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El jugador

11/10/2022@15:00:00

Actualmente los casinos tienen una popularidad que jamás se hubiera imaginado, sin embargo, esto no significa que los casinos hayan aparecido hace poco, de hecho, la cultura de los casinos es bastante antigua, aunque con la llegada de internet y de los casinos online, estos han experimentado un increíble crecimiento. En este artículo vamos a hacer un repaso por la historia de los casinos, desde el origen hasta la actualidad, pasando por cómo los casinos llegaron a España y en cómo se pasó de la prohibición del juego a que todos los años llegara algún nuevo casino online españa. Sigue leyendo si quieres conocer el origen de los casinos y su interesante representación en la literatura.

Desde siempre, los casinos han sido una gran fuente de inspiración para novelistas y cineastas, ya que siempre han dado mucho juego —valga la redundancia— para crear ficción, robos e incluso historias de amor. Algunos de estos personajes, tan creativos, usaban los casinos como lugar de inspiración al mismo tiempo que de desconexión para crear algunas de sus obras más famosas.

Fiódor Dostoyevski, considerado por muchos como el último gran genio de la literatura, es uno de esos autores con una vigencia que es casi imposible de perder, pues a poco más de 150 años de haber escrito El jugador, considerada una de sus más grandes y aplaudidas obras, que con motivo del bicentenario de su nacimiento se celebra este 2021, es importante reconocer la vigencia de los relatos descritos a través de esta novela de uno de los maestros de la literatura universal.

La relación entre el juego de apuestas y la literatura ya ha sido profundamente explorada, y aun sigue habiendo ejemplos de nuevas creaciones que abordan esta cuestión. Es que hay un vínculo insoslayable entre el azar y el arte, un vínculo que se hace evidente en textos que tratan las apuestas de manera directa, pero que también está presente, podría pensarse, en todo tipo de obra literaria, incluso en las más estructuradas; Edgar Allan Poe, según lo que se lee en su «Filosofía de la composición», no estaría de acuerdo, pero se puede aventurar que el azar es una parte constitutiva del arte, lo que hace que un texto deje de ser una anécdota y se convierta en un cuento, o que un artículo abandone su naturaleza informativa para convertirse en un ensayo.
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El marco de las obras literarias muchas veces tiene tanta importancia como la trama, o aun más. Esto es especialmente relevante cuando el contexto está situado en ambientes llamativos, vistosos o prometedores: el casino, los hipódromos, y el mundo de las apuestas en general son, sin dudas, escenarios que a ningún lector le pueden pasar inadvertido.

Es un hecho que la suerte juega un papel protagónico en el proceso creativo de todos los tipos de artistas. Claro, también lo juegan el estudio de técnicas y métodos, la práctica constante y el interminable ensayo y error de los más experimentales e interesantes. Sin embargo, muy a menudo ese pequeño detalle clave (o sucesión de detalles clave), como una explosiva nota musical, una precisa metáfora dentro de un verso o un gesto facial de un actor de cine, ocurre por puro azar. La literatura no es la excepción a estos caprichos de las musas o la fortuna, la pura suerte. No es extraño, entonces, que muchos grandes escritores se interesen en estos temas, pues además el juego y las apuestas son algunas de las más poderosas fuentes de emoción, suspenso y perdición para la humanidad.

En la actualidad, sabemos que los juegos de azar fueron creados por la humanidad para disfrutar de un momento de diversión mientras se tentaba a la suerte. Esa situación continúa todavía hoy, cuando los jugadores de los casinos online y las casas de apuestas deportivas se emocionan con la posibilidad de ganar un gran premio. Toda esa adrenalina y sensación de aventura que surgen de los juegos de azar se han visto incluidas en la literatura y en otras formas de arte a través del tiempo. Con la invención de papel en China hace más de cuatro mil años, las historias comenzaron a contarse de forma escrita, y los juegos de azar también encontraron un espacio en la literatura.