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Pedro López Pérez: “El relato es un género muy acorde con los tiempos que vivimos, donde todo tiene que ser rápido e inmediato”

Pedro López Pérez: “El relato es un género muy acorde con los tiempos que vivimos, donde todo tiene que ser rápido e inmediato”

jueves 09 de agosto de 2018, 01:00h

Si nuestro mundo está lleno de protagonistas anónimos incapaces de reunir el valor suficiente para describir lo que pasa por sus cabezas o por sus corazones, Pedro López Pérez ayuda con sus “Bofetadas” para que el lector espabile y encuentre su destino antes de hundirse definitivamente en el abismo que a todos nos espera.

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Pedro López Pérez nació en Valladolid como podría haber nacido en cualquier otro sitio. En 1972, pero podría haber nacido unos pocos años más tarde o unos pocos años antes. Eso sí, antes de internet siempre aunque sea fuente de inspiración constante para él.  Estudió Filología Alemana, ha sido teleoperador y muchas otras cosas más. Ahora desembarca en la literatura a bofetadas con su primer libro de relatos.

 “Bofetadases su primer libro publicado. ¿Por qué se ha decantado por una obra de relatos para debutar?

El relato es un formato donde me siento muchísimo más cómodo que la novela, por el momento. Mucha gente lo considera un género menor, pero yo considero que es un género con una entidad propia, y muy acorde con los tiempos que vivimos, donde todo tiene que ser rápido e inmediato. Me gusta que mis obras no tengan “relleno”, que vayan directamente a lo que quiero contar. En “Bofetadas” he querido explorar todas las sensaciones que me ha provocado una situación personal muy crítica, plasmándolas en escenarios actuales que me permitiera acercar esas sensaciones al lector. Al final los escritores solo pueden hablar de lo que conocen, y lo que más conocen es a sí mismos.

Usted se ha preparado en el taller de escritura Fuentetaja. ¿Cree fundamental una buena preparación para ser escritor?

Una buena preparación se consigue leyendo y escribiendo, y los talleres son muy útiles para motivar y dar herramientas a los escritores. Por poner un símil, sería como una autoescuela: te enseñan a sacar el carnet de conducir, pero a conducir solo aprendes con horas de práctica. Como en cualquier oficio hay que acumular horas de práctica, y muchas veces los talleres te permiten enfocar el tiro para ir más deprisa.

¿Qué le han aportado los talleres en los que ha participado?

Principalmente poner nombre a cosas que ya estaba utilizando, y conocer a un grupo de personas excepcional con los que compartir mi pasión por la escritura.

Algunos de los relatos que ha publicado, lo han sido anteriormente en la web de Fuentetaja. ¿Por qué lo ha hecho?

Pues por el subidón de ego de hacer pública mi obra, no nos vamos a engañar. Desconfío de los que se denominan escritores y dicen que solo escriben para sí mismos. Creo que todos, cuando escribimos, tenemos un lector o lectora en mente, que nos motiva a seguir adelante. A todos nos gusta que nos lean nuestras historias y nos digan donde podríamos mejorarlas. Cuando publicas un relato en una plataforma literaria y la gente te comenta que le ha gustado es una inyección de adrenalina que te da fuerzas para seguir hacia delante.

Creo que todos, cuando escribimos, tenemos un lector o lectora en mente, que nos motiva a seguir adelante

¿Qué le han aportado los lectores a sus otros cuentos?

Sobre todo me han aportado su visión de lo que sucedía en el relato. Y hay veces que les he hecho caso y hay veces que no.

Su narrativa va desde microrrelatos a otros de mayor extensión. ¿En qué formato se siente más cómodo?

En lo que me pida la historia. Mi proceso creativo es más de recorte que de ampliación. Normalmente suelo escribir una primera versión y en las siguientes ir eliminando lo superfluo. Digamos que mis herramientas de escritor son 30% bolígrafo y 70% tijera. Y una vez dicho esto me contradigo a mí mismo y confirmo que últimamente me siento muy cómodo dentro del microrrelato. De hecho mi próximo libro, que estoy terminando, son principalmente microrrelatos.

El último relato, “Ya sale el sol” es casi una novela corta. ¿Por qué se decidió a incluirlo?

Porque la historia iba muy acorde con el tono general del libro, y creo que es una buena manera de terminar el libro.

“Vivimos en una sociedad hipercomunicada donde al final, terminamos creándonos una mentira personal”

\"Bofetadas\"

Los protagonistas de sus relatos viven en un abismo personal. ¿Qué les hace falta para que reaccionen?

Muchas veces, salir de su caparazón y aceptar lo que les sucede. Vivimos en una sociedad hipercomunicada donde al final, terminamos creándonos una mentira personal tan grande y tan cara de mantener que termina explotándonos encima. Hay algunos que lo consiguen y otros que no. 

¿Se necesita que nos den una bofetada para ello?

A mí me encantaría que me dieran una bofetada (no literal, pero sí un toque de atención) cada vez que me encuentro en una situación de la que no sé salir por mí mismo. Las bofetadas del título son en su mayor parte, metafóricas. En su mayor parte.

Nos encontramos con relatos escritos en primera persona y en tercera. ¿Cuál de las dos fórmulas prefiere?

Me gustan las dos. Depende de la historia que se vaya a contar. Muchas veces es el propio relato el que te pide una persona u otra. Me gusta la primera persona porque juega mucho con la autoficción, el pensar que la historia ha sucedido de verdad en la vida del escritor, el “¡Oh!¿Realmente le pasó esto?¿Realmente reaccionó así?” del lector. Aunque en la cabeza del escritor las historias siempre suceden de verdad. Los escritores somos unos mentirosos patológicos, solo que en vez de mentir en la vida carnal lo hacemos sobre el folio en blanco. Por otra parte la tercera persona te permite jugar más con las vistas, con las ambientaciones, con la sensación de control sobre la historia.

Observamos que sus cuentos son muy actuales, casi de los ochenta a la actualidad. ¿Se considera un cronista de esa época?

¡Es que el presente es tan interesante que no hace falta mirar al futuro o al pasado! Pero no, no me considero un cronista de nada. Si acaso, un cronista de lo que sucede a mi alrededor. Muchas veces voy en el metro con los auriculares puestos pero sin música, para enterarme de todas las conversaciones que suceden a mi alrededor. Me fascina la falta de intimidad de esta época. Exponemos nuestras miserias más íntimas en redes sociales sin ningún tipo de pudor.

Los escritores somos unos mentirosos patológicos

En sus cuentos hay mucha música. ¿Le gusta escuchar la música de los grupos que trata mientras escribe?

Es curioso, porque para escribir prefiero el silencio. Sin embargo la música es una parte fundamental en mi vida, soy muy melómano. La música me provoca sensaciones muy fuertes, y luego las utilizo para escribir sobre ellas. En mi cabeza música y literatura son amigas muy íntimas.

Los relatos no tienen una difusión amplía en España, sin embargo, en Sudamérica, es un género muy leído. ¿Por qué cree que sucede esto?

Porque nosotros no tenemos a Borges y a Cortázar. El relato siempre ha sido un género menor en España, pero por suerte ahora hay editoriales que están apostando por este género y publican unos autores y autoras maravillosos.

Un buen relato, ¿Qué debe tener?

Una historia que te enganche desde la primera frase hasta la última, y un final que sorprenda.

¿Y de qué debe tratar?

De lo que te apetezca contar en cada momento. Desde lo más grande hasta lo más pequeño. Para un buen relato es tan importante la forma como el fondo. Lo importante es que remueva al lector. El único requisito imprescindible es que sea auténtico, como en toda la literatura.

¿Cuál es su escritor favorito en este género?

No podría quedarme con uno solo. Y digo una porque mis escritoras de relatos favoritas son mujeres. Me gustan Lucía Berlín, Amy Hempel, Shirley Jackson, Lorrie Moore, Clarice Lispector y, por supuesto, Alice Munro. Jon Bilbao, Borges, Cortázar, Ignacio Aldecoa y demás.

¿Va a dar el salto a la novela o seguirá escribiendo relatos?

Mi siguiente libro, que ya está casi terminado, es también de relatos. Se llamará “Playlist” y son fundamentalmente microrrelatos, de entre 100 y 900 palabras. También tengo tres novelas en marcha, así que sí, probablemente de el salto a la novela, pero no lo tengo claro. El relato me sigue pareciendo un género donde se pueden hacer cosas muy interesantes.  

Puedes comprar el libro en:

https://librosmayorquecero.com/product/bofetadas/

 

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