Novela negra: Gabriel Rolón presenta su primera novela “Los padecientes”
jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h
Por Javier Velasco Oliaga
El psicoanalista y escritor argentino Gabriel Rolón ha venido a España para presentar su primera novela Los padecientes, una intensa novela negra donde los protagonistas buscan la verdad que se esconde dentro de los comportamientos humanos con todo lo que conlleva. El libro ha sido publicado por Ediciones Destino.
“El padecimiento es un punto más profundo que el dolor. Todos pasamos por el dolor, pero cuando éste se vuelve patológico se llega a enfermar”, explica el licenciado Rolón en la presentación del libro, de ahí la decisión de haber escogido dicho título para la novela como clave de lo que sucede en la narración, ya que todos los personajes de la misma están marcados por el padecimiento. Es fundamental para tener una trama eficaz y absorbente.
Si Romeo y Julieta hubiesen contado a sus padres el amor que se profesaban y a éstos, Capuletos y Montescos, les hubiese parecido bien el enlace matrimonial y lo celebrasen con una buena paella y la hubiesen regado con un vino de la Toscana y, además, hubiesen comido perdices, la obra de Shakespeare no hubiese tenido el más mínimo interés. Pero los padres no estuvieron de acuerdo y de ahí surgió el drama, quizá el más famoso del mundo. Gabriel Rolón, fijándose en ello, como hacen los grandes escritores, escoge el drama para su novela, huyendo, claro está, del ideal de telenovela venezolana que, por otra parte, es el ideal de muchos argentinos y de muchas personas.
Que el protagonista sea un psicoanalista, Pablo Rouviot, y además sea muy reconocido, casi tanto como él, no deja de ser un juego del autor, un juego donde el protagonista se puede meter en temas muy conflictivos que en una historia de no ficción no se podría hacer. “En la novela hay una crítica social a la clase alta argentina, su hipocresía y la complicidad de esa clase con los sectores de poder se tratan en la obra”, subraya el escritor bonaerense, sin olvidar el rescate que hace de ciertos valores humanos.
Autor de tres libros de psicoanálisis de gran éxito en Argentina y que alguno se ha publicado en otros países como Brasil, México, Uruguay y España, quiso dar un paso más allá y planteó a la editorial Planeta argentina su intención de escribir una novela. Remisos en un principio, le dieron el visto bueno ante el éxito obtenido por sus anteriores publicaciones. Partiendo de un relato corto que se le ocurrió cuando su pareja le echó de casa, ante incipientes ganas de matar a alguien, en sentido literario, las canalizó para crear una novela.
“Quise escribir una novela del género policial donde hubiese un asesinato. Mi relato reúne muchas de las características de este género”, dice. Escrita en tiempo presente para dar un mayor dinamismo, con capítulos cortos y en los que sucediesen muchas cosas, busca que el lector se identifique con la trama y que la lea en tiempo real. “La trama discurre en tres días, lo que el lector debe tardar en leerla, si no fuese así hubiese fracasado”, razona.
Todo ello, debido a que el lector de novelas policiacas es un lector impaciente al que hay que dar mucha acción para motivarlo y, claro está, lo consigue, porque una vez empezada la obra es difícil dejar de leerla, “quiero que el lector se sienta culpable por dejar la lectura a medias”.
Para ello, en vez de escoger un detective privado escoge un psicoanalista, “me interesa construir un personaje conflictivo, no un héroe ni una persona pulcra. La vida, el amor, son complejos, la trama tiene que atormentar para que interese al lector”, afirma el escritor. Sabe perfectamente, porque es su oficio, que un terapeuta, como un detective, tiene que saber escuchar, interpretar los silencios y las miradas, estar atento a los detalles para llegar a la verdad. Una verdad que puede ser dolorosa y que es el principal objetivo de la novela. Desentrañar la verdad, llegar al fondo de por qué se miente. Eso es lo que buscan los psicoanalistas que suelen estar “obsesionados por la verdad, no por el bienestar de los pacientes”, agrega.
Si argentino es sinónimo de psicoanalista como señala de forma irónica, está claro que sabe y le gusta reírse de sí mismo, que le gusta el humor y que eso es realmente bueno para la salud mental de todos. Por eso rompe una lanza a favor del psicoanálisis diciendo que “no hay que estar extremadamente mal para ir a un psicoanalista. Hay que dar un lugar a la salud mental y preocuparse por ella”, señala. Más sabiendo que Argentina se ha conformado con emigrantes llegados de diferentes países europeos, personas que al abandonar sus lugares de origen se volvieron tristes y desubicados. Por eso no debemos de extrañarnos de que “haya el mayor índice per cápita de psicoanalistas del mundo”, agrega con humor.
Escritor extremadamente culto en su conversación, hace referencias a autores como Wilde, Nietzsche, Hammett y, por supuesto, Jorge Luis Borges; al que profesa admiración. Sin embargo, a quien más admira es a Bach. “Yo soy todo lo que soy porque no pude ser músico”. Está claro que la música no ha perdido un genio, según el mismo reconoce, pero no es menos cierto que el psicoanálisis y la literatura han ganado un terapeuta y un escritor.
Como terapeuta es respetado y conocido en toda Argentina, por sus programas de radio y televisión, aunque reconoce que en su profesión “los fracasos son muy ruidosos y de los éxitos no se entera nadie”, subraya. Como escritor ha vendido de su primera novela en Argentina más de 80.000 ejemplares, luego no lo estará haciendo del todo mal. Ahora empieza su camino en España donde a esta persona, de trato afable y cordial, con unos ojos que no paran de moverse que denotan una personalidad multidisciplinar y poliédrica, le espera un camino similar al que recorrió su compatriota Jorge Bucay, a quien se le compara. Aunque a él no le gusta, ya que cree que son diferentes y a la vez complementarios. Uno psiquiatra, otro psicólogo; uno escritor de auto-ayuda y otro, él, novelista y músico. Quizá por eso tiene su escritura ritmo, mucho ritmo.
 
Novela negra
Crítica de "Los padecientes"
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