La obra es una alegoría de las ciudades contemporáneas
Bajo el doble título de “Hipnosis”/”La Colonia”, se esconde una alegoría de las ciudades contemporáneas, descritas como si de cuevas de Platón se tratasen, eso sí, en ellas, sus habitantes, sin saberlo, cubren sus rostros con máscaras de gas, deambulando por la llamada Colonia, en un plano irreal y creado solo a partir de las lentes de sus corazas.
Sin embargo, la trama se centra en el personaje de Bruno, un hombre de pasado misterioso que decide salir de la cueva para adentrarse en sus verdaderas raíces. Destáquese que en la obra, dicha cueva, aparece descrita como una gran bombona de gas, y los bosques (la raíz), no son más que el incendio que se acerca.
La presente obra ha sido reconocida por los lectores y sus pares, y así, Héctor Martínez, Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, escribe: “Aunque concebida como obra de teatro, y por ende, como obra de representación, se trata de un texto que marca claramente la diferencia entre ser espectador o ser lector. Para el lector, la obra reserva una lectura progresiva y lírica, propia de quien es poeta,en la que las palabras van paulatinamente descubriendo el velo inicial. La lectura resulta constructiva según van apareciendo palabras clave como Colonia, fuego, camisa de fuerza, trastorno... a lo que cabe añadir el lirismo y disposición tipográfica de las acotaciones, como una voz narrativa en prosa que poco a poco se desenvuelve en verso. Sin embargo, el espectador encontrará una escenografía inusual lumínica y audiovisual que en la mera lectura se pierde. El efecto resultante ofrece dos textos distintos o, mejor dicho, dos perspectivas literarias complementarias entre la letra escrita y la letra escenificada”.
Por lo tanto, es obvio que el trabajo dramatúrgico ofrece una visión escénica renovadora y avanzada, pues, y ya en palabras del autor, “diálogos, escenas, luces, vestuario o escenografías, forman parte de un todo”. Este artista total, pues no abandona en ningún momento la poesía, pintura, danza, música o diseño en el propio libro, ha sido calificado por el poeta Ángel Padilla como “uno de los primeros clásicos más avanzados del siglo XXI”.
Reseñemos a su vez que la presente obra no solo ha sido premiada con la “Estrella de plata” y con el collar con la “Estrella de oro” por la editorial “Visión libros”, sino que a su vez, ha salido reseñada en revistas tan prestigiosas como la “Revista de artes escénicas Artez”, la revista de arte y literatura, “Madrid en Marco” o por la revista venezolana “Letralia”, además de los diarios de prensa general.
Más sobre el autor:
David Fernández Rivera (Vigo, 1986), poeta, dramaturgo, músico y director teatral, tiene en su haber ocho libros de poesía, así como diferentes direcciones y representaciones escénicas a cargo de su compañía: “Compañía de David Fernández Rivera”.
Es por ello que, si bien este es su primer libro de teatro editado profesionalmente, en él queda manifiesta una experiencia de más de diez años en los que ha trabajado, entre otras cosas, de actor profesional, director (llegando a codirigir con Moira Chapman) e iluminador.
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