Cuando el hermano mayor de Andréi Kaplan, Dima, insiste en que Andréi regrese a Moscú para cuidar a su abuela enferma, Andréi debe hacer un balance de su vida en Nueva York. Su novia ha dejado de devolver sus mensajes de texto. Su tutor de tesis tiene dudas sobre sus perspectivas de trabajo. Es el verano de 2008 y su cuenta bancaria se está agotando peligrosamente. Quizás unos meses en Moscú son justo lo que necesita. Así que Andréi recoge sus bártulos de hockey y se muda al departamento que Stalin le asignó a su abuela, una mujer que ha sobrevivido a su esposo y a la mayoría de sus amigos, y que sobrevivió también a los oscuros días del comunismo y fue testigo de la violenta transformación capitalista de Rusia, durante la cual perdió su amada dacha. Da la bienvenida a Andréi a su casa, incluso sin recordar quién es.
Andréi aprende a navegar por el Moscú de Putin, aún la ciudad de su nacimiento, pero con un café más caro. Cuida a su abuela, encuentra un lugar para jugar al hockey, un café desde el que enviar emails y, finalmente, algunos amigos, incluida una hermosa joven activista llamada Yulia. A lo largo del año, la salud de su abuela declina. Andréi sabe que debe tener en cuenta su futuro y tomar decisiones que determinarán su vida y su destino. Cuando se enreda con un grupo de izquierdistas, la política de Andréi y sus lealtades se ponen a prueba, y se ve obligado a aceptar la sociedad rusa en la que nació y la estadounidense que ha disfrutado desde que era un niño.
Keith Gessen es profesor de Periodismo en la Columbia University y autor del libro All the Sad Young Literary Men, así como editor fundador de la revista n+1. Ha editado tres libros de ensayo y ha traducido del ruso al inglés, entre otros, el libro de Svetlana Aleksievic Voces de Chernóbil: Crónica del futuro. Colaborador habitual de The New Yorker y el London Review of Books, vive en Nueva York con su mujer e hijo.
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