Sus agudas observaciones sobre los adultos, pero también sus juegos y correrías por su Ávila natal, en compañía de sus hermanos y amigos.
Teresa es una niña, una niña vivaracha y despierta, y como tal se comporta y expresa. Por eso la novela va dirigida especialmente a lectores entre 10 y 14 años, si bien los adultos disfrutarán de la misma tanto o más que los niños.
Ramón García se vale de las referencias a su niñez que la santa escritora desperdiga en sus libros, fundamentalmente en El libro de la vida, aunque habida cuenta de que éstas son muy escasas, el autor se vale así mismo de otros materiales que le conducen a recrear la vida y andanzas de una niña del siglo XVI, que luego llegará a ser nada menos que santa Teresa de Jesús.
El autor de esta recreación novelada deja así mismo patente el carácter y fuerte personalidad de la protagonista, que ya apuntaba maneras desde la infancia, trayendo a colación una serie de lances y anécdotas, entre traviesas y simpáticas, pruebas de su vitalidad y sus posturas decididas e incluso reivindicativas.
El lenguaje es fundamental en la novela, como lo es en toda la escritura de Teresa de Ávila. Un lenguaje espontáneo, vitalista, sin adornos pero lleno de intuición y de complicidad con el lector.
Ramón García ha respetado incluso algunos modismos teresianos – como mijor en lugar de mejor – que prestan espontaneidad y verosimilitud al texto y al relato.
El ilustradorAlbert Asensio estudia diseño gráfico en la EADT. Posteriormente realiza un posgrado de ilustración en Eina Barcelona (2006-2007) y dos cursos de dibujo y pintura en el Central Saint Martins College of Art and Design de Londres en 2009. Hasta ahora ha recibido un Laus de Bronce por el cartel de Fira Tàrrega 2010 (diseño gráfico del estudio Miquel Puig), un premio con el libro Kim de Rudyard Kipling, de la editorial Juventud del Banco del Libro de Venezuela y tres Premios Junceda; por mejor cubierta de libro, mejor publicidad y mejor ilustración científica respectivamente.
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