Un grupo de líderes de la más conservadora ultraderecha mundial se encuentran en un espacio cerrado, en principio afable, hay hasta agua mineral, dispuestas a intercambiar sus ideologías sin bromas, sin emociones, sin implicaciones que las lleven a significarse de manera personal, humana, vulnerable.
No sonríen, en principio, están seguras de sí mismas, cordiales, hasta que empiece a brotar de ellas la auténtica bestia sanguinaria, intolerante y depredadora de su condición de retroceso al pasado más recalcitrante de dominación y engaños.
Proclamarán la palabra Libertad, pero en realidad, lo que quieren es devorar todo avance ideológico, aquí se hace lo que yo mando, putos migrantes, quedaos en vuestras tierras, dejaos de hablar lenguas incomprensibles, la historia de los siglos no cuenta para nada, quitando los líderes sois todos unos perros que solo tienen que obedecer sin objetar nada que pueda perturbar, no la paz mundial, sino nuestra propia confortabilidad personal.
El planteamiento de Risa Caníbal no es otro que ir mostrando el deterioro por culpa de esas ideas retrógradas que nos harán involucionar, volver al Pleistoceno, a las guerras sin sentido, a los enemigos porque no piensas como yo, no vives como yo, no crees en lo que yo creo.
Ellas quieren ser el rey. Reyes señoriales designados por Dios, aunque Dios no lo sepa.
Partiendo de una creación colectiva de Las Huecas, asumen el texto y dirección Júlia Barbany, Núria Corominas y Andrea Pellejero y, con tal sutileza directa, que vamos viendo la degradación de estas líderes insoportables que acabarán siendo pasto inhumano e infame de sus propias acciones.
Sofía Asencio, Júlia Barbany, Núria Corominas, Judit Martín y Andrea Pellejero se encargan de personificar su propia autodestrucción, la misma que pretenden con aquellos ciudadanos que los que no comparten ni empatía, ni están dispuestas a darles un ápice de comprensión, aquí no hay más ser humano que el que nosotras queremos que lo sea.
De esta manera, sacarán su grotesca y petulante forma de ser, de gobernar, de creerse por encima de los otros, y aplicarán aranceles indiscriminados, motosierras de prepotencia y persuasión violenta, nacionalismos sin sentido, presuntos conquistadores de un mundo que no les pertenece, pero que creen que es de ellos, alianzas reaccionarias que aspiran a la hegemonía global, políticas de mano dura, payasadas de nariz roja sin gracia, la mierda que cagan y la sangre que se les escapa de los cientos de miles de represaliados.
Risa Caníbal nos muestra esa creencia de que estos personajes hacen de todos los que no sean como ellos sus enemigos, idiotas sin comprensión, ricos incultos que piensan que todo se compra con dinero, fulleros, sinvergüenzas, habría que dejar que se devoraran a sí mismos, prepotentes sin inteligencia.
El teatro nos trae esa ilusión de verlos derrotados, hundidos en su propia miseria de vuelta a la prehistoria, salvadores de una civilización que si dejamos en sus manos avanzará en sentido contrario a lo que se considera democracia. La humanidad no lo quiera.
RISA CANÍBAL
Una creación de Colectivo Las Huecas
Texto y dirección: Júlia Barbany, Núria Corominas y Andrea Pellejero
Reparto: Sofía Asencio, Júlia Barbany, Núria Corominas, Judit Martín y Andrea Pellejero
Producción: Centro Dramático Nacional, Teatre Lliure, Monte Isla, el Convent de les Arts d’Alcover y Las Huecas
Teatro Valle Inclán – Sala Francisco Nieva