ESCENARIOS

LA MALCASADA Personajes vivos

La malcasada
Alberto Morate | Miércoles 07 de diciembre de 2022

El sujeto del siglo XVII tenía una visión (barroca) de los roles que les tocaban a hombres y mujeres, a ricos y pobres, a nobles y plebeyos, a artistas y artesanos, a soldados y a monjes, a juristas y pícaros, a Lope y a Cervantes.



Son los personajes de las obras de estos poetas los que deben encarnar durante siglos posteriores las acciones y las palabras que esos autores pusieron en su boca en aquellos días, porque son personajes vivos. Efectivamente, la mujer, (y aún sigue sucediendo en muchas sociedades), debía someterse al designio de progenitores, de intereses pecuniarios, de acuerdos tácitos donde no tenían (ellas) ni arte ni parte.

Donde hay un hombre hay una ley, y… ¡lo que costó cambiar aquello! De aquellos textos, por otro lado, magníficos en su trama, en la construcción de los personajes, en el ingenio verbal, queda en el papel que la mujer debía someterse, aunque ya protestara, aunque ya diera a entender que era vil tal forma de acatar las sentencias dictadas.

El caso es que hoy, siglo XXI, nos encontramos de nuevo con una obra ingeniosa del gran Lope de Vega, La malcasada, siglo XVII, pero que, en versión libre de David Fernández “Fabu”, hace inter reaccionar a los personajes con los espectadores, porque aquellos sí han sobrevivido a tanto fatalismo y saben que están representando en esta sociedad actual y que las cosas han cambiado o, al menos, deben cambiar.

De forma espontánea, con voces en off y con intervenciones directas, los representantes, misteriosamente, nos cuentan, nos hacen ver que algunos hechos inquietantes deben dejar de serlo. Y como existe esa posibilidad mágica del teatro, y lo imposible siempre es posible, pues es mejor terminar con conductas abusivas. Hay, pues, rebeldía, pero también jocosidad, hay ritmo, hay complicidad, hay subversión respetando el texto, hay realidad y no abstracción. Y denuncia y descubrimiento.

Todo el elenco está altamente integrado en el argumento del amor a varias bandas, en una puesta en escena sin confusiones a pesar del embrollo, sin consecuencias trágicas a pesar del sufrimiento de algunos. Ana Vélez lo dirige sin mentiras, con querencia y cariño, sólidamente y de forma luminosa para hacernos también partícipes. Y los actores, María Crespo, Rubén Riera, Alicia Rodríguez, José Carlos Fernández, Nerea Moreno, Carlos Arroyo y el propio “Fabu”, David Fernández, no escatiman esfuerzos, se muestran seguros, disfrutan y nos hacen disfrutar, como si fuéramos público del corral de comedias de entonces. Por cierto, en el Corral Cervantes se desarrolla la acción, espacio casi exquisito. Casi, porque las sillas no son las más cómodas, pero se nos olvida y no nos impide asistir a este enredo enamorado, codicioso y sugestivo.

Poco se representa a nuestros clásicos, cuando son fuente inagotable de conocimiento, entretenimiento y sentido. Dejémonos que nos guíen con buenas representaciones como esta, que es verdad que el llanto y la risa ficticios no resuelven nada, pero nos sentiremos más a gusto.

FICHA TÉCNICA:

Autoría: Lope de Vega

Versión y dramaturgia: David Fernández “Fabu”

Dirección: Ana Vélez

REPARTO: Rubén Riera, Alicia Rodríguez, David Fernández “Fabu”, Nerea Moreno, José Carlos Fernández, Carlos Arroyo

Espacio: Corral Cervantes

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