La obra es el homenaje personal de la autora a todos esos clásicos que tanto la hicieron disfrutar desde niña. “No somos pocos los que nos enamoramos de los libros en las selvas de la Malasia, luchando codo con codo con los Tigres de Mompracem; remontando el río Congo hacia lo desconocido, bateando las heladas aguas de algún río en busca de oro en mitad de la tundra, intentando salvar a nuestros amigos de una siniestra prisión en el Sudán ocupado o cazando lobos marinos en el Cabo de Hornos… Las historias de aventuras son la demostración más obvia de que la portada de un libro es una puerta a otras vidas. ¡Y qué vidas!”.
Así, Melero, madrileña residente en el Archipiélago Malayo desde 2015, combina en su última novela dos géneros que siempre la han apasionado, el libro de viajes y el de aventuras, a través de la historia de Sofía, a quien un viaje de trabajo lleva a Singapur y donde por avatares del destino acaba sin dinero ni pasaporte, perdida en una lancha a la deriva en mitad del océano. De un modo inusual, su destino termina enredado al de Ollauri, un aventurero de origen vasco, y a Jahan, un misterioso habitante de las islas, dos buscavidas que huyen de las autoridades tras verse involucrados en el robo, en el Mar de Java, de un pecio del siglo IX que podría ser la única prueba física de la existencia de la Ruta de la Seda Marítima. Pero no solo las autoridades malayas buscan a Jahan y a Ollauri: también el Holandés, un hombre peligroso que no dudará en recurrir a los métodos más extremos para encontrarlos.
Nina Melero perfila en Archipiélago, con el sabor clásico de los libros de aventuras, una variada galería de personajes carismáticos, vividores, tiernos, rotos y mil veces recompuestos que, más allá de emprender una travesía que los une como improbables compañeros de viaje y que los cambiará para siempre, inician sobre todo una búsqueda: la de sí mismos. “El libro tiene tres protagonistas que funcionan como un triángulo y que van cambiando a lo largo de la travesía, porque no es posible viajar sin cambiar”, asegura Melero, que comparte en esta, su cuarta novela, lo que ha aprendido a lo largo de estos años sobre la vida en el Archipiélago malayo a través de su investigación y sus viajes por la zona.
El trasfondo histórico tiene un gran peso en la novela, que cuenta con una ingente labor de documentación. “Aunque los personajes y peripecias sean ficción, la información sobre la historia y los grupos étnicos de esta región que aparecen en la novela sí es real”, aclara la autora. “Por respeto al lector, siempre doy lo mejor de mí para asegurarme de que no aparece información incorrecta, y si eso implica pasarse noches leyendo sobre arqueología subacuática, informarse a fondo sobre el combate tradicional a cuchillo o comprobar uno por uno que los términos originales en malayo están bien escritos, pues se hace. Cualquier libro es un puente a otros libros: si yo hago bien las cosas, el lector podrá tirar de esos hilos en caso de que quiera seguir explorando por su cuenta”.
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