FIRMA INVITADA

Dos luchadoras: Teresa de Cepeda y Kate O´Brien

Teresa de Cepeda y Kate O' Brien
Begoña Ruiz Hernández | Lunes 31 de octubre de 2022

Fueron dos mujeres excepcionales. Una nació en Ávila, España, en el siglo XVI. otra en Limerick Irlanda, a finales del XIX. Ambas se quedaron huérfanas de madre, estuvieron muy influenciadas por la figura paterna y por una educación católica bastante profunda, las dos comenzaron su educación en internados de monjas, una en el Convento de Gracia, otra en el Laurel Hill, y ambas fueron escritoras.



Teresa de Ávila vivió en una época donde la mujer tenía dos posibles caminos: la invisibilidad del convento o el servicio al marido, casa y niños, pero ella no se resignó a ese destino predeterminado.

Por aquel entonces, la cultura estaba colocada en las baldas más altas de la vida y a las mujeres se les prohibieron las escaleras para que pudieran alcanzarla, por lo tanto, la mayoría de ellas quedaron analfabetas.

Teresa aprendió a leer y escribir porque era de familia acomodada y su madre la enseñó. Leyó romances, vidas de santos y libros de caballería. Con veinte años, se escapó de casa para ser monja e ingresó en el convento de la Encarnación, allí las costumbres eran tan frívolas que después de una temporada, cansada de vacuidad, decidió reformar la orden. Se le atribuyen aproximadamente cuarenta poesías, varios libros, muchísimas cartas, y una veintena de Fundaciones de conventos. (Hoy día la consideraríamos una gran empresaria, aunque sus objetivos no eran económicos, sino espirituales).

Kate O´Brien vivió en una época en la que las mujeres ya podían ir a la universidad y trabajar fuera de casa. Se graduó en la University College Dublin, después viajó a Reino Unido donde trabajó como periodista. En 1922, cuando tenía 25 años, vino a Bilbao como institutriz para enseñar inglés a los hijos de una familia vasca pudiente. Kate quedó fascinada por España desde el primer momento, sobre todo por el contraste de los paisajes: la frondosidad del norte y la austeridad de Castilla le sirvió de inspiración para muchas de sus obras como Mary Lavelle (1936) donde describe la vida bilbaína en los años veinte y el amor imposible de la protagonista con un hombre casado. “Farewell Spain” (Adiós España) (1937) obra que narra sus viajes y nostálgicas impresiones sobre España: también Kate elogia la Segunda República y lamenta que el Frente Popular no tuviera tiempo de llevar a cabo sus proyectos ya que fueron interrumpidos por el golpe de estado de Franco. “Esa dama” (1946) es una novela histórica sobre la princesa de Éboli de la que se han hecho varias películas.

Kate empezó a leer a Santa Teresa en 1934, lo que demuestra que el nivel de conocimiento de la lengua española era muy alto, ya que los libros de Santa Teresa resultaban de lenguaje sencillo para sus contemporáneos, pero muy difíciles para un lector moderno y más para un extranjero. Kate no solo leyó a la gran mística, también escribió sobre ella en “Teresa of Ávila”, en 1951, una pequeña pero intensa biografía cuyo objetivo era dar a conocer, en lengua inglesa, la excepcionalidad de Santa Teresa.

En el primer capítulo dice: “Escribo de Teresa de Ávila por propia elección, que es apasionada, arbitraria y personal. Nadie tiene por qué estar de acuerdo con nada de lo que diga; pero tampoco debe sentirse herido por ello. Soy libre de escribir aquí libremente sobre una gran mujer. Pero no me propongo escribir acerca de la santa canonizada. Lo que pretendo es examinar a Teresa no mediante las reglas de la canonización, sino por lo que – santa o no- fue ella misma: una mujer genial”.

La compara con Dante cuando describe el infierno y con el poeta Wordsworth cuando describe el éxtasis, “la suspensión de los sentidos o el vuelo del espíritu”. Kate O´Brien hace hincapié en el diálogo cómplice y con sentido del humor que hay entre Dios y Teresa ya que esta trata de presentarnos a Dios como un amigo de confianza al que se le pueden gastar bromas, no el tirano egocéntrico del Antiguo testamento que frente al pecado más nimio suelta un castigo eterno. Un ejemplo que resalta Kate es cuando Santa Teresa se queja a Dios del duro trato y las difíciles pruebas a las que se tiene que someter y Dios le dijo: “así trato a mis amigos”. “Por eso tienes tan pocos” contestó ella.

Aparte de estos libros relacionados con España, Kate escribió otros muchos, once novelas en total, ensayos, obras de teatro, columnas periodísticas…

Tanto Teresa como Kate tuvieron grandes obstáculos en sus respectivas vidas. Teresa fue acechada por la Inquisición. De hecho, el tribunal de Sevilla la sometió a interrogatorio por dos causas fundamentales: su origen judeoconverso y su afición a escribir siendo mujer. Sin embargo, Teresa no se acobardó, muy lista y hábil se justificó diciendo que su confesor le había pedido que escribiera para enseñar a orar a otras monjas y de vez en cuando en sus textos introdujo una disculpa: “de esto deberían escribir otros más entendidos y no yo que soy mujer y ruin…” así eludió la censura. Teresa no se resignó a los mandatos de su época, se salió de los caminos marcados para cualquier mujer, buscando “El camino de perfección”, no permitió que nadie escribiera su destino, cogió pluma y papel y redactó “El libro de mi vida” y no le preocupó si donde habitaba había pulgas u oropeles, ella eligió “Las moradas del castillo interior”.

Por su parte, Kate O´Brien también fue censurada tanto en España como en Irlanda, pues tuvo la valentía de criticar la dictadura de Franco. Además de su postura política, Kate fue rechazada por sus tendencias homosexuales.

El caso es que algunos libros de Kate O´Brien fueron prohibidos en los dos países y a ella se le impidió la entrada en España, castigo que duró hasta 1957. Esta escritora adoraba Ávila. Solía alojarse en el Hotel Jardín, hoy Puerta del Alcázar y pasear por aquellos lugares que tienen una gran vinculación con Santa Teresa.

Por iniciativa de José Antonio Sierra, primer director del Instituto Cervantes en Dublín, el pueblo de Gotarrendura y la ciudad de Ávila le dedicaron una de sus calles; la de Gotarrendura situada cerca del ayuntamiento, la de Ávila cerca de la estación de ferrocarril, así no olvidaremos a la escritora irlandesa.

Teresa y Kate se encontraron en los libros, esos objetos mágicos que nos transportan a otros tiempos donde conocemos a nuevos amigos. Ellas enseñaron, con su ejemplo, como superar las circunstancias, echando coraje, luchando contra las adversidades y nadie logró silenciarlas. Teresa y Kate son admiradas por haber dejado una obra de calidad imperecedera, pero también son una inspiración como ejemplo de lucha.

Enviado por José Antonio Sierra

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