Acompañada por Juan Cerezo, director editorial de Tusquets, la autora madrileña dio una rueda de prensa para presentar su novela ganadora. El jurado cayó seducido por “Nada que no sepas”, una novela que tiene mucho de autoficción, ya que se basa en los años de infancia y adolescencia que María Tena vivió con su familia en Montevideo. “Todo lo que se cuenta en la novela realmente no pasó, pero pudo haber pasado”, dijo la escritora con un rictus irónico a los periodistas asistentes al acto.
“Ahora que he llegado a la madurez, me doy cuenta de que me estoy enfrentando con mi propia vida. No hay día que no recuerde a mis padres. El escribir esta novela me ha hecho ver a mis padres desde otro punto de vista. He tenido enfrentamientos con ellos, pero hemos terminado llevándonos muy bien”, cuenta la escritora con fruición y agradecimiento a sus progenitores. “Mi padrres eran dos personas excepcionales, mi madre era una gran poeta y mi padre, diplomático, era amigo de todos los grandes escritores hispanoamericanos”, recuerda emocionada.
En la novela se mezcla ficción con realidad, los deseos de lo que pudo haber pasado y no pasó está en “Nada que no sepas”. “El mundo de los deseos y de la realidad están muy cerca, todo está contaminado por una realidad literaria”, expone la autora madrileña durante la rueda de prensa. “Yo he recordado muchas cosas yendo a los sitios y hablando con las personas. Me paso mucho tiempo ahorrando para poder viajar a Uruguay, un país que me marcó. Viví en una democracia mientras en España continuaba el franquismo. Uruguay era un país muy libre hasta que llegaron los miliares, quizá influido por lo que sucedió al otro lado del Mar de la Plata. Montevideo era una isla absolutamente privilegiada, mientras España era una cárcel”, evoca.
Llegados a este punto no puede reprimir lo que opina sobre la política actual española. “La democracia es una cosa demasiado importante para tocarla. Quienes desprestigian nuestra constitución no saben lo que dicen, hay que reformarla sí, pero manteniendo su esencia”, analiza la escritora y añade “ahora vivimos un periodo donde hay un riesgo extremo de radicalización en toda Europa”.
“Se pueden decir muchas cosas con muy pocas palabras”
En la segunda parte de la novela sí que cuenta como era Uruguay en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. “La llamaban la Suiza de América. Todo el mundo tenía al menos una vaca y era un país muy culto y amable, hasta los autobuseros eran grandes lectores. Sin embargo, sus gentes eran muy humildes que tenían un halo mágico”, rememora María Tena. Todo cambio con el triunfo de los militares en 1973 en reacción al movimiento tupamaro. Doce años terribles de dictadura cívico-militar que dejaron a todos los uruguayos muy tocados. Afortunadamente, todo pasó y ahora Uruguay vive en paz. En la actualidad, los tupamaros están integrados en el Frente Amplio que ahora gobierna la nación.
María Tena confesó a los asistentes cómo es su proceso de escritura. “Cuando escribo, anoto todo lo que se me ocurre. Hago novelas de 300 o 400 páginas y luego quito y quito y se van quedando muy cortas, como de unas 200 hojas. Es un proceso de depuración muy largo pero fructífero. Se pueden decir muchas cosas con muy pocas palabras”, explica.
En la novela, dice, le han ayudado muchas personas. “El primero es Luis Landero que hizo que dejase la poesía y los cuentos para que me centrase en la novela”, apunta certera y finaliza “antes no había talleres de escritura y se aprendía escribiendo y con el tiempo. De hecho, los lectores de mis novelas me ayudan mucho, te devuelven otra novela”.
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