El autor de novelas como En la boca del León o Nadie mató a Kennedy, teniente de infantería, pero especialista en inteligencia y seguridad, se adentra en el terreno del islamismo radical explicando la dificultad existente a la hora de prevenir tanto la captación de acólitos como la práctica de atentados. «Se trata de grupos cerrados cuya fe es antepuesta a la vida y, por tanto, no tienen nada que perder», comenta el autor.
A diferencia de los asesinos en serie, cuyo perfil se manifiesta desde edad temprana ante comportamientos asociales como el desmembramiento de animales, a los terroristas islámicos no se les ve venir. A ello se le añade que no hay un patrón concreto que nos permita estereotipar al fanático, ya que muchos de ellos tienen un elevado nivel cultural y una posición laboral elevada.
Entorno paradisíaco, extraordinaria gastronomía, cine de culto y una magnífica selección de escritores tendrán cabida durante esta semana semiotoñal en el Valle de Arán. Indiscutiblemente, tanto el comisario como la subcomisaria, Lluna Vicens, logran una comunión única que invita a desconectar del mundanal ruido, por supuesto, con respeto a las medidas de seguridad.
La denuncia social inherente a la novela negra y el ocio están servidos en Bossòst a lo largo de esta más que recomendable semana. Porque, citando a Aristóteles, no solo es importante que una lectura entretenga, sino que también enseñe. Mesas variopintas que incluyen el Holocausto en conmemoración al 75º aniversario de Auschwitz, la historia de Vlad, El empalador, o mujeres criminales de ficción y no ficción abordarán los primeros días de este estupendo evento. No os lo perdáis.
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