Fotoconnexió es una asociación cultural sin ánimo de lucro, creada en Barcelona en 2011, que se dedica al estudio y la investigación de la fotografía y el audiovisual en todos sus ámbitos.
Ricard Marco visitó al vendedor para ver la documentación fotográfica en venta y elaboró un informe:
Se trata de negativos de nitrato de celulosa en blanco y negro conservados en buen estado y un nivel de contraste excelente. Una parte de los negativos de 35 mm no tienen identificación y están guardados en tiras de 6 dentro de archivadores de plástico. La otra parte, en formatos 127 y 35 mm, están cortados y colocados en envoltorios de papel con anotaciones manuscritas que identifican la imagen.
La documentación fotográfica se encuentra en el interior de dos cajas metálicas y una de madera, que lleva una etiqueta pegada de la “Aliança Nacional de la Dona Jove. Als nostres combatents”.
La ausencia de posibles compradores públicos, hizo que Marco contactara con Josep Cruanyes, presidente de la Comissió de la Dignitat, que en marzo de 2013, adquirió el lote de fotografías por 7.500 euros. Esta compra pudo realizarse gracias a las aportaciones voluntarias de unas 50 personas y la colaboración de la editorial Ara Llibres y la revista Sapiens, con la intención final de hacer la entrega del fondo fotográfico al Arxiu Nacional de Catalunya.
La asociación Fotoconnexió organizó un grupo de profesionales para colaborar desinteresadamente, con la Comissió de la Dignitat, en el estudio del proyecto del “fons Argelers”, nombre con el que inicialmente fue nombrado el fondo fotográfico. El trabajo conjunto de las dos asociaciones permitió, en un par de meses, identificar a Francesc Boix como autor de las fotografías correspondientes al frente de Aragón y del Segre entre 1937 y 1938. Los negativos anteriores al período de la guerra (1930-36) son de autor desconocido aunque se han atribuido, provisionalmente, a Bartomeu Boix, padre del fotógrafo.
Trabajo archivístico de los negativos realizado por Fotoconnexió:
- Inventario del fondo fotográfico.
- Reubicación de los negativos en material de archivo apto para su correcta conservación.
- Digitalización de los 1.368 negativos con cámara fotográfica y posterior edición de las imágenes en formatos digitales Tiff y Jpeg.
- Catalogación de la serie de los negativos 0662-1368 del fotógrafo Francesc Boix, la parte del fondo que corresponde a la Guerra Civil, utilizando la base de datos facilitada por el Arxiu Nacional de Catalunya.
- Información relativa a los negativos: título, descripción física y de la imagen, datación, localización geográfica y identificación de las personas fotografiadas, edificios, actos, etc.
Inicialmente este fondo fotográfico parte de Perpignan (Francia) y su procedencia la podemos situar en el campo de refugiados de Argelers, aunque esta información no ha estado confirmada. Raymond Puech, hombre de unos 80 años, ferroviario y coleccionista, compró los negativos en Perpignan, en un “vide-grenier”, mercado de compra-venta de objetos usados. Pasados unos años los vendió a un anticuario de Barcelona, que fue quién los puso en subasta.
En marzo, tras la compra del fondo “Argelers”, Josep Cruanyes, de la Comissió de la Dignitat, dió una rueda de prensa y se publicaron algunas fotografías en varios periódicos catalanes. Las noticias y las imágenes que salieron en la prensa proporcionaron pistas para el estudio de los negativos.
La fotografía publicada en prensa de Ventura Pau, oficial del ejercito republicano, y su esposa Montserrat Sureda, realizada en Vilanova de Meià, nos lleva hasta Salt (Girona), donde unos familiares de la pareja fotografiada, los identifican como sus abuelos. La familia guarda un diario de guerra de Ventura Pau, que contiene esa misma fotografía pegada y fechada el 2 de junio de 1938, el nombre del autor es Francesc Boix, el fotógrafo de Mauthausen.
Las noticias publicadas en la prensa despertaron el interés de Lluís Quinto por ver las fotografías. Un excombatiente de 92 años que había estado en el frente del rio Segre. Pero debió tratarse de otra división ya que no pudo reconocer ninguna de las fotografías de la zona de guerra que se le mostraron. En el despacho de Josep Cruanyes, el azar hizo que Lluís Quinto reconociera un retrato de Maria Fabregat, su cuñada, en el balcón del Hotel Colon. Días después, le mostraron dicha foto a Maria Fabregat, que vive en una residencia de Barcelona, y reconoció recordar a Francesc Boix tomando fotografías cuando ella trabajaba de secretaria en la sede de las Joventuts Socialistes Unificades de Catalunya (JSU) en la plaza de Cataluña.
La Comissió de la Dignitat encargó un estudio grafológico de las anotaciones manuscritas que acompañan algunos negativos. Las pruebas caligráficas también ofrecieron respuestas positivas respecto a Francesc Boix como autor de la letra de una parte de los documentos escritos, los que corresponden a las descripciones de los negativos de la Guerra Civil. Las anotaciones correspondientes al período anterior, comprendido entre 1930 y 1936, los peritos grafólogos, determinaron que pueden ser de un pariente cercano a Boix, posiblemente Bartolomé Boix, su padre, un sastre muy aficionado a la fotografía.
En paralelo el equipo de trabajo de Fotoconnexió identificó a Francesc Boix acompañado de Gregorio López Raimundo en uno de los negativos y, posteriormente, se localizaron seis fotografías más donde aparece el fotógrafo.
En agosto de 2013, una vez digitalizado el fondo fotográfico, Josep Cruanyes y Ricard Marco recorrieron los emplazamientos físicos que se pueden ver en las fotografías. La mayoría de escenas militares corresponden al frente de Aragón y del Segre de la Guerra Civil entre 1937 y 1938.
Después de la Guerra Civil, Francesc Boix (Barcelona, 31-08-1920; París 4-7-1951), se exilió en Francia donde fue internado en diversos campos de refugiados. Luego se incorporó a las brigadas de trabajo del ejército francés y durante la Guerra Mundial (1939-1945) fue capturado por el ejército alemán. En 1941 ingresó en el campo de concentración de Mauthausen, donde fue destinado al Servicio Fotográfico. Las fotos que escondió y su testimonio en los juicios de Nuremberg y Dachau en 1946 contribuyeron a condenar a algunos oficiales nazis.
Su compromiso político con las JSU lo llevaron, con solo 17 años, al frente de Aragón y del Segre como fotógrafo del Ejército Popular de la República. Esto le proporcionó la ocasión de retratar la vida cotidiana de los soldados y, en algunas ocasiones, la primera línea de la zona de guerra.
Con la recuperación de los negativos de la Guerra Civil de Francesc Boix se completa el legado fotográfico de un joven militante comunista del Poble-Sec de Barcelona, que ha pasado a la historia como uno de los grandes fotógrafos de guerra.
En enero de 2015 RTVE, en el programa Crónicas, emitió Las dos guerras del fotógrafo Boix, un documental dirigido por Joan Sella, que nos muestra todo este estudio realizado sobre el personaje y el trabajo fotográfico de Francesc Boix.
La Comissió de la Dignitat hizo entrega del fondo fotográfico de Francesc Boix al Arxiu Nacional de Catalunya el 14 de septiembre de 2016. Actualmente las imágenes correspondientes a la Guerra Civil pueden ser consultadas online desde la página web de la institución.
El 28 de noviembre la editorial Ara Llibres puso a la venta el libro
Los primeros disparos de Francesc Boix, un importante documento que nos muestra 130 fotografías de la vida en el frente de los combatientes republicanos y los civiles.
El Institut d’Estudis Ilerdencs inauguró la correspondiente exposición el 15 de diciembre de 2016 y en la actualidad, conjuntamente con Fotoconnexió, está elaborando un calendario para mostrar la exposición en distintas poblaciones, además de realizar conferencias y presentaciones.
Puedes comprar el libro en: