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Reseña del poemario "Maldito y bienamado bibelot", de Heberto de Sysmo

Baile del Sol Ediciones, Tenerife, 2017

Por Gregorio Muelas Bermúdez
jueves 02 de enero de 2020, 11:38h
Maldito y bienamado bibelot
Maldito y bienamado bibelot

De indagación saussureana podríamos denominar a este poemario de Heberto de Sysmo, heterónimo lírico del escritor José Antonio Olmedo López-Amor, "Maldito y bienamado bibelot", pues a modo del lingüista suizo el aedo valenciano alumbra una nueva forma de abordar el signo poético, elaborando una suerte de metapoesía donde aúna ciencia y creencia, inteligencia y sentimiento, dicotomías que catalizan el impulso creador del poeta.

Publicado en la prestigiosa colección “Sitio de fuego” de Baile del Sol Ediciones, el libro cuenta a priori con dos grandes alicientes, por un lado ser el poemario ganador del II Certamen Nacional de las Letras “Isabel Agüera” Ciudad Villa del Río, y por otro el extraordinario prólogo de José Luis Rey, poeta de referencia del autor, que señala con gran acierto que es un «libro de amor al lenguaje, a su aventura radical y lúcida ». En efecto, Heberto de Sysmo se ha propuesto como pocos investigar el sentido último de aquello que da sentido a todo, el lenguaje que alienta el pensamiento creativo, crítico.

Quinto poemario de Heberto de Sysmo, que nos vuelve a sorprender tras La flor de la vida. Elogio de la geometría sagrada (Lastura, 2016) con un título tan singular como significativo, que hace referencia al galicismo “bibelot”, inmaterial fetiche que actúa como trasunto del lenguaje, “patria” del poeta, herramienta, arma, invento, odiado en ocasiones y siempre amado.

Tras unas pertinentes notas introductorias de Jesús Leirós León, el poemario se abre con una cita de Miguel de Unamuno que describe a la perfección el espíritu que anima el libro: “el que alma encuentra tras la carne, tras la forma encuentra idea”, en efecto, esa es la labor del poeta, encontrar la forma idónea, el nombre exacto de las cosas, para alumbrar un fondo verdadero.

Merece la pena detenerse en la estructura del libro, dividido en cuatro partes con títulos tan significativos como las citas que las acompañan: “Physis”, Friedrich Nietzsche, donde el autor aborda la naturaleza del lenguaje; “Mathesis”, George Santayana, que trata del lenguaje como ciencia; “Mímesis”, Prior, sobre la imitación de la naturaleza por parte de la poética; y “Semiosis”, Maurice Blanchot, sobre los signos y la creación de significados. En total cuarenta y nueve poemas, cuarenta y nueve destellos de luz sonora, en su mayoría breves, pero densos e inteligentes, que abordan el lenguaje y su capacidad para decirse y decirnos, en definitiva para expresarnos.

Los versos de Heberto de Sysmo, de ritmo imparisílabo, donde heptasílabos, eneasílabos y endecasílabos se suceden con precisión milimétrica, son fruto de la intuición y el razonamiento, virtudes del vate humilde que busca la belleza, lejos de los “casi poetas”, «esos falsos maestros / presos en versos libres ».

Nos encontramos con un poemario heterodoxo por el tema, complejo por su contenido, ultramoderno, donde Heberto de Sysmo toma la poesía como medio de conocimiento de la realidad pues «el lenguaje es la vida », de hecho somos lenguaje que en cada palabra se reinventa pues crecemos y morimos en la escritura, fuera de ella solo existe la nada, pues como señala en el poema “Orgullo letrado”: «La paz será el silencio ».

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