José Luis Hernández Garvi está especializado en historia militar y en enigmas históricos. En esta ocasión ha abandonado la no ficción para escribir un relato de terror. La novela corta es uno de los géneros literarios más difíciles de realizar y que tiene menos salida de venta. Sin embargo, para el autor es un género peliagudo, pues tiene que condensar en pocas páginas una historia totalmente cerrada, a medio camino entre el relato y la novela.
El reconocido autor ha abandonado los géneros en los que se encontraba a gusto para pergeñar una historia inusual e inaudita; para ello nos ha trasladado al Medio Oeste de Norteamérica, a una fría población donde la nieve y la niebla permanecen muchos días al año y también son elementos claves para una buena narración de terror. La noche, la niebla, la nieve, son elementos que en una buena historia de terror no pueden faltar. Aquí se dan en abundancia y, además, incluye un elemento sobrenatural para crear más tensión si cabe.
En una destartalada casa en Devil´s Point aparecen asesinados cuatro miembros de una familia y un policía que iba a atender una llamada de socorro. Además, un empleado de la compañía eléctrica desaparece cuando va a reparar un transformador, culpable de que se quedasen sin luz en la zona. El agente P. que acude a la llamada es testigo de una serie de hechos inexplicables. Todo en una atmósfera terrorífica que José Luis Hernández Garvi maneja con soltura y oficio. Su narración tiene el ritmo preciso y su estilo es nítido y de gran calidad.
De todos los personajes de la historia sólo conocemos el nombre y la primera inicial de su apellido, lo que da una cierta sensación de misterio que se mantiene en toda la novela. Pero el hecho diferencial de la misma es que el estilo cambia justo a mitad de la narración. Si la primera parte, los cuatros primeros capítulos, tiene el clásico estilo de terror que tanto hemos leído en Stephen King, la segunda parte se convierte en una novela policiaca donde asistimos a la investigación pormenorizada de los crímenes que se han cometido.
El elemento diferenciador de esta segunda parte y de toda la novela es lo sobrenatural, que el autor sabe encajar con perfección hasta la última página que es donde se revela el misterio de lo sucedido, aunque siempre queda una puerta abierta para los lectores escépticos. También los hay en la novela, como el inspector Brad F. que se hace cargo de los primeros pasos de la investigación.
José Luis Hernández Garvi ha conseguido una novela con un ritmo trepidante que no nos da respiro en sus poco más de cien páginas. Todo ha quedado encajado a la perfección, por lo que no nos extraña que se haya hecho con el galardón conseguido.
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