Las ventas de libros se han mantenido durante este año y eso que las circunstancias no han sido las mejores. No se han podido celebrar la mayoría de las Ferias del Libro que se suelen realizar a lo largo y ancho de nuestra piel de toro y varios certámenes literarios se han efectuado on-line. Muchas costumbres se han visto alteradas por los confinamientos que hemos sufrido. Editoriales, periodistas y lectores han sabido adaptarse a las nuevas circunstancias y el resultado ha sido sencillamente impresionante. Nada volverá a ser como antes en el campo de la literatura.
Los mejores libros publicados este año, no son precisamente los que nos solemos encontrar en las listas de los más vendidos. Calidad y ventas son como el agua y el aceite. No se pueden mezclar. Y para nosotros el libro de más calidad de todos los publicados ha sido “Nuestros inesperados hermanos”, de Amin Maalouf. Una novela que se lee con una fluidez exquisita y, aunque el lector “siente” a veces que lo que ocurre tiene visos de inverosimilitud, la realidad que vivimos en el orbe en estos momentos, y que nos ha superado intelectual, técnica, científica y logísticamente no lo es menos, y sin embargo aquí estamos: impávidos y arrobados sin saber qué hacer. Una novela fundamental para entender los acontecimientos de este año.
El segundo puesto lo ocupa “Fin de temporada”, de Ignacio Martínez Pisón. Es maravilloso que el autor zaragozano siga escribiendo con una calidad magnífica. Su ascenso literario siempre ha ido a pequeños pasos, pero en una progresión increíblemente ascendente. En esta ocasión, se fija en las sacudidas del mundo actual, en lo que un golpe del destino puede cambiar en la vida de las personas y generar una realidad inesperada, como la que hemos vivido. Sin embargo, su novela se sitúa en el año 1977. Todo tiene que cambiar para que todo siga igual; Pisón cambia, pero su literatura sigue con una calidad inextinguible.
El tercer puesto es para “Diario de un bibliotecario de Tombuctú”, de Ismael Diadié. Dice el autor maliense en el libro que “los peores crímenes contra la Humanidad han sido cometidos por gente que creen tener razón, bajo la mirada de personas que piensan que lo que hacen no es asunto suyo”. Esta joya literaria es un libro imprescindible para entender los crímenes culturales, y de toda índole, que están cometiendo los distintos gobiernos yihadistas por todo el mundo. Quien no se conmueva con lo que cuenta Diadié en su libro es que no tiene ni corazón ni alma.
En cuarta posición está la novela “Las edades del viento”, de Francisco Morales Lomas. El tiempo histórico por la que transita incluye el final de la segunda República española junto con el golpe de Estado de Francisco Franco (Paca la Culona, como lo llamaba Queipo de Llano) y buena parte de los años en que se desarrolló la Segunda Guerra Mundial. Estamos ante una novela coral, con múltiples personajes, muy literaria, con la que Morales Lomas rinde un descomunal homenaje a uno de nuestros más grandes poetas de todos los tiempos: D. Antonio Machado. La quinta plaza es para “Como polvo en el viento”, del escritor cubano Leonardo Padura. Nos encontramos con una novela de largo recorrido y de una interesante profundización psicológica en los personajes que la componen. Nada se parece Leonardo Padura, en lo estilístico, a otros escritores nacidos en Cuba que han engrandecido a la literatura española: Lezama Lima, Alejo Carpentier, Cabrera Infantes, Eliseo Alberto, Reinaldo Arenas y otras muchas plumas. Pero, no por obvio, deja de ser uno de los grandes narradores en español, con un singularísimo estilo que fue acuñado en el ejercicio periodístico, hasta que decidió abandonar los rotativos y dedicarse a la literatura de lleno. Uno de los mejores escritores americanos en lengua hispana.
La sexta plaza es para “Un amor”, de Sara Mesa. En la novela vuelve a confrontar al lector con los límites de su propia moral en una obra ambiciosa, arriesgada y sólida en la que, como si de una tragedia griega se tratara, las pulsiones más insospechadas de sus protagonistas van emergiendo poco a poco mientras, de forma paralela, la comunidad construye su chivo expiatorio. La carrera literaria de la escritora madrileña sigue en un ascenso vertiginoso desde hace ya unos años. Parece que no tiene fin. El séptimo lugar es para “En busca de Miguel Delibes”, de Tomás García Yebra. Su nuevo libro es un peculiar trabajo sobre la figura del gran escritor vallisoletano que nos ha entusiasmado desde siempre. La sencillez de su prosa –al igual que la de su maestro- se muestra más viva que nunca, además la investigación que ha realizado sobre la obra de Delibes es profundamente original, fijándose en pequeños detalles que harán la delicia de los lectores. Muchas gracias, maestro.
La octava posición es para “Orient-Express”, de Mauricio Wiesenthal. Con su prosa envolvente y fragante, nos transporta a países y estaciones, narra sus historias y leyendas, y crea un relato vívido y evocador, a caballo entre las memorias y el ensayo. Una obra absorbente y de una calidad estremecedora que debería ser reconocida como una obra maestra del género. Wiesenthal es un escritor que tendría que ser más popular y leído en nuestro país que es el suyo. La novena plaza es para “La vida privada de los héroes”, de Daniel Jiménez. Un extraordinario libro de relatos que se convierte por obra y gracias de la pericia del autor en una novela polifónica sobre la vida en pareja y las grietas que acontecen en las relaciones de amistad. Un libro que no ha tenido la difusión que se merece y que consagra a un escritor de una riqueza literaria asombrosa.
El puesto número diez es para otro singular libro de relatos. “El agua del buitre”, de Andrés Ortiz Tafur. Sabemos que los libros de relatos tienen poca tirada en nuestro país. No ocurre lo mismo en otros países de Europa y América. La narrativa corta es un género fundamental para el crecimiento del autor y del lector. En esta su nueva inmersión en el relato corto, deja constancia de todo ello con un estilo personal e inconfundible. Desde esa atalaya que la Sierra de Segura ejerce de filósofo de la montaña: parco en palabras y rico en acontecimientos y verdades. La pareja, la amistad, la vida y sus miserias son sus temas predominantes que hacen que el lector caiga en sus redes y no quiera salir. Terminamos la clasificación con “La España austera”, del historiador y escritor egabrense José Calvo Poyato. En el libro se traza un detallado paseo por la memoria colectiva de aquellos años en los que una España en blanco y negro, con no pocos toques grises, transitó de la dictadura franquista a las puertas de la democracia. Si conocemos nuestro pasado reciente, entenderemos mejor el presente. Quien lea este libro se dará cuenta de muchas cosas que estamos viviendo y que son la repetición de nuestros pasados errores. Otra libro fundamental de nuestro querido Pepe Calvo Poyato.
Hasta aquí nuestra clasificación que cómo habrán podido darse cuenta está muy alejada de esas espurias clasificaciones de libros más vendidos. En este listado hay calidad, independencia y originalidad, alejado de presiones editoriales. Para desgracia del mundo editorial hispano, las obras más vendidas son auténticos libros de ínfima factura y peor literatura. Huyan de esos clichés y tómense tiempo para deleitarse con obras de profundo calado. Nos lo agradecerán.
- “Nuestros inesperados hermanos”, de Amin Maalouf
- “Fin de temporada”, de Ignacio Martínez Pisón
- “Diario de un bibliotecario de Tombuctú”, de Ismael Diadié
- “Las edades del viento”, de Francisco Morales Lomas
- “Como polvo en el viento”, Leonardo Padura
- “Un amor”, de Sara Mesa
- “En busca de Miguel de Delibes”, de Tomás García Yebra
- “Orient-Express”, de Mauricio Wiesenthal
- “La vida privada de los héroes”, de Daniel Jiménez
- “El agua del buitre”, de Andrés Ortiz Tafur
- “La España austera”, del historiador y escritor egabrense José Calvo Poyato
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