La lista de los nombres que nos van a honrar con su presencia es larga, roza el número cuarenta, y sin dejar a nadie en segundo plano podemos mencionar a figuras como Rosa Ribas, que será la encargada de inaugurar literariamente esta edición, o Lorenzo Silva, Cristina Higueras, Elia Barceló, Empar Fernández, Santiago Díaz, Noemí Trujillo o Jordi Ledesma. Nombres todos de sobra conocidos en el panorama literario nacional, y que compartirán mesa y palabras con otros tantos a los que también reconocerá el fiel lector del género.
Esos treinta y cuatro autores se van a repartir en un buen número de actividades entre las que nos gustaría destacar la presencia de 4 clubes de lectura coordinados por Mª Carmen Rodal, responsable de la Red Municipal de Bibliotecas de Cartagena y que hace días que completaron el número de asistentes.
Pero también estarán presentes en mesas redondas que hablarán del impulso que muchas editoriales están dando a autores y autoras de género negro, potenciando la aparición de nuevos nombres y títulos muy interesantes. Sin olvidar tampoco la dificultad de escribir a cuatro manos, una técnica que parece estar tomando auge en el mundillo negro, y que debe conjugar el estilo y la personalidad de cada pareja de autores. También se hablará, en este mundo dominado por la imagen, del desafío que supone llevar una historia del papel a la pantalla, e igualmente de nuevos enfoques y temas que poco a poco van enriqueciendo los cánones del género del misterio.
Todo se completará con presentaciones de libros, la proyección de los cuatro trabajos finalistas del concurso de cortometrajes negros, o la celebración de ya legendario concurso de microrrelatos en vivo “Deje aquí su sombrero”, sin olvidar, por supuesto, los dos acontecimientos que quizá capitalizan, por lo emotivo, cada edición, el fallo y la entrega de los dos premios de novela, el IV Icue Negro para novelas debutantes, y el IV Cartagena Negra.
Todos los eventos, salvo una presentación y el concurso de microrrelatos, tendrán lugar en el Auditorio El Batel, y con entrada libre, mostrando una vez más la voluntad que estas jornadas tienen por llevar la cultura a todos los ciudadanos, y siguiendo además una de sus máximas, la que defiende que lo más importante de ellas es el público lector y su conexión con los autores.