EL RINCÓN DE LA POESÍA

"El niño somalí (dedicado a los mayores)", de Gloria Fuertes

Gloria Fuertes
Fernando Carratalá | Miércoles 03 de septiembre de 2025
Sin ser localista, la poesía de Gloria Fuertes es una de las poesías más castizamente urbanas que tenemos. Perdura en ella su juventud sensorial y sentimental, una juventud tan prolongada como su inspiración, que permanecerá abierta como un radar de poeta en guardia. Esta edición recoge la poesía de los últimos años. La edición corre a cargo de Francisco Nieva).


El niño somalí

(dedicado a los mayores)

Hoy tengo la gripe,

pero no me duele la espalda.

Hoy solo me duele la mirada

de ese niño somalí.

Es un niño que no tiene nada.

Niño sin juguetes, sin comida,

sin agua.

Estuve allí,

y le dije al niño somalí:

-Te traigo unos cuentos.

Y el niño me dijo con la mirada:

-Yo no estoy para cuentos

ni para nada.

Hoy yo tampoco estoy para versos

porque me duele la mirada

de ese niño de Somalia.

Es un niño que solo tiene moscas

en los ojos y en los labios secos.

(Son de esas moscas

que solo pican a los muertos).

Gloria Fuertes: Mujer de verso en pecho.
Madrid, Ediciones Cátedra, 2006.
Colección Letras Hispánicas, núm. 388.

[Este poema denuncia de la desnutrición endémica de los niños somalíes (Somalia -con su poblada capital Mogadiscio- es un país ubicado en el Cuerno de África Oriental, históricamente asolado por guerras y con graves crisis alimentarias, agravadas en los últimos años, que afectan fundamentalmente a los niños).

En los versículos de "El niño somalí" lo que a Gloria Fuertes le duele es el alma, al contemplar la mirada de unos ojos que aguardan la inminencia de la muerte por desnutrición, depauperado su cuerpo por los efectos del hambre y de la sed. El lacónico diálogo entre poeta y niño somalí hace más intenso el drama humano, que llega a su clímax -y no solo poético- en los dos versículos finales: las moscas que el niño tiene en los ojos y en los labios resecos "solo pican a los muertos", y así, la realidad de la muerte que se cierne sobre ese niño -sobre miles y miles de niños en su misma situación- se hace más patente y patética. Y en su mirada -palabra con la que finalizan tres versículos- se recoge precisamente esta tragedia que afecta a una infancia africana necesitada de las solidaridad mundial. Esos versículos finales justifican la llamada de atención que figura como subtítulo del poema: “dedicado a los mayores”, porque son ellos los que tienen que resolver el problema de la hambruna en Somalia y su falta de recursos hídricos.

Así es la poesía de Gloria Fuertes: densidad de pensamiento y una aparente sencillez extrema -con versos flexibles, dinámicos y expresivos- que es capaz de despertar en cualquier lector las más insospechadas emociones]. [Fernando Carratalá]

https://www.soypoeta.com/directorios/museos/fundacion-gloria-fuertes

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