Y lo de verdadera, lo dirá ella. Seguro que tiene más gazapos, lapsus y erratas que las disertaciones de Yolanda Díaz. Si lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas, lo que pasa entre sábanas se queda en la lavadora. Preysler no descansa. Estás equivocada si crees que las socialités no pegan palo al agua. Tendrán pocas neuronas, pero si hay money por medio, las ponen a currar a destajo. Solo Villa Meona, su mansión en Puerta de Hierro, tiene un presupuesto fijo mensual de 8.000 euros. Imprevistos, intendencia, alimentación y caprichos aparte.
Como pa`no contar tus memorias y lo que te pida el cuerpo y la editorial. Que por cierto, ya ha avanzado lo impactantes que son los detalles íntimos de su convivencia con Vargas Llosa. Desde Perú la familia del Nobel amenaza con querellarse. Qué necesidad tiene esta mujer de partirse la cara en los juzgados y en los platós. Reconócelo, no tienes punch, Isabel. Que me digas Mar Flores, me callo. Y aun así, está quedando como Cagancho en Almagro defendiendo su bodrio-biografía “Mar en calma”. Qué mala memoria tienen. Se acuerdan de lo que les interesa. Y estas biografías son solo la primera parte. Para la segunda les vendría bien comer más rabos de pasas. No pienses mal, tío. Dicen que son ricas en flavonoides.