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Oración por los desposeídos

Por Gustavo Gac-Artigas
domingo 07 de junio de 2020, 00:00h
Vírgen de los Desamparados
Vírgen de los Desamparados
Publicamos dos poemas del escritor chileno Gustavo Gac-Artigas: "Oración por los desposeídos" y "No sé por qué piensas tú, policía que te odio yo".

Oración por los desposeídos

*Gustavo Gac-Artigas

Padre nuestro que estás en los cielos

baja de tu reino

y arrodíllate junto a nosotros

protégenos de la violencia policial

extiende tu manto

para que nos sirva de abrigo

en tiempos de hambruna

multiplica los peces

y las hamburguesas

Padre nuestro que estás en los cielos

quítate tu máscara

e inféctate de humanidad

a los abogados de derechos humanos

del reino de los cielos

les pido que exijan liberen a Dios.

No sé por qué piensas tú, policía que te odio yo

Gustavo Gac-Artigas**

De dónde has sacado tú, policía que te odio yo*

me duele que a veces tú

te olvides de quién soy yo

si somos la misma cosa

yo,

tú.

cuando te arrodillas junto a los manifestantes

somos la misma cosa,

tú eres yo

y yo soy tú.

cuando te niegas a golpear a tu hermano,

somos la misma cosa,

yo, tú.

pero cuando callas frente a la violencia

y entre hermanos se defienden

no somos la misma cosa

yo, tú.

cuando pienso que durante tantos años aceptamos creer lo que nos vendían: la muerte por la violencia policial son casos aislados, y tú eras parte o cómplice de esa violencia

no somos la misma cosa

yo soy victima, tú mi verdugo.

cuando pienso que durante tantos años pensaste que la violencia era parte de tus poderes

no somos la misma cosa

tú eres el bastón, yo carne adolorida.

Hoy, tras el asesinato de George Floyd, América despertó, ya no se puede callar, la parte blanca, puesto que las partes tienen color, levantó los ojos, y sintió vergüenza, se sintió cómplice en su silencio y salió a marchar, nuevamente los puentes se cruzaron, frente a tus ojos, policía, se desplegó la realidad.

cuando en Búfalo, Nueva York, empujas a un hombre de 75 años, un hombre blanco –puesto que hoy al ser humano hay que ponerle color– que salió a manifestar desafiando el virus que podía significar su muerte, un hombre de 75 años que ignoró que peor que el virus el peligro eras tú y que su vida estaba en tus manos,

en ese momento,

no somos la misma cosa,

tú y yo.

cuando me detienes en la noche y no hay testigos, no somos la misma cosa, en mi cuerpo está el temor, en tus manos mi vida, y pienso en que pudimos, podemos, podremos, ser la misma cosa, tú y yo,

si erradicamos la cultura de violencia policial, si castigamos la violencia de algunos, si logramos que la mano que empuña el bastón lo suelte para empuñar la mano del hombre caído,

en ese momento

seremos la misma cosa

tú y yo

y juntos marcharemos por las calles reclamando justicia.

*Título y primera estrofa a partir del poema “No sé por qué piensas tú” de Nicolás Guillén

* Escritor y director de teatro chileno, miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Reside en Nueva Jersey, EE UU.

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