French Kiss. Tengo la incertidumbre de que otros viven en mí. Están lejos o cerca, posiblemente sin espejos, y siento los labios cerrados, los ojos abiertos, las manos que buscan.
Violeta Gil nos invita a pasar al salón de su casa. Su casa es la Sala Negra de los Teatros del Canal. Allí nos recibe con una película, French Kiss, con Meg Ryan y Kevin Klein, mientras nos va a reafirmar el amor a través de los versos de Andábamos maravillados, y nos contará de la luz, de las sensaciones de soledad y tristeza, de los nombres en su lista de lecturas, de verdades, de comparaciones entre amor y amistad, mirando al mundo con los ojos de poeta.
Ahí, en su casa, está Marcos Nadie, como invitado especial, pero todos somos voz en este espacio inmenso de silencio. Charlan, cantan, bailan, y nos hacen partícipes de esta película teatral, donde no sabemos nuestro futuro, y un ladrón nos robará el corazón siendo conscientes de ello.
Pienso que todos tenemos una doble vida. La que compartimos con los demás, sean quienes sean, y la que vivimos a solas, y por eso tenemos necesidad de reafirmarnos en contarnos quiénes somos, qué hacemos, qué sentimos.
Eso hace Violeta Gil, que explora el deseo, el amor, los paisajes oscuros, las estrellas que no vemos, el cielo que cubre nuestro techo con la extraña sensación de que formamos parte de la naturaleza de manera artificial.
Andábamos maravillados es el título extraído de versos de la poeta Ingebor Bachmann. “Andábamos maravillados, nos quitamos la ropa vieja y nos pusimos la nueva. Absorbíamos fuerza de cada nuevo suelo y ya no contuvimos nunca más el aliento”. Y por eso nos cuestionamos por qué estamos tan distantes, enajenados del cuerpo algunas veces, viviendo como de prestado y creyendo que nuestro vivir ya no es solo de cada uno sino nuestro, como decía en un poema el gran Pedro Salinas.
“Perdóname por ir así buscándote, tan torpemente, dentro de ti. Perdóname el dolor, alguna vez”. Pedro Salinas. Por eso Violeta Gil nos habla del deseo de amar, y de que, constantemente, hay que estar empezando. Dame lo mejor de ti y sabrás cómo soy yo.
Hay amor por la poesía, por las palabras, por la música, por el teatro, por el pasado y por lo que vendrá, explorándonos y descubriéndonos, intensamente, amablemente, humanamente, umbríamente, inquietantemente.
Nos vamos gestionando nuestras luces y sombras. Y nos daremos cuenta de que todos formamos parte de los títulos de crédito, que esta película no funciona igual si falla alguien. No perdamos, por otro lado, la capacidad de asombro. Andábamos maravillados.
Estamos en casa de Violeta Gil, nos ha invitado a pasar. Nos contará su película, la compararemos con la nuestra, veremos muchos puntos en común, discreparemos en algunas cosas, nada peor que estar seguro de algo, lo que interesa, realmente, es la duda, el parecer de cada cual, y sentirnos libres. Libres de expresarnos, libres de querernos. Es más que suficiente.
ANDÁBAMOS MARAVILLADOS
Creación: Violeta Gil con la colaboración de Marcos Nadie
En escena: Violeta Gil y Marcos Nadie
Música y espacio sonoro: Marcos Nadie
Iluminación: Sara Toledo
Sonido: Bruno Borbolla
Escenografía: Violeta Gil
Distribución: Arrebato
Teatros del Canal, dentro de la Programación del 43º Festival de Otoño