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LITERATURA > FIRMA INVITADA
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En su imprescindible Diccionario de mitología griega y romana (Paidós, Barcelona-Buenos Aires, 1ra. reimpresión 1982, 634 páginas), Pierre Grimal lo señala con meridiana claridad: “(…). El brote por excelencia del mito es la obra literaria. Casi no hay ningún aspecto de la literatura griega que lo ignore, y ninguno, de un modo u otro, deja de apoyarse en él.”
La Rectoría de la Universidad de Costa Rica (UCR) tomó la decisión de realizar, el día 21 de julio de 2025, el conversatorio “Lectura, pensamiento crítico y democracia” con Irene Vallejo, autora de su libro más emblemático, El infinito en un junco, y la pregunta que me surge es la siguiente: ¿cuáles son los libros de la señora Vallejo que abordan los problemas de la democracia, la crisis de las instituciones, el destronamiento de la verdad, el surgimiento de los populismos y de los autoritarismos en las sociedades contemporáneas? Planteo interrogantes como un ciudadano comprometido con la rendición de cuentas de los fondos públicos del país y con el estado de nuestra democracia.
Al simular el otro día que se masturbaba con un crucifijo en una iglesia, Ane Lindane vino a sintetizar, grosera y grotescamente, las dos obsesiones que han marcado dramáticamente mi vida; las mismas que abrumaron a San Agustín y, en tiempos mucho más recientes, a Woody Allen, un ateo de carácter obviamente religioso. Como para ellos –y creo que puedo jactarme de encontrarme en tan conspicua compañía- el sexo y la religión han constituido desde el principio el núcleo de mi personalidad y de mi biografía, los dos planetas gigantes que conforman el campo gravitatorio en el que me muevo, con esfuerzo, y del que nunca podré escapar. Sería subestimar la perspicacia del lector precisar aquí que tener o no tener fe, como mantener o dejar de mantener relaciones sexuales, son cuestiones muy distintas de estar obsesionado con esos dos factores que polarizan nuestra naturaleza humana.
Mientras las bombas caen sobre instalaciones civiles en Irán, Gaza o Siria, mientras los drones son activados a distancia desde oficinas con aire acondicionado en Washington o Tel Aviv, y mientras las víctimas—la mayoría civiles, mujeres y niños—son borradas del mapa y de la conciencia colectiva, nos enfrentamos no solo a una guerra, sino al fracaso total de la arquitectura internacional de la paz.
“La paz no es simplemente la ausencia de guerra. La paz es la creación de condiciones justas de vida para todos.”
Federico Mayor Zaragoza, Delito de Silencio (2006)
El siglo diecinueve terminó con la pérdida de las últimas colonias de ultramar: Puerto Rico, Cuba (con el hundimiento del acorazado Maine que sirvió de casus belli para el inicio de la guerra hispano-estadounidense) y Filipinas (con el asedio y resistencia valerosa en la iglesia del pueblo de Baler durante 337 días). El Desastre del 98 puso de manifiesto el problema nacional. La clase política y la sociedad entraron en un estado de desencanto y frustración.
PLAZA DE GUIPÚZCOA
Bárbara Rey ha tirado de la manta y ha contado lo más grande. Pero a estas alturas del thriller nacional ¿A quién le importan los cuernos, las putas, los tríos o los trans? Estamos exorcizados, tío. Lo más escandaloso ha sido la última revelación de la vedette “Juan Carlos era muy tacaño. Me regaló una medalla y no pude venderla porque era mala”.
¿Qué sería la vida sin amor? Tal vez una existencia vacía y sin color, un mundo carente de belleza. Para el ser humano el amor, en todas sus formas (romántico, familiar, amistoso, hacia uno mismo o hacia el mundo) es el encanto sublime por excelencia que todos podemos vivir y percibir sin importar los pormenores por los cuales estemos pasando en ese instante.
DESDE MI SILLÓN OREJERO
… escucho la ópera Becqueriana de María Rodrigo (Madrid, 1888- San Juan de Puerto Rico, 1967) a la vez que releo las emotivas Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer (1836- 1870) de nuestro gran poeta romántico sevillano.
Asistí en Málaga a una actividad cultural muy interesante la semana pasada. En estos tiempos en que muchos miran recelosos cualquier iniciativa que los saque de su propio mundo pequeño y exclusivo, resulta gratificante ver a un grupo grande de personas compartiendo una actividad de forma desinteresada sin preocuparse del tiempo ni alarmarse por el uso de distintas lenguas. Me refiero en esta ocasión a la celebración en Málaga de la fiesta del Bloomsday, que, después de cinco años teniendo como escenario el Balneario de Los Baños del Carmen, este 2025 acaba de tener lugar en el interior del pub irlandés Morrisey’s, en el centro de la ciudad.
Don Quijote ha decidido hacerse pastor: al no poder seguir imitando el modelo de vida de los héroes de la novela de caballerías –según la promesa hecha al Caballero de la Blanca Luna de abandonar, al menos por un año, las armas y retirarse a su lugar de origen–, el hidalgo manchego opta por convertirse en uno de esos idealizados pastores que consagraron literariamente no solo Garcilaso de la Vega en sus Églogas, sino también la novela pastoril renacentista. Y don Quijote está convencido de que a ese mundo pastoril se van a incorporar, además de Sancho Panza y la mujer de este, el bachiller Sansón Carrasco, maese Nicolás el barbero, y hasta el cura, «que es alegre y amigo de holgarse».
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