Tras encabezar una expedición por el Polo Norte, el experimentado aventurero Juan Arbaiza se ve envuelto en una dramática experiencia que cambiará su vida para siempre.
Ambientada en parajes tan remotos como las heladas planicies del Ártico o el Territorio de Nunavut, en Canadá, El Último Grado muestra cómo la historia que nos ha sido enseñada puede haberse interpretado de forma absolutamente errónea.
Piensen ahora un segundo en la Biblia, bueno, céntrense en los arcángeles. Sí, sí, son Gabriel, Uriel, Miguel y Rafael. El autor de esta novela retoma a los arcángeles como un poder divino que ha guiado al hombre desde el tiempo de los neandertales para acelerar su evolución y hacer del ser humano una criatura civilizada que dejase atrás el estado de naturaleza y barbarie en el que se encontraba. Este poder es energía pura que ha aconsejado a los hombres y mujeres clave para el desarrollo de la historia de la humanidad. ¿Nuestra historia deriva de las intenciones de estos misteriosos entes y no de las acciones del hombre?
Esto es lo que Sebastiá Tirado va a explicar a lo largo de esta novela, una novela que emula la realidad, representando un mundo en el que nadie es bueno. Las facciones humanas que se enfrentan no nos dan muchas muestras de bondad. Digamos que, resumiendo, los malos están enfrentados entre sí en un mundo en el que nada importa pisar, destruir o matar o realizar cualquier otro acto abyecto para conseguir los objetivos de cada uno. Además, para dotar de credibilidad a sus personajes, Sebastiá investiga concienzudamente el funcionamiento de los principales cuerpos policiales y militares. Su estructura y organización no tienen secretos para un autor tan escrupuloso y detallista como éste.
Pablo Sebastiá maneja al lector a su antojo a lo largo de toda la novela, llevándole de sorpresa en sorpresa hasta un final poco convencional. Hay que resaltar que la mente y el espíritu del lector son constantemente sacudidos por los sobresaltos de los que Sebastiá hace víctimas constantemente a sus personajes y, por ende, a los lectores que se aventuran en sus páginas.
Vamos, que este thriller no deja ni un respiro al lector. La trama es rápida y se va desarrollando rápidamente aportando al libro un ritmo trepidante: las organizaciones que dirigen el mundo desde las sombras no permiten errores, por lo que las persecuciones son dinámicas y enérgicas.
En cuanto al género específico en el que se puede catalogar la novela, no sería solo el thriller, pues no definiría a la obra completamente. Según el propio autor, El último grado es una mezcla de géneros: el thriller se combina con el cine negro, el género de aventuras y la ciencia-ficción para que el lector pueda disfrutar durante la lectura mientras también profundiza en cuestiones más filosóficas y místicas.
En definitiva, El último grado tiene numerosas papeletas para convertirse en un nuevo gran éxito de Pablo Sebastiá Tirado al igual que otros anteriores thrillers suyos como El Último Proyecto del Doctor Broch y La Agenda Bermeta, las cuales han obtenido un notable éxito de crítica y público. Esta obra no anda muy por detrás por su gran originalidad: la trama religiosa y la participación de organizaciones secretas están muy bien relacionadas, prácticamente esto es lo mejor del libro. Pero la gran intensidad de la narración se ve truncada en un final casi cortado que se podría mejorar bastante, en nuestra opinión. Es una pena el incompleto final para una obra tan buena en su desarrollo, pero salvo este punto es un buen libro que personalmente recomiendo.
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