alardear de su contrato editorial.
El caso es que para el españolito de a pié el enterarse de las razones de Zapatero le va a costar sus buenos cuartos y, probablemente, la inversión no va a merecer la pena ahora que vivimos una crisis global. Lo que sí ha prometido es que en el libro "aparecen hechos hasta ahora no conocidos. Hechos que ayudan a la comprensión de los acontecimientos".
A su parecer, la crisis económica que padecemos se produce en tres escenarios no previsibles. El primero es la propia crisis financiera global de 2008 que se escenifica con la quiebra del banco de Lehman Brothers; la segunda fue la crisis de la deuda de la zona euro y la tercera fue cuando caímos en recesión económica, que se produce en el verano de 2011 y que le haría anticipar las elecciones. Con estas causas no dejó de quejarse al decir que "las limitaciones de la política y de los gobiernos son grandes cuando se enfrentan al movimiento de capitales internacional", en esta nueva ocasión vuelve a tener razón. Porque el quid de la cuestión es la liquidez y sólo el Banco Central Europeo es el responsable de la liquidez monetaria en la zona euro y no inyectó esa liquidez cuando hacía falta.
También se defendió con razón del alza del déficit público. "El plan E, tan criticado, sólo supuso un 1% en el incremento del déficit del estado. El gobierno del Partido Popular ha subido en tan sólo dos años la deuda del 70% al 90% y encima han tocado el fondo de reserva", afirmó rotundo y con confianza. Los datos cantan y la realidad es tozuda siempre. Esperemos dentro de unos años cuando Mariano Rajoy pierda las elecciones y escriba un libro, para Planeta, por supuesto, en que nos explique por qué está tomando decisiones tan equivocadas. Hasta entonces nos quedamos con el libro de este presidente que nos ha trasladado sus inquietudes tantas veces, -utilizó el vocablo trasladar en más de 10 ocasiones durante su charlas, que más parece un operario de una empresa de mudanzas que un ex presidente de gobierno-. Creo que Manuel Vicent y Chencho Arias tenían razón en sus apreciaciones, la polémica está servida.
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