Entrevista a Endika Montiel: “Nos guiamos más por el hambre interno que por el hambre fisiológico”

Montiel nos ofrece en el libro que ahora publica la editorial Planeta, una guía completa sobre el ayuno, cómo practicarlo, y sobre sus beneficios en la mejora de la calidad de vida. Con este libro, el lector aprenderá a interpretar las señales para saber qué tipo de ayuno le conviene, cuáles son sus beneficios, cómo hacerlo sin perjuicio para tu salud y qué ejercicios puedes practicar para ir midiendo las reacciones de tu cuerpo.

¿Este es su primer libro?

Si. Es un libro para personas que se encuentren en mi misma situación y que quieran mejorar su calidad de vida. Son muchos años de pericia, de estudios que de alguna forma podía plasmar de una forma pedagógica y muy didáctica. Realmente creo que lo he conseguido.

¿Cómo nace este libro?

Siempre he sido una persona deportista. Con 7 años me apunte a un equipo de fútbol, era una de mis grandes pasiones. Sin embargo a los 15 años me detectaron un problema de crecimiento. Desde aquel momento supe que algo tenía que hacer.

Con 15 años empecé a ir al gimnasio a hacer musculación cuatro días por semana compaginándolo con mis entrenamientos futbolísticos y todo el esfuerzo y la constancia empezaron a tener sus frutos. Mis problemas de crecimiento no eran un problema y mi condición física era ejemplar hasta el punto de llegar a jugar en Segunda B.

¿A quién se lo recomiendas?

Va dirigido a todo tipo de personas que quieran tener un hábito saludable, personas que estén interesadas en la alimentación, en la actividad física o que quieran dar un cambio físico estético, que tengan problemas digestivos. Es un libro para conectarse con tú yo interior.

El ayuno no es una forma de no comer. ¿En su libro cita varias formas de ayuno?

Lo más importante del ayuno es que se adapte bien a ti y no tú al ayuno

¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir "Ayuno consciente: Una práctica de autoconocimiento"?

Han sido cuatro años. Yo pensé que hace un año y medio el libro estaba para salir. Pero decidí cambiarlo. De cómo estaba estructurado a como se presenta a los lectores no tiene nada que ver. En el confinamiento le di una vuelta al libro y cambie conceptos y estuve modificándolo.

Ya está en las librerías. ¿Ampliaría o modificaría algo de lo que está publicado en el libro?

No el libro esta bien como está.

La propia comida nos está enfermando en un época donde hay tanta abundancia

¿Ha contado con la colaboración de otros profesionales a la hora de buscar información?

Está escrito con las experiencias de muchas personas con las que he trabajado.

Desde su punto de vista ¿nos alimentamos mal?

No hace falta ser listo para ver lo que está sucediendo. Como la propia comida nos está enfermando en una época donde hay abundancia y tenemos tanta facilidad para comer. Esto hace que haya más muertes por comer que por no comer, cómo este enfoque nutricional que tenemos hoy en día nos esta dando la espalda y nos está matando. Ahora vemos niños con ictus, con diabetes y con hipertensión. La industria alimentaría es la que nos dicta como debemos comer y esto hace que nos enfermemos.

Escribe en su libro que los animales pasan hambre y buscan alimento cuando tiene hambre. ¿deberíamos pensar como esos animales?

Sí. Hemos perdido la reconciliación con el hambre real. Ahora tenemos hambre emocional, lo normal es que comamos cuando tengamos necesidad fisiológica. El echo de que un león salga a por comida es cuando éste tiene el estomago vacío, no cuando lo tiene lleno y el humano cuando sale a hacer actividad física, sale a entrenarse, sale al monte a caminar sale desayunado, sale comido. Esto es lo que nos ha echo perder una de las funciones principales del cuerpo que es movilizar las grasas, quemar grasa utilizar la grasa que tenemos en forma de energía acumulada. Ese echo nos ha enfermado. Es decir que si no tienes hambre no comas. Nos han programado, nos han modificado para comer por obligación o comer por el reloj. Realmente huiríamos más por el hambre interno, que por el hambre fisiológica. Igual te levantas y no desayunas por que no tienes hambre. Igual a medio día no pasa nada si comes a las cuatro de la tarde y luego ya no cenas.

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