Novela negra: “La brisca de cinco” de Marco Malvaldi
jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h
Por Francisco Jiménez de Cisneros
Ediciones Destino ha publicado la primera novela de la trilogía del BarLume escrita por el italiano Marco Malvaldi, La brisca de cinco. Este libro es una comedia de costumbres ambientada en un pueblo ficticio de la Toscana con cadáver al fondo. Una mezcla de novela negra con el humor más corrosivo que Todoliteratura recomienda leer para pasar un rato divertidísimo.
De un contenedor de basura en un aparcamiento periférico asoma el cadáver de una chica jovencísima. Estamos en un pueblo de la costa de Livorno, el imaginario Pineta, convertido en una localidad balnearia de moda: donde estaba el bar con petanca han puesto un discopub al aire libre, en la pineda hay un gimnasio exterior de body-building y ya no hay bancos, sólo aparcamientos para las motos. El homicidio parece ser un asunto de droga y sexo, y las sospechas recaen sobre dos amigos de la víctima, malcriada hija de buena familia de licenciosa conducta.
Pero la casualidad quiere que, por amor al cotilleo y para matar el tiempo, el grupo de los viejecitos del Bar Lume comience a hablar sobre el crimen, a discutir, a reñir y, por último, a indagar. El propietario del bar, Massimo, nieto de uno de ellos, se acaba erigiendo como el verdadero y desganado investigador, al que los jubilados, como un coro griego, discuten sus intuiciones, las desmontan y las perfeccionan, pasándolas por un cómico cedazo de irreverencias, y convirtiendo la investigación, más allá de la intriga policíaca, en una expresión de testaruda supervivencia de los habitantes del pueblo frente a la devastación del consumismo turístico modelado por la televisión.
Como podemos ver, esta novela no sigue los cánones nórdicos, ingleses y americanos de la literatura negra mediterránea. Los detectives, investigadores, policías, jueces o periodistas que suelen ser los protagonistas de este tipo de novelas pasan a ser relegados a un segundo plano, eclipsados por la figura del camarero del bar que descubre el cadáver y de un grupo de jubilados que pasan la mayor parte de su tiempo en su establecimiento. De este modo, todas estas figuras que se creían en posesión de la exclusividad de atrapar asesinos y maleantes no son la verdadera alma de la trama.
Así, nos encontramos con una novela de detectives a la italiana, lo que resultará una lectura entretenida e inteligente que une la perspicacia psicológica con el humor, en un entorno rural muy familiar. La ambientación de la novela está muy bien lograda, ya que nos introduce de lleno en un pueblecito de la costa mediterránea muy similar a los que tenemos en nuestro país, de modo que nos va a resultar muy sencillo sumergirnos en el trasfondo que rodea al argumento y a la investigación. Por tanto, la localidad Pineta es totalmente trasladable a cualquier pequeña localidad costera española, lo que nos permite sentir, ver y oler todos los ambientes de esta obra como si estuviéramos allí.
A su vez, los arquetípicos personajes también resultan familiares para los lectores españoles, sobre todo los “Jubilados de la Toscana”, un conjunto de pensionistas que, utilizando la perspicacia psicológica, el sentido común y el razonamiento brainstorming, se convertirán, junto con Massimo, en improvisados detectives en la resolución de un asesinato.
En definitiva, una novela negra muy divertida en la que los cotilleos del pueblo forman parte indisoluble del proceso de investigación del caso, y en la que Massimo junto con sus octogenarios compañeros del juego de la brisca de cinco, muestra cómo con tacto y capacidad de observación se pueden superar los resultados de cualquier comisario de la policía.
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