Zeitoun, padre de cuatro hijos y propietario de una pequeña empresa vio cómo su ciudad se inundaba después de que los diques que supuestamente deberían haber protegido Nueva Orleáns no hicieran su papel. Pero claro, las críticas no llovieron sobre la administración de Bush ni de las autoridades de Nueva Orleáns, cuando fueron ellos quienes realmente dejaron que la ciudad se ahogara bajo el inmenso huracán.
Las críticas a la falta de previsión política se realizan sin arremeter directamente sobre la administración, con un estilo en el que el autor nos muestra mediante la descripción de imágenes lo que pasaba, sin meterse directamente con nadie, empleando un estilo más sutil.
Después de despedir a su familia, que iba a pasar el mal trago con unos parientes, Zeitoun se queda para guardar la casa durante el desastre. Cuando ve que la ciudad se ha inundado por completo, decide salir de casa para ayudar a sus convecinos y se convierte en un ángel salvador durante una semana, en la cual recorrió las calles en una canoa para ayudar a quienes lo necesitaban. Zeitoun salva a los residentes en apuros o afectados por la deshidratación, ayudándolos a salir de sus casas, evitando así que quedaran encerrados.
El autor escribe con la colaboración de la familia Zeitoun. Como si fuese un diario, va relatando las vicisitudes que vivieron antes, durante y después del huracán. Frases cortas, descarnadas y punzantes van desgarrando la crudeza que tuvieron que sufrir por la mala previsión del gobierno estadounidense. Eggers describe pormenorizadamente ese infierno acuático, con descripciones ricas y minuciosas que nos van poniendo los pelos de punta según vamos leyendo.
Día a día nos vamos sumergiendo en un piélago de destrucción, donde las autoridades locales y nacionales no estuvieron a la altura de las circunstancias y donde el protagonista sufre una persecución inmisericorde casi sin saber por qué. El sistema judicial americano queda bastante tocado en la descripción que el escritor hace de los procesos.
Dave Eggers ha querido que el mundo conozca esta historia de injusticia y Literatura Mondadori, también. Por eso se ha organizado la campaña solidaria “Si lo lees, lo liberas” con un objetivo muy claro: que los ejemplares de Zeitoun sufran lo mismo que su protagonista.
Hace un tiempo, se encadenaron varios ejemplares del libro en las calles de centro de Barcelona. De alguna manera, el libro será torturado por las inclemencias meteorológicas, la suciedad o las visitas inesperadas de perros y gatos. Sólo el lector podrá liberarlo. Los ejemplares encadenados contendrán el mensaje: “¡LIBERTAD PARA ZEITOUN!
Este libro necesita ser libre: léelo. Todos los beneficios del autor serán donados a una fundación que recauda fondos para la reconstrucción de Nueva Orleans y para la defensa de los derechos humanos, fundada por el propio Zeitoun. SI LO LEES, LO LIBERAS.
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