'Reino de sombras: cuando una víctima se convierte en verdugo' es un thriller muy bien escrito y desarrollado con muchos momentos en los que se te ponen los pelos de punta debido a que, Xavier Cruzado, no ha escatimado en nada ni ha edulcorado la acción más bien todo lo contrario.
Las descripciones de los asesinatos son fuertes y detalladas, en muchas ocasiones he tenido que leerlas por encima porque me daba un poco de repelús. ¿Y a quiénes están matando? Pues a una serie de sacerdotes ya ancianos. Nadie sabe el motivo y por qué todos han muerto a la misma hora pero en distintas iglesias del país. Un punto de unión al que se une otro: todos pertenecen a la Orden de los Legionarios de Cristo. El que pertenezcan a esta Orden religiosa tampoco es una casualidad. Tal como indica el autor en una breve nota al principio de la novela, se ha basado en hechos reales y ha tomado como parte del argumento, los escándalos de abusos sexuales que salpicaron a los Legionarios de Cristo entre los años 2005 y 2010.
Por esto, 'Reino de sombras: cuando una víctima se convierte en verdugo' no se queda en una mera novela negra sino que va mucho más allá. En el fondo es una crítica a los abusos sexuales que sufren y han sufrido muchos niños y hay en ella muchos párrafos que son toda una denuncia y que van a sorprender al lector como es el caso de ese vínculo que establece entre los Legionarios de Cristo y miembros del PP en tiempos de Aznar. La crítica política también está muy presente.
La novela tiene, también, una parte histórica. A través de uno de sus personajes, Gonzalo Sanmartín, hay muchas referencias a la Inquisición y a cada uno de los templos en donde van apareciendo las víctimas. Gonzalo Sanmartín es catedrático de Historia Medieval y va a convertirse en un punto de apoyo clave en la investigación. Sus conocimientos son vitales para la inspectora encargada del caso: Candela Santos, una mujer que no se acobarda ante nada ni ante nadie. Resolver el caso será una de sus prioridades.
Me ha gustado que, hasta el final, no se sepa quién es el asesino y que, una vez resuelto, la novela acabe con un clima más cordial como un contrapunto a todos los sobresaltos y altas dosis de violencia que hay a lo largo de los otros capítulos.
Xavier Cruzado tiene un estilo narrativo muy ameno. Salvo al principio de la novela, los capítulos son largos pero muy emocionantes. Sabe dar emoción e ir dosificándola para mantener en vilo al lector. También me ha parecido un estilo muy cinematográfico, muy gráfico. Creo, sinceramente, que es un autor muy a tener en cuenta y, por ello, os recomiendo mucho esta novela.
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