El origen, desarrollo, esplendor y decadencia de las dinastías más famosas del siglo XX. Grandes dinastías.

GRANDES DINASTÍAS

LOS ALBA

Cayetana Fitz-James Stuart y Silva ha sabido vivir entre las exigencias de su alcurnia y, al mismo tiempo, lejos de convencionalismos, guiada por su singular personalidad y desparpajo. En las últimas décadas, la voraz prensa rosa le ha robado a ella y a sus seis hijos la tranquilidad. Los actuales Alba son víctimas de las modernas intrigas del siglo XXI, y muchos dudan de que los herederos del inmenso legado tengan la fortaleza con la que su madre ha llevado las riendas de una Casa con más de quinientos años de historia.

LOS AGNELLI

El nombre Agnelli siempre será sinónimo de Fiat y Fiat será el equivalente de la inventiva italiana y su capacidad de recuperación. Sin embargo, en los últimos años han estado a punto de desmoronarse después de que el legendario Gianni Agnelli «Il Avvocato» dejara su imperio en manos de sus dos inexpertos nietos y la disputa por su herencia llevara a la familia a recorrer los juzgados de Italia. Una dinastía donde el poder, el glamour y las princesas han tenido que convivir con los ataques terroristas, las tragedias y las drogas.

LOS BARRYMORE

Con un linaje ininterrumpido y sin precedentes de cinco generaciones de actores, la vida fuera de los escenarios de «la familia real» de la interpretación ha superado a cualquiera de sus representaciones dramáticas. Un apellido tras el que se esconden seres atormentados y desquiciados que, con frecuencia, han caminado al borde del abismo. Desde el patriarca, Maurice, hasta Drew Barrymore. En esta familia, los aplausos y el reconocimiento se han mezclado con los excesos que acabaron, en algunas ocasiones, en internamientos en psiquiátricos, centros de rehabilitación y cárceles.

LOS BUSCH

El devenir de esta familia presente durante casi un siglo en la historia de Estados Unidos, transcurre entre los más descarnados ataques de sus enemigos y la admiración incondicional de sus adeptos, a partes iguales. Desde los años treinta, exitosos banqueros, empresarios y políticos han luchado por el control del mundo como si de sus propias empresas se tratase, y siempre con el sentimiento de familia invencible y como si fueran los responsables de una misión divina.

LOS CHAPLIN

Descendiente de un padre alcohólico y una madre con problemas mentales, la vida de Charles Chaplin es un relato repleto de momentos de miseria, escándalos y persecución. Junto a la admiración, cosechó la repudia, sobre todo por su tumultuosa vida personal, su carácter perfeccionista y tiránico y su predilección por las adolescentes. «Si hubiera muerto borracho, pobre y solitario le habrían querido. Nunca le perdonarán haber muerto rico, feliz y viviendo en Suiza», manifiesta uno de sus biógrafos. Dos de sus hijos y una nieta han intentado seguir la huella de su genialidad artística.

LOS DOMINGUÍN-BOSÉ

A Luis Miguel Dominguín le precedió su fama de hombre y diestro arrogante, altanero y mujeriego. A Lucia Bosé, el matrimonio con «el torero» -como ella siempre le llama- le marcó la vida. La pareja vivió una relación tormentosa de la que nacieron tres hijos con una enorme creatividad y belleza. Tal vez el talento sea hereditario; en cualquier caso, la siguiente generación tiene carisma, cada uno con su personalidad, y la mayoría más Bosé que Dominguín.

LOS DOUGLAS

Kirk Douglas, con su desbordante energía e inquebrantable tesón, es una de las figuras más poderosas de Hollywood. Su hijo, Michael, ha sabido forjar su propia identidad y superar su fama de sexo adicto en su carrera hacia el estrellato. Sin embargo, la sombra de la celebridad se cobró la vida de su hermano menor, Eric, y ha malogrado la de su primogénito Cameron, recientemente condenado por posesión y tráfico de heroína.

LOS GRIMALDI

Desde hace más de setecientos años, Mónaco está bajo la soberanía de esta familia que ha vivido épocas muy difíciles. La abuela de Alberto, Carolina y Estefanía –hija de unos modestos campesinos- no fue reconocida como legítima heredera ni fue educada en palacio hasta que cumplió 21 años y peligraba la sucesión. Su hijo, Rainiero puso al minúsculo principado en el mapa internacional al casarse, tras una rigurosa selección, con la actriz Grace Kelly. Así comenzó el cuento de hadas moderno que todavía hoy continúa con sus hijos y sus nietos.

LOS GUCCI

Gucci ha sido sinónimo de elegancia y lujo durante décadas, pero también de asesinato, locura y codicia. Al igual que los Medici o los Borgia, parecen llevar en la sangre el arte italiano de la conspiración, la ambición voraz y la pasión por la guerra familiar. Su historia supera la de las mejores telenovelas cuando se trata de intriga, deseos secretos y escándalos. En treinta años, los Gucci han tenido que enfrentarse a dieciocho juicios, la mayoría iniciados por alguna traición entre los miembros de la saga. Su historia incluye el asesinato del nieto del fundador a manos de unos sicarios pagados por su ex mujer.

LOS HILTON

Conrad N. Hilton levantó un imperio de la nada ofreciendo hospedaje a millones de personas. Cuando murió a los 91 años, dejó casi toda su fortuna a una fundación benéfica. Su hijo Barron impugnó su voluntad y ganó el litigio. Ahora, los continuos escándalos de su nieta Paris le han llevado a anunciar en varias ocasiones que la desheredará. Sin embargo, la escandalosa Paris está tratando de construir su propio imperio.

LOS HUSTON

Este clan ha escrito páginas memorables en la historia del cine. Walter Huston fue el actor más respetado de su época. Su hijo, John, fue el arquetipo de director de cine rebelde, aventurero y sarcástico, cuya vida superó a la de sus propios héroes de la pantalla. A su vez, sus hijos emergieron de su propia sombra, sobre todo Anjelica, una de las actrices más camaleónicas de Hollywood. Una familia que con sus luces y sombras ha estado siempre reinventándose a sí misma.

LOS IGLESIAS

Más de cuatro décadas sobre los escenarios y trescientos millones de discos vendidos, pero Julio Iglesias parece incansable. Desde 1995, su hijo Enrique anda pisándole los talones. Con su primer álbum ganó un Grammy y vendió nueve millones de copias. Después, con menos fortuna y fans, Julio José quiso hacerse un hueco en el mundo de la música, cuando su antaño famosa hermana mayor Chábeli ya había pasado a un segundo plano y la prole Iglesias no paraba de aumentar.

LOS KENNEDY

Sus vivencias han llenado durante tres generaciones los titulares de los medios de comunicación de medio planeta por sus proezas y triunfos, pero también por sus escándalos y tragedias. Como si de una maldición se tratara, las fatalidades les han perseguido. Tres de los hijos del patriarca murieron violentamente y tres de sus nietos también y, además, muchos de los miembros del clan han luchado contra el alcohol y las drogas. De momento, habrá que esperar hasta el año 2067 para escuchar las palabras que Jacqueline Kennedy dejó grabadas, tras la muerte de JFK, sobre sus años en la Casa Blanca y que permanecen celosamente guardadas bajo llave.

LOS MARTÍNEZ-BORDIÚ

La duquesa de Franco, Carmen Franco Polo, viuda de Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde, continúa a la cabeza de un clan que, sin el poder ilimitado, la vida palaciega y el brillo social que disfrutaron a la sombra del dictador, todavía controla un complejo entramado de sociedades y propiedades inmobiliarias. La única hija de Franco es madre de siete hijos que han seguido caminos dispares, aunque la mayoría han optado por pasar lo más desapercibidos posible, con excepción de Carmen Martínez-Bordiú «la nietísima», que en seguida se supo hacer un hueco como personaje mediático español.

LOS ONASSIS

Entre los multimillonarios del siglo XX pocos han brillado con tanta fuerza y luz propia como Aristóteles Onassis. Llegó a dominar los océanos y a conquistar el corazón de las mujeres más deseadas de la época. Sin embargo, el imperio a cuya creación dedicó su vida terminó destruyéndole a él y a su familia. Sus hijos murieron trágicamente y toda la infancia de su nieta Athina fue una batalla por el control de su dinero. «Un hombre rico no suele ser más que un pobre hombre con mucho dinero», decía el legendario armador. Su historia perdurará eternamente, al tiempo que su nieta lucha por encontrar la felicidad que sus parientes nunca tuvieron.

LOS RIVERA-ORDÓÑEZ

Por las venas de Francisco y Cayetano corre la sangre más torera de toda la historia, una estirpe en la que se entrelazan tres sagas taurinas: los Dominguín, los Ordóñez y los Rivera. Sin duda, desde que nacieron tenían el destino marcado. Francisco ya ha superado las mil corridas, una cifra al alcance de pocos. Su hermano Cayetano, le sigue los pasos, pendiente todo el mundo de si su majestuosa figura luce mejor en el ruedo, la pasarela o en la portada de una revista. Allí donde llegan los dos desatan expectación y morbo, quizás por ello no dejan de ganar protagonismo en el universo celebrity, en el que un día reinó su madre, Carmina Ordóñez.

LOS ROCKEFELLER

El apellido Rockefeller es sinónimo de riqueza..., de inmensa riqueza. Más de 140 años de historia de la dinastía está recopilada en el búnker subterráneo de tres pisos construido debajo de la mansión familiar Kykuit, en Pocantico (EE.UU.), donde diez archiveros clasifican más de setenta millones de documentos históricos de este clan que, en la actualidad, consta de unos ciento cincuenta parientes en primer grado de consanguinidad. Son las huellas de una dinastía que siempre ha estado bajo el control total de los miembros masculinos y donde las mujeres poco o nada de influencia han tenido en la responsabilidad, incluso parcial, de la fortuna familiar.

LOS THYSSEN

La fortuna de la familia Thyssen se remonta al siglo XIX, un apellido vinculado no sólo al mundo empresarial, sino también a la mayor colección de arte privado del mundo y que, desde 1992, gran parte se muestra en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Pero la familia también es conocida por su vinculación al nazismo y por sus numerosos litigios. El último capítulo es la demanda de Carmen Cervera -la quinta esposa del segundo barón Thyssen-Bornemisza- contra su propio hijo, Borja, por culpa de los derechos de dos cuadros. Mientras, los otros cuatro hijos del barón prefieren mantenerse en silencio tras haber firmado un pacto de confidencialidad.

LOS VERSACE

Todo el mundo conoce a la siempre bronceada Donatella, pero pocos saben que Santo Versace, el hermano mayor, es el cerebro financiero, la sombra que ha conseguido que la marca gane millones antes y después de la trágica muerte de Gianni. En la actualidad, el control del imperio está en manos de Allegra, sobrina del fundador e hija de Donatella, que el día del asesinato del diseñador contaba con 11 años. A sus 25 años, reacia a mezclarse con los negocios familiares y en constante lucha contra la anorexia, Allegra prefiere dedicarse a la interpretación. Pero a la heredera le ha salido una fuerte competidora: su prima Francesca.

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