Un «asesino de los escombros» acabó realmente con la vida de cuatro personas. Con ese nombre lo conocieron en su época, pero quién fue en realidad es algo que todavía hoy sigue sin saberse. El autor nos cuenta una historia real pasada por el tamiz de la ficción, desde una perspectiva singular: la de la gente que había perdido la guerra y con ella, nos adentra en sus hogares, en su ciudad y en la intimidad de su pensamiento. Un relato escalofriante sobre la interacción entre vencedores y vencidos, en Hamburgo en 1947, una ciudad devastada por la guerra.
El cuerpo desnudo de una chica que ha sido degollada aparece entre las ruinas de unos edificios bombardeados. No se encuentra ninguna huella del culpable ni ninguna pista para identificar a la víctima. No hay testigos y nadie denuncia su desaparición.
Para el inspector jefe Frank Stave, un hombre traumatizado por la guerra, que perdió a su mujer en un bombardeo y cuyo hijo lleva dos años desaparecido, se presenta un caso complicado. Pero cuando aparece el cadáver de un hombre mayor en las mismas circunstancias, Stave intuye que no será la última víctima. Con la ayuda del oficial británico James McDonald y del compañero de la Brigada de Orden Público, Lothar Maschke, el inspector se adentrará en una investigación que también pondrá en juego su salvación personal.
La literatura de los escombros
El asesino entre los escombros es también un homenaje a la tradición literaria de la «Trümmerliteratur», la llamada literatura de los escombros. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, esta literatura describía un mundo hecho añicos en el que se trataba el tema de la culpa de los supervivientes como eje principal. Era una narrativa marcada por la miseria y la austeridad, en un mundo que se había derrumbado, de la que formaron parte autores tan relevantes como los Premios Nobel Heinrich Böll y Günter Grass.
En 1947 se formó el grupo literario que adoptó ese nombre. En él militaron las principales figuras literarias de la posguerra. Esta novela es un guiño a una narrativa que, como el mismo inspector jefe Frank Stave, tuvo que resurgir de sus cenizas.
Cay Rademacher (1965) estudió historia angloamericana, historia antigua y filosofía en Colonia y Washington. Desde 1999 es redactor de la revista Geo, donde inició el magazine Geo Época, que dirige actualmente. Vive con su familia entre la Provenza y Hamburgo.
"El asesino entre los escombros" es su primera novela y ya se han publicado en su país la segunda y tercera entrega, Der Schieber (El traficante) y Der Fälscher (El falsificador).
Éxito en Alemania
Debido al éxito que está teniendo en Alemania, donde se han vendido más de 80.000 ejemplares en muy poco tiempo, el Hamburgo de posguerra se ha convertido en el trasfondo de una serie de novela negra protagonizada por el mismo personaje, el inspector jefe Frank Stave.
Sobre el autor el Berliner Morgenpost opina: "con un estilo que destaca por su belleza, claridad y realismo, Cay Rademacher recrea el ambiente frío de la guerra. Una lectura emocionante", y el Buchjournal añade. "como historiador, Cay Rademacher sigue fiel a los detalles históricos a la vez logra gran suspense psicológico".
La novela es, en definitiva, un fragmento de la historia que cobra vida y conmueve profundamente a los lectores.
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