"La madrina del Batallón", la novela de Belén García Calvo, presenta una visión inocente de esa mezcla de miseria y exaltación con la que transcurrían los días en el Madrid de la época más desgarradora de nuestra historia reciente: la guerra civil.
La autora lleva al primer plano las vivencias de una joven, Serena Rivera, donde el momento histórico, los hechos, no son sino el marco, la escenografía sobre la que se desarrolla la verdadera historia del libro.
Con una prosa intimista, sencilla y directa, un lenguaje claro y un enorme sentido del ritmo, los personajes, perfectamente caracterizados, ofrecen un diálogo luminoso en una trama sólida y sin fisuras.
Atrapa nuestra atención
Nada más comenzar la lectura de este libro, nos sentimos fuertemente atraídos por cómo la autora, Belén García Calvo, atrapa nuestra atención para ya no soltarla hasta su conclusión, afirma Francisco Azorín, profesor y escritor, miembro del Instituto de Estudios Madrileños durante más de 50 años, por lo extraordinariamente minucioso de las diversas descripciones y detalles de la época, no recogidos en archivos ni bibliotecas sino más bien en ambientes muy íntimos y con el amoroso calor de los hogares familiares.
La experiencia de la lectura de la novela es tan intensa que produce, más que una evocación, una vivencia casi real.
Crónica
Esta novela es una crónica de cómo el hambre de vida, la curiosidad, la picardía de unas niñas que empiezan a asomarse al mundo de sus mayores, sobreviven al peso de los grandes eventos y al daño que las ideologías y los «heroicos furores» hacen a los hombres.
Trata de la ya muy visitada contienda civil, de la brutalidad y el horror de cualquier guerra. Pero el tema de la novela es otro; lo mencionado no es sino el marco sobre el que se desarrolla la verdadera historia del libro: la confrontación entre una mirada inocente y la realidad del mundo.
Pregunta
¿Cómo continuar la vida cuando alrededor todo se ha derrumbado? es la pregunta que atraviesa de parte a parte "La madrina del Batallón", opina la conocida psiquiatra y psicoanalista María José de la Viña Guzmán.
No es preciso que sea una guerra lo que rompa los puntos de referencia. Hay muchas circunstancias que pueden provocar esta misma devastación en la vida de una joven, pero la guerra ha sido siempre el principal escenario de esas catástrofes que ponen a prueba la subjetividad de quienes la sufren, de una manera tal que nos asombra que hayan podido ser capaces de resistir, de reaccionar y de seguir adelante. La protagonista es capaz de inventar una vida, descubrir el amor y arriesgarlo todo a través de diferentes caminos para seguir viviendo; caminos diametralmente opuestos a lo que, antes del desastre, habría parecido razonable esperar.
Se lee de un tirón
"La madrina del Batallón" se lee de un tirón porque sumerge al lector en un relato verosímil y delicadamente construido, con el buen criterio de alejarse de los escenarios habituales, que no recurre al artificio fácil ni pretende atrapar al lector mediante sentimentalismos; pero que, sin embargo, nos ayuda a ordenar rastros, a llenar lagunas y a colmar vacios de esas historias no contadas de quienes, en condiciones extremas, se vieron obligados a inventar la vida por su cuenta y riesgo, añade María José.
La escritura de Belén García Calvo, precisa, delicada y extrañamente seductora, nos revela cómo las cosas más preciosas -el deseo, la inocencia, la intimidad- siguen creciendo sin cesar en las abundantes grietas del muro de la Historia, es decir, de la barbarie, concluye el escritor Gabriel Sofer.
Belén García Calvo, sumamente educada, agradable y cordial, siendo muy joven fue empresaria en el sector de Recursos Humanos, y después cambió de rumbo para dedicarse a la edición. De entre otras grandes figuras de las letras españolas, ha editado conferencias y textos de Julián Marías, Rafael Lapesa, Pedro Laín Entralgo o Fernando Lázaro Carreter. En los últimos años ha permanecido dentro del sector editorial en un gran grupo multinacional.
Trabajadora infatigable, al fin ha reunido el tiempo necesario para escribir su primera novela, "La madrina del Batallón".
Licenciada en Filosofía, mantiene un aprendizaje continuo en enseñanzas de distinta índole, aunque reconoce que su principal fuente de conocimiento son las personas y las experiencias vitales.
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