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LITERATURA > FIRMA INVITADA

'El Séptimo sello' de Bergman
"El Séptimo sello" de Bergman
Por Miguel A. Moreta-Lara

Jorge Luis Borges solía decir de sus poemas que eran expresiones directas de su sentimiento y de su ser íntimo. También creía que si no hay emoción no puede haber poesía. Solo unos pocos temas (el sueño, el laberinto, el espejo, el tiempo, Buenos Aires...) alcanzaron a merecer la obsesiva pluma del poeta. Quienes frecuentaron sus versos no han dudado en señalar su idealismo, la tendencia a la abstracción y al prototipo, su visión estática del universo, el sentimiento -en fin- de la vanidad del mundo y de lo perecedero de los individuos. Luego vinieron los profesores de Literatura con sus análisis semióticos, concluyendo que la escritura de Borges es densa, sobrecodificada, polivalente, literarizada y textualizada.

La victoria sin triunfo o el cuento del héroe
La victoria sin triunfo o el cuento del héroe
Por Manuel Lopezneria Fernández

Recuerdo, en mis viajes nocturnos, en aquellos intergalácticos, o simplemente al atravesar el Aleph a la caída de la luz, un hombre me dijo: «Para un verdadero poeta, cada momento de la vida, cada hecho, hasta cada cosa, debería ser poético, ya que profundamente lo es». Lo que aquel viejo ya de 70 años de allende tierras sureñas afirmaba, tenía mucho de sentido, sobre todo si lees a ese griego y sus tragedias, en la cual, en una de esas tragedias estaba ¿yo? Sí, ¡su servidor! ¡Yo! Ahí estaba mi nombre, mi ciudad, el nombre de mi madre, madrastra y esposa. Inverosímil casualidad, ¿cómo podía ser? y así, así empecé a leer…

Orestes y Electra
Orestes y Electra
Por Osvaldo Gallone

El primer ensayo de la edición original de Cuestiones estéticas (Librería Paul Ollendorff, 292 páginas, 1911), de Alfonso Reyes, se titula “Las tres Electras del teatro ateniense”, y está dedicado al maestro dominicano Pedro Henríquez Ureña (tiempo después, Henríquez Ureña recordaría aquellos años diciendo: “Leíamos a los griegos, que fueron nuestra pasión”). No se nos escapa –más bien nos desasosiega- que abordar un tema que Alfonso Reyes ya ha transitado no sólo supone una osadía, sino que linda con la más crasa irreverencia. Acaso lo único que atempera el atrevimiento –y éste, incluso y tal vez, no del todo admisible- es que no sólo a cada generación, sino a cada lector le asiste el inalienable derecho de aportar su propia lectura a las lecturas consagradas por los ilustres dómines del pasado con la modesta expectativa de reanimar, matizar o recrear un texto clásico.

Gustavo Gac-Artigas
Gustavo Gac-Artigas
Por Priscilla Gac-Artigas

Gustavo Gac-Artigas, poeta dramaturgo, hombre de teatro, novelista, escritor de originales columnas de opinión, aventurero, rebelde, amante de la justicia y la libertad. Hace 46 años nuestros destinos se cruzaron (no se juntaron, eso fue más tarde), yo, estudiante de posgrado de lenguas, literatura y teatro en París como parte de la audiencia de un espectáculo en beneficio de la lucha del pueblo chileno contra la dictadura, él, como refugiado político y director de teatro, maestro de ceremonias tratando de convencer a la audiencia de permanecer hasta el final --a riesgo de perder el último metro--, para presenciar una “orgía”, obra de teatro de Enrique Buenaventura que su grupo, Théâtre de la Résistance-Chili, representaría sobre la escena del auditorio de La Mutualité como último número del evento. Su voz y su palabra me cautivaron, presencié el espectáculo hasta el final y tuve que caminar de vuelta a la residencia estudiantil, pero no me arrepiento.

Por José Antonio Sierra
Instituto Cultural de España en Dublín
Instituto Cultural de España en Dublín (Foto: Archivo)
El 3 de marzo de 1974 arrojaron por la noche un artefacto incendiario contra la puerta del Instituto Cultural Español de Dublín, Irlanda, como protesta por la ejecución por medio de garrote vil del joven anarquista Salvador Puig Antich en la antigua prisión Modelo de Barcelona. La rápido intervención de los vecinos, transeuntes así como de los bomberos impidieron que, salvo la puerta de entrada, ardiese el edificio.
Leopoldo Marechal
Leopoldo Marechal
Por Osvaldo Gallone
Dos paradigmas incuestionables de la crítica literaria se ocuparon de la obra: la argentina María Rosa Lida en Introducción al teatro de Sófocles (Losada, Buenos Aires, 1944) y el norteamericano Edmund Wilson en La herida y el arco, (F. C. E., Breviarios, México, 1983). La historia se remonta a los Cantares ciprios (poema perteneciente a la literatura griega antigua, del cual se conservan apenas algunos fragmentos y que formaban parte del llamado “ciclo troyano”: conjunto de poemas que narraban los acontecimientos legendarios de la guerra de Troya y del cual han llegado hasta nosotros sólo dos: Ilíada y Odisea), se menciona escuetamente en Ilíada (canto segundo, 722-726), la retoma Píndaro en sus Píticas (Oda I) hasta que en manos de Sófocles se convierte en una obra maestra escrita a sus ochenta y cinco años.
El exilio de tu recuerdo
El exilio de tu recuerdo
Por Manuel Lopezneria Fernández
En ciertos mundos imaginarios, en lo etéreo, en sueños, te busco, pero no te encuentro. Mi soledad en esta ínsula, privada de tu perfume, me atormenta en la más mínima sobriedad. Los aciagos atardeceres color cobre alumbran tu rostro allá, en el alto Urano, de manera celestial, sin poder alcanzarte, sin poder tocarte.
Kate O´Brian
Kate O´Brian
Por Pilar Iglesias Aparicio

Si el rey Felipe II utilizaba esa expresión, para nombrar despectiva y vengativamente a Ana de Mendoza, Princesa de Éboli, Kate O’Brien la resignificó al utilizarla como título de su séptima novela, publicada en 1947. Bien podemos utilizarla ahora, en un sentido muy diferente, para referirnos a la escritora, por su calidad literaria, su amor por España; su interés en figuras literarias e históricas españolas (Teresa de Jesús, Ana de Mendoza, Jacinto Benavente y Miguel de Cervantes); su valentía al abordar temas que le valieron la prohibición de dos de sus novelas (Mary Lavelle (1936) y Land of spices (1941) en Irlanda por contradecir los rígidos parámetros de moral sexual impuestos por el gobierno de Eamon de Valera, y la prohibición de otra en España, por el gobierno franquista, Farewell Spain (1937), por su decidida defensa de los valores de la República y su condena del golpe militar; y el carácter feminista de su literatura, en que nos muestra mujeres independientes, capaces de tomar decisiones y defender aquello en lo que creen, como sucede en la novela que comentamos.

Miguel de Cervantes Saavedra
Miguel de Cervantes Saavedra (Foto: Archivo)

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
Por Krzysztof Sliwa
Gracias a la ejemplar colaboración del benemérito biógrafo cervantino Alfonso Dávila Oliveda, Secretario de la Asociación Cultural Universis de Alcalá de Henares, ex Director del Archivo General de la Administración del Estado Español, editor de Itinerarios de Alcalá de Henares (Aguadulce, Editorial Círculo Rojo, 2023), y autor de los excelentes libros, entre ellos, Miguel de Cervantes. Apuntes para una biografía. El espía (1595-1603), (Editorial Círculo Rojo, 2019); Miguel de Cervantes Saavedra, el espía de Felipe II, que acabó con Hasán Bajá, virrey de Trípoli y Argel (1595-1601). Apuntes para una biografía, (USA, Columbia, SC, 2017); y Miguel de Cervantes. Apuntes para una biografía. Volumen IV. El abuelo. (1604-1608), (Editorial Círculo Rojo, 2023), descubrimos 21 nuevas joyas documentales del glorioso Manco sobre su vista en la Sartén de Andalucía, que empieza el 6 de julio de 1588 y termina el 19 de julio de 1588:
Gaby Vallejo Canedo
Gaby Vallejo Canedo
Por Javier Claure C.

El mundo literario boliviano, una vez más, se viste de luto ante la triste noticia del fallecimiento de una de las plumas más destacadas de Bolivia y una figura prominente en la escena literaria internacional. El sábado 20 de enero murió la escritora, Gaby Vallejo Canedo, a la edad de 82 años, en la ciudad de Cochabamba (Bolivia).

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