www.todoliteratura.es
Javier Velasco Oliaga y Francisco J. Castañón
Javier Velasco Oliaga y Francisco J. Castañón (Foto: José Miguel Castañón)

Se presenta en Escolibro el poemario “Equipaje sin lastre”, de Francisco J. Castañón

Por Francisco Jiménez de Cisneros
domingo 07 de abril de 2019, 20:27h

Se ha presentado en Escolibro el libro “Equipaje sin lastre” del periodista y escritor Francisco J. Castañón, una antología de la obra completa del poeta madrileño. En el marco histórico de San Lorenzo de El Escorial se ha llevado a cabo Escolibro durante las dos últimas semanas. Por el certamen literario escurialense han pasado escritores y críticos literarios muy representativos del panorama literario español.

  • Alberto Ávila

    Alberto Ávila

  • Presentación del poemario Equipaje sin lastre

    Presentación del poemario Equipaje sin lastre

  • Javier Velasco y Francisco J. Castañón

    Javier Velasco y Francisco J. Castañón

Francisco J. Castañón
Francisco J. Castañón (Foto: Ana María Reyes Cano)

El acto de presentación de “Equipaje sin lastre” contó con la colaboración del periodista y crítico literario Javier Velasco Oliaga, director de TodoLiteratura, y del poeta y cantante Alberto Ávila Morales, que interpretó unas canciones inspiradas en los poemarios de Miguel Hernández que pusieren el contrapunto musical a la lectura de varios poemas de la obra presentada. Francisco J. Castañón recitó diversos poemas de su libro, siendo el que dedicó a El Escorial el más aplaudido por una sala rebosante de amantes a la poesía.

En palabras de Javier Velasco Oliaga, “el autor como periodista suele analizar y diseccionar la actualidad de manera precisa y concisa. Además, Francisco J. Castañón como poeta analiza y disecciona el alma humana. Eso es, ni más ni menos, lo que hacen los grandes poetas y nuestro autor está en la nómina de los mejores poetas españoles de la actualidad”.

Los mejores poemas, hasta ahora, de nuestro poeta se han juntado en este “Equipaje sin lastre” que son una selección de los poemarios anteriormente publicados por él y algunos poemas pertenecientes a un par de poemarios inéditos que esperemos vean la luz dentro de poco tiempo. Nuestro escritor comenzó su andadura literaria con la publicación de “A cuenta del Albur”, libro que recoge unos cincuenta poemas escritos y publicados en diferentes revistas literarias durante la década de los ochenta, periodo de formación del poeta. Son poemas que guardan relación con sus experiencias vivenciales y que se salen del consabido género romántico. No son, desde luego, poemas para enamorar a una persona sino para conocer las inquietudes del poeta.

En la década de los noventa escribió un poemario que se publicaría en 2003 titulado “Fuenfría”. Este libro tiene un ámbito geográfico muy concreto el valle de la Fuenfría en el Guadarrama. Partiendo del pueblo de Cercedilla Francisco J. Castañón ha caminado por las sendas que hace más de un siglo recorrieron los integrantes de la Institución Libre de Enseñanza y el Club de Alpinismo de Peñalara. La sierra madrileña es un ámbito propicio para reflexionar sobre el mundo que nos rodea visto desde la lejanía de las cumbres serranas madrileñas. El poeta va más allá y reflexiona sobre sí mismo, sobre la existencia y sobre la naturaleza y su entorno que se ha deteriorado irremisiblemente en los últimos cincuenta años. Como el insigne y andariego Giner de los Ríos, el autor reflexiona en sus paseos por el valle de la Fuenfría sobre el conocimiento humano que sirve para conocer a la misma naturaleza y conocerse a sí mismo. La atalaya que el brinda el Guadarrama hace que su poesía reflexione sobre la dicotomía de la naturaleza y su paz con las premuras de estos tiempos de nuevas tecnologías que nos ha tocado vivir.

El tercer poemario que publica en “Las horas indultadas”, otra vez es una década la que tarda en elaborar el libro, los primeros años del nuevo siglo le sirven para dar un cambio de registro a su lírica y salir del entorno bucólico de la sierra para adentrarse en la ciudad. Son, por lo tanto, poemas que reflejan el mundo urbano donde se mueve. Son poemas de lo que vive en el día a día. Las inquietudes y problemas que se tienen en el trabajo, las dificultades de la movilidad en la gran ciudad con sus atasco sempiternos y agobiantes, la ansiedad que produce nuestra forma de vida, pero también del amor, un amor urbano que ha evolucionado desde premisas románticas para convertirse en un sentimiento más pragmático.

El poeta se pregunta ¿a dónde vamos sumergidos en el tráfago urbano y cosmopolita en el que vivimos y que nos va devorando? Así como Saturno devoraba a sus hijos, la ciudad va devorando a los habitantes de esta, de ahí que las ciudades se estén convirtiendo en archipiélagos de seres humanos que no se comunican entre ellos. La soledad de las personas en las ciudades es cada día más notoria. Islas a la deriva sin vocación de comunicación. Son poemas hechos a base de instantes que han quedado en el recuerdo del poeta. Es un poemario sobre el paso del tiempo que nos va devorando.

Su cuarto poemario, “Identidad” recoge poemas escritos desde los años ochenta hasta nuestros días. En ocasiones, el poeta se muestra a veces intimista y emotivo, a veces comprometido y beligerante. Su poesía establece un diálogo con el lector a través de un lenguaje ágil y acabado, donde la disposición de las palabras y el empleo de las imágenes cobran especial relevancia, dotando a los poemas de un ritmo y una musicalidad que resulta una de las notas esenciales de este poeta. Estamos ante una poesía, como nos dice su autor, escrita “adrede”, como nos desvela en su blog personal.

La última parte de “Equipaje sin lastre” está compuesto por una selección de poemas de dos poemarios inéditos del poeta madrileño: “Alsur” y Tierra llana”. Los versos seleccionados de este primer poemario tienen un ámbito geográfico muy preciso que son las tierras marinas de Cádiz y, en especial, de la preciosa localidad de Conil. Los poemas están muy pegados a esa geografía marina, a ese azul acuoso del Atlántico que aporta tranquilidad y mesura al poeta. Los poemas de “Tierra llana” nos transportan a otro ámbito geográfico totalmente diferente, las llanuras de la Alcarria y de la Mancha. Son poemas que están localizados en las provincias de Guadalajara y Toledo donde las extensiones del campo casi llegan hasta el infinito como en el mar. En las primeras se ven los campos arados preparados para la siega de un color que va del amarillo al ocre, mientras que en el mar van de un color azul hasta el verde.

Puedes comprar el poemario en:

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (7)    No(0)

+
0 comentarios