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Nos estamos quedando sin campo
Estamos en asamblea. Puede que nos equivoquemos, que no sepamos qué hacer, que esto nos sobrepase. Pero hay que poner toda la carne en el asador. Nos estamos quedando sin campo. Se talan árboles y se arrasan campos de cultivo para sembrar plantas fotovoltaicas, instalar molinos eólicos, porque no se atreven a llamarlos de viento, o construir centrales hidroeléctricas.
La verdad duele
Saber el pasado conduce a la verdad. Y es importante saber, aunque la verdad sea dolorosa. Saber de dónde venimos y qué pasó, para no esperar nada después. Para no ir a ningún sitio. Para que todo se mantenga más o menos igual, que no haya cambios, pero conociendo la verdad para no regresar a los malos momentos.
El mar nunca es pusilánime
| El nadador de aguas abiertas |
El mar siempre es atrayente. Desde la orilla y para surcarlo en busca de otros confines. Ver amanecer en el mar es sentir que la vida está ahí para esperarnos. Nada relaja tanto como el vaivén de las olas vistas desde la playa. Aunque sabemos que, a veces, se torna violento, despiadado, furioso, incontrolable.
| Dämon, el funeral de Bergman |
¿Qué hay más vulnerable que mostrarnos desnudos ante los demás? En este caso, no se trata de hacerlo por puro exhibicionismo, sino con la intención de arrancarnos el corazón y mostrárselo a los otros sangrante en nuestra mano. Quizá lo hagamos por el miedo ante la muerte, o por el pánico ante la decrepitud de nuestro cuerpo o nuestra mente: «Sigo trabajando para no perder la razón de puro terror».
La belleza, el arte, la poesía… amenazadas
Cielos se desarrolla en un subterráneo, en un búnker, casi en una alcantarilla. Desde ahí tendrán que desencriptar mensajes amenazantes y terroristas, para impedir una catástrofe a nivel mundial, una debacle con desgraciadas consecuencias.
| Los desiertos crecen de noche |
Cerrar los ojos y dejarse llevar
Estamos buscando algo que no estaba y, de pronto, está. Alguien lo habrá puesto, pero no hay nadie, nadie pasó por aquí después de nosotros. Aun así, no debemos paralizarnos, aunque las cosas no tengan un porqué.
Un personaje (in)quieto
Un edificio silenciado, un hotel venido a menos, las historias de lo que ocurrió dentro, dormidas. Pero aún se mantiene en pie este viejo personaje de ladrillo y ventanas, el Hotel Mónaco, en la calle Barbieri, en pleno barrio de Chueca.
20 historias por capítulos
Todos tenemos un sueño, cada día, que puede que se alargue durante años y años. Son las ansias por conseguir algo, por triunfar, por agrupar a ciertas personas, por imaginar un mundo idílico donde solo suceda lo mejor de lo mejor.
No hay distancia entre ayer y hoy en la zarzuela
No hay distancia en este pasado donde nuestras madres y abuelas oían, y cantaban, las zarzuelas más reconocibles y famosas. Y eran muchas. Formaban parte de su cotidiano vivir diario y no tenían reparos a que se les escuchase cantar a través de las ventanas abiertas mientras hacían la comida o arreglaban la casa, porque así era.
Un desgarro, un lamento, un quejío
Me queda la pena negra más grande, el asombro de la vida y la expectativa de la muerte. Desnudo de memorias y esencias los personajes se convierten en incertidumbre, en mitos, en fracasos, en esperanzas, en mañana.
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