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Mathias Malzieu presenta “El soldado de porcelana”, un homenaje a la historia de su padre

Mathias Malzieu (Foto: Javier Velasco Oliaga).

“Escribir un libro es como vivir la vida dos veces”

Javier Velasco Oliaga | Jueves 16 de marzo de 2023

Hacía casi diez años que no hablaba con Mathias Malzieu, fue en la presentación de su novela “Metamorfosis en el cielo” cuando tuve la oportunidad de charlar con él después de la presentación del libro, que la inicio tocando la harmónica ante el delirio de los asistentes en la FNAC de Castellana. La música siempre ha estado muy presente en sus trabajos, como compositor y cantante del grupo alternativo francés Dionysos. Siempre alternó la producción musical con la literaria y en ambas ha crecido casi hasta el infinito.



Después de una larga enfermedad en la que le tuvieron que realizar un trasplante de médula, el escritor ha vuelto por sus fueros, si es que alguna vez lo dejó. En “Diario de un vampiro en pijama” contó por lo que había pasado, siempre de una manera muy intimista, característica ésta de su producción literaria. Ahora en “El soldado de porcelana” vuelve a su forma intimista de escribir, pero en esta ocasión narra en el libro la historia de su padre durante la Segunda Guerra Mundial. Un padre muy niño, unos tres-cuatro años, que con su pluma lo transforma en un chaval de unos nueve-diez.

Es en Montpellier, villa Yvette, la Pompignane, un 4 de junio de 1944 donde comienza la historia de Mainou, un niño de nueve años que acaba de perder a su madre mientras daba a luz a la que iba a ser su hermanita. Un niño que se ve alejado de su padre a causa de una guerra que da sus últimos coletazos, los más terribles. Un niño obligado a esconderse a causa de un conflicto que no es capaz de comprender.

Para ponerle a salvo, su padre le ha enviado a Lorena, al otro lado de la línea de demarcación, escondido en un carro de heno. Allí vive en la granja familiar junto a su abuela, su tío Baptiste —un soñador enamorado— su tío Émile y su tía Louise, que cada noche duerme en el búnker-sótano donde a veces se ven obligados a apiñarse todos ante la amenaza de las bombas.

No son los únicos viviendo allí: hay una ladrona escondida en el desván que custodia una valiosa caja de recuerdos en la que se guardan muchas fotografías de su mamá. Pero nadie más de la familia parece saber que ella está ahí. Y eso a Mainou le intriga muchísimo. Tanto como que la ladrona sepa su nombre y tenga esa caja.

Durante los meses que van de junio del año 44 a mayo del 45, Mainou intentará descubrir ese secreto, y alguno más que guarda la familia, y todo se lo irá contando a su madre a través de un cuaderno en el que cada día le escribe. Se confía así a la imaginación para atravesar el duelo y sobrevivir a los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, esa absurda y maldita guerra.

El autor de Montpellier considera a la editorial Reservair Books como su segunda casa. “Me encanta España, tengo algunos orígenes familiares allí, así como en Alemania. Para el día de Sant Jordi estaré en Barcelona viendo a mis amigos y lectores”, dice Mathias Malzieu al comienzo de la rueda de prensa telemática. Para inmediatamente después apuntar que “el libro comienza con una pérdida muy importante”, que tendrá que desvelar el lector.

“La génesis del libro comienza en las comidas familiares, cuando mi padre recordaba lo que tuvo que le ocuriió al final de la Segunda Guerra Mundial. Mi padre me metió en un carro de heno para cruzar la demarcación entre las dos Francias”, comenta el autor y añade “mi padre siempre lo recuerda con humor, nunca con miedo. Nos lo decía como si estuviese contando un western”.

Fue durante el Mundial de Fútbol de 2014 en Brasil cuando un enfermo Mathias Malzieu le pidió a su padre que le contase su infancia. No como lo había hecho en las comidas de familia sino del tirón. Su padre se lo contó todo y el autor francés dejó aquel relato en el congelador. “Fue durante el confinamiento cuando puse en orden todos los recuerdos y comencé a escribir la novela”, explica el autor.

Lo que sí hizo fue modificar algunas de las cosas que sucedieron. “Comencé a escribir la novela en tercera persona, pero me di cuenta de que no terminaba de funcionar. Así que me puse mi cámara subjetiva y la volví a redactar en primera persona. Pensé que funcionaría mejor si la escribía como lo pudiese hacer un niño. Mi padre tenía tres años cuando ocurrieron los hechos, lo cambié por un niño de diez; así podría escribir como un chaval. La tuve que reescribir varias veces hasta que quedó como quería. Me tuve que poner en la piel de mi padre para escribirla”, recuerda el artista francés.

“Hay que vivir el presente, olvidándose del pasado y de lo que pueda suceder”

También cambio varios escenarios. “El colmado estaba a unos tres kilómetros y, evidentemente, lo acerqué a la casa. Los refugiados que se ocultaban en él eran de la Resistencia y los transformé en judíos. Al escribir la novela había que cambiar ciertas cosas para hacerla más literaria”, expone Mathias Malzieu. En su opinión, “el pasado siempre hay que tenerlo en cuenta, pero no se debe vivir obsesionado por ello, tampoco hay que hacerlo con el futuro. Lo mejor es vivir el presente lo mejor posible. Cada minuto, cada segundo de vida es un regalo”.

Para Mathias Malzieu, “escribir un libro es una mezcla de ligereza y profundidad. Escribir libros es como vivir la vida dos veces”. Todo un poeta este escritor que vive en un barco y que dice entre risas que “El soldado de porcelana” es como la versión acústica de un disco. Siempre saca referencias muy musicales, fue su padre el que le descubrió el rock and roll de los años cincuenta. “Su canción favorita era Rock around the clock de Bill Halley & His comets. Así que el rock estuvo presente durante toda mi infancia”, evoca. Así que no nos extraña que saliese rockero el autor.

Reconoce que no ha hecho canciones de su libro, pero sí está preparando una adaptación para el cine. “Será como un western, posiblemente en blanco y negro, solo que cuando salga el granero lo pasaré a color. Cuento con Rossy de Palma para la película, ya ha protagonizado alguna de mis películas, y con otros conocidos actores como Jean Dujardin, entre otros”, avanza el escritor francés.

Todas sus novelas tienen un punto mágico, quizá algo fantasmal. “Un fantasma no tiene por qué tener una connotación negativa. Uno puede estar embrujado por sus recuerdos. Siempre puedo meter un punto de sagrado en ello o tenebroso”, elucubra Mathias. Para concluir, quiere dejar constancia de que “mi padre siempre se ha mostrado valiente y con mucho humor en sus recuerdos. Nunca ha sido un amor de negación. Si hablamos de fascismo me ha enseñado el lado resiliente. Yo soy el mejor spoiler del libro. Sabemos que mi padre sobrevivió porque yo existo”, concluye este original personaje.

Mathias Malzieu es una figura central del rock francés junto a su grupo Dionysos, para el que compone y canta todas sus canciones. Tras escribir el libro de relatos 38 mini westerns (2003) y la novela La alargada sombra del amor (2005), obtuvo un incontestable éxito con su siguiente novela, La mecánica del corazón (2007), publicada en veinte países y adaptada al cine en una producción de Luc Besson. Es autor también de las novelas Metamorfosis en el cielo (2011), El beso más pequeño (2013) y Una sirena en París (2020), así como del libro autobiográfico Diario de un vampiro en pijama (2016), que obtuvo los galardones Prix Essai France Télévisions y Grand Prix des Lectrices de Elle.

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