Theodore Ratnoff, subdirector del New York Globe, aparece asesinado en la sala de redacción. En su frente el asesino ha clavado un pinchapapeles que antiguamente se usaba para marcar los artículos rechazados. En el pincho hay una nota, “Bien. ¿Quién?”, la frase que Ratnoff enviaba a los redactores cuando le gustaba un titular o una frase de algún artículo. Ratnoff era temido por sus subordinados debido a sus comentarios hirientes, por lo que todos los trabajadores del periódico se convertirán en sospechosos: el asesino sólo puede ser alguien de dentro. La noticia del asesinato puede producir un escándalo y ser aprovechada por la competencia para hacer daño al periódico. La detective Priscilla Bollingsworth será la encargada de investigar el asesinato, pero el periódico organiza su propia investigación que encarga a Jude Hurley, un joven y brillante periodista de investigación.
Los primeros resultados de la investigación dejan preguntas inquietantes en el aire, ¿qué estaba investigando Ratnoff antes de morir?, ¿estaba relacionado con su asesinato?, ¿qué hay de cierto en los rumores sobre la vida personal de Ratnoff? Y, lo más preocupante, ¿volverá a actuar el asesino? A todas estas preguntas se responderá a lo largo de la obra.
Asesinato en blanco y negro nos presenta una interesante trama en la que la lista de posibles asesinos es prácticamente infinita, nadie puede ser descartado a la ligera, quien más y quien menos tenía algún motivo para acabar con el director ejecutivo. Estas circunstancias proporcionan una lectura que va acelerando por momentos el suspense, pero sin dejar de lado un estilo entretenido en el que los aportes de la experiencia periodística del autor son más que notables.
El estilo periodístico consigue mantener el ritmo de la novela, a la vez que va desgranando poco a poco una sutil crítica a la decadencia del mundo del periodismo: Darnton irá poco a poco diseccionando sus entrañas, revelando la manipulación de las noticias, los plagios editoriales y las ambiciones personales, hasta el punto de que alguno de los personajes preferiría mear cristales antes de entregar una noticia a uno de sus competidores aunque eso conllevara el no poder darla a conocer.
Esta crítica acompaña sutilmente a la investigación de un difícil caso en el que se irá presentando a todos los sospechosos, mientras que los protagonistas irán descartando candidatos en su afán de intentar atrapar al asesino.
En definitiva, Asesinato en blanco y negro es una inteligente, sensacional y mordaz novela que, mezclando realidad y ficción, romanticismo y cinismo, retrata la decadencia de la vida periodística. Es una brillante incursión de John Darnton en el género negro, que lo confirma como una de los escritores más polivalentes de la actualidad.
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La incursión de John Darnton en el género negro.