Los últimos meses de Daniella Mendes no han sido precisamente fáciles. Prácticamente en el mismo momento en que supo que su marido había muerto en un accidente de coche también le informaron de que estaba embarazada. Ahora visita con frecuencia a una psiquiatra y vive atiborrada de pastillas con nombres como Sinequan, Vivactil o Zonalon. Es insomne, así que pasa las noches analizando el caso que tenga entre manos.
La televisión ha comenzado a llamarlo “el caso del chico de los Mulkern”, aunque en realidad son tres los niños desaparecidos: Dave Mulkern (12 años), Jon Rosario (12) y Latrena Dersimonian (11 años recién cumplidos). Dave y Jon son grandes amigos y han pasado parte de sus vacaciones escolares construyendo una réplica del módulo lunar Apolo XI en el patio de la casa de Jon.
Dave es un auténtico cerebrito con las ciencias, y desde que su padre le regaló un telescopio a los ocho años, se ha dedicado a observar el cielo y plantearse cuestiones universales que le quedarían grandes a cualquier niño de su edad. Por lo demás, son como el resto de chavales: les gustan los videojuegos, los cómics y se dan cuenta de todo lo que pasa en el mundo de los adultos, a pesar de que se comporten a menudo como si fueran invisibles.
El caso de Latrena es un poco diferente. En su dormitorio, Daniella encuentra videojuegos y el mismo ejemplar del tebeo Las crónicas de Cromm Cruach: La destrucción de Mag Slocht que estaba en los cuartos de los otros dos niños, pero también encuentra algo que no espera encontrar en la habitación de una niña de once años: lencería provocativa y crema depilatoria.
Daniella debe poner el foco en las familias de cada uno de ellos. A menudo se dan casos de críos que han abandonado su hogar por descontento con sus padres, porque se sienten incomprendidos o por otros sentimientos propios de la pubertad y la pre-adolescencia. Lo extraño de este caso es que no parece que ninguno de los tres tuviera planeada la fuga. Seguramente, esa noche decidieron salir con la idea de volver a sus casas antes de que sus padres lo supieran. No fueron obligados por nadie a salir de sus camas en medio de la noche. Sencillamente cogieron sus bicicletas y fueron adonde quieran que se dirigieran.
Los Mulkern son la típica pareja que no han superado el paso del tiempo de la misma forma. John es astrofísico y su relación con el mundo solo es posible a partir de medidas y fórmulas y, con la mente siempre a la altura del cosmos, apenas mantiene los pies en el suelo ni se interesa por los problemas mundanos. Su esposa Corinne, profesora de literatura para niños entre ocho y trece años, por el contrario, es una mujer atractiva a sus treinta y cinco. Como después podrá comprobar Daniella, John sabe que su mujer lo engaña con otro hombre, incluso sabe de quién se trata, y en cierta manera lo entiende porque se pasa las noches “entre Andrómeda y Casiopea”. La intención de su mujer es separarse e irse a vivir a Boston con su hermana. Y quiere llevarse a Dave con ella. Lo hablaron unas semanas antes de la desaparición del niño. John vive tan en las nubes, que llega a confesar a Daniella que como padre es un fracaso, que le cuesta sentir algo por su hijo, que la desaparición de un hijo es algo insignificante ante los problemas del universo.
Jephthah y Arlene Dersimonian, por su parte, están poniendo nerviosa a Daniella al acceder a aparecer en la televisión para hablar de la desaparición de su hija, lo que para la detective es un error, ya que genera una atención que nos los ayuda a trabajar. Daniella no se lleva bien con la prensa y a los medios tampoco les gusta ella, así que estos ejercen presión sobre su trabajo y la cuestionan continuamente por su incapacidad para devolver a los niños a sus casas sanos y salvos, mientras difunden imágenes de Latrena en su comunión para provocar las lágrimas de los espectadores. Después de ese programa vendrá otro y luego otro, lo que terminará haciendo de los niños desaparecidos unas fugaces estrellas mediáticas.
Por último, Robbie y Tawsha Rosario, padres de Jon, son fervientes seguidores de Dios, el típico matrimonio resignado a la voluntad divina y que antes de dormir son capaces de rezar por su hijo pero también por el alma de su captor. Han abierto una cuenta para recaudar fondos para una investigación privada y parte de ella (tres mil dólares) ha sido donada a su iglesia, lo que también ha generado controversia en los medios.
Lorenzo Luengo nació en Madrid, en 1974. En 2008 publicó Diarios de Lord Byron, fruto de más de cinco años de investigación y estudio de las cartas, apuntes biográficos y notas personales del poeta inglés. Su narrativa incluye las novelas La cierva de la aurora (2002), galardonada con el Premio de Novela José Luis Cano; El quinto peregrino (2009), Premio Juan March Cencillo; Amerika (2009), por la que recibió el XIV Premio Ateneo Joven de Sevilla, y La cuestión Dante (2013), que obtuvo el XLV Premio Ateneo de Sevilla. En 2014 publicó el libro de relatos El satanismo explicado a los niños.
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